Panamá, 2 de marzo
de 2010 -- Recientemente, una misión
del Banco Mundial estuvo en Panamá
con el propósito de preparar los términos
y condiciones para
apoyar con una donación de 3.6 millones
de balboas, los esfuerzos del país
en la elaboración de la estrategia
para la reducción de emisiones por
deforestación y degradación
de bosques (REDD).
Así informó
el coordinador técnico del Proyecto
Corredor Biológico Mesoamericano del
Atlántico Panameño (CBMAP II),
Epiménides Díaz.
REDD es una iniciativa que
busca motivar a los países en desarrollo
con bosques a proteger los recursos forestales,
mejorar su gestión y utilizarlos debidamente
para contribuir a la lucha global contra el
cambio climático. Esta iniciativa,
de la que Panamá forma parte de los
nueve países pioneros, es liderada
por las Naciones Unidas con el apoyo financiero
de diversos donantes, entre ellos, el Banco
Mundial.
Díaz reveló
que entre los logros de esta misión
se destacan la designación del proyecto
CBMAP II de la Autoridad Nacional del Ambiente,
como administrador de los fondos y la próxima
creación de una unidad técnica,
que será la responsable de coordinar
todas las actividades relacionas con el desarrollo
de la estrategia.
De igual modo, se definieron
una serie de tareas preliminares, como lo
son la evaluación diagnóstica
de los riesgos sociales y ambientales, así
como la identificación de los grupos
de actores claves.
“Otro gran precedente resultado
de esta misión fue la armonización
en un solo documento guía, basado en
el Mecanismo Cooperativo para el Carbono de
los Bosques – FCPF (por sus siglas en inglés)
y REDD, que por separado son manejados por
el Banco Mundial y Naciones Unidas, toda vez
que éste último está
aportando otros 5.3 millones de balboas adicionales
para la planificación de la estrategia
panameña”, explicó el coordinador
técnico del CBMAP II.
La venta y compra de bonos
de carbono es el mecanismo internacional mediante
el cual los países con cobertura boscosa
valorizan su contribución en la reducción
de los gases causantes del calentamiento global.
En esta dinámica, los países
desarrollados financian proyectos de captura
o disminución de los gases causantes
del efecto invernadero en países en
vías de desarrollo, acreditando tales
disminuciones como si hubiesen sido hechas
en territorio propio.
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Preocupación en Isla
Pedro González por problemas ambientales
Panamá, 03 de marzo
de 2010.- Un programa de concienciación
inminente en temas ambiéntales, principalmente
de rozas y quemas, así como la divulgación
de la “Ley 41” o “Ley General del Ambiente”
se llevará a cabo a los moradores de
isla de Pedro González y lugares aledaños.
El programa será
ejecutado por funcionarios la Autoridad Nacional
de Ambiente (ANAM), Región Metropolitana,
debido a la poca conciencia ambiental encontrada
en el área.
Tras una gira realizada
por funcionarios de la ANAM, se detectaron
varios problemas ambientales, principalmente
la realización de rozas y quemas sin
ningún tipo de control, así
como el desconocimiento de las leyes ambientales
que rigen en el país, entre otros.
Al respecto, la corregidora
del lugar, Belquis Gudiño, expresó
su preocupación por este tipo de problemas
que se dan en la isla y pidió un aporte
de parte de la ANAM.
Subrayó Gudiño
que a pesar de que ha tratado de sensibilizar
a los moradores en torno al cuidado del ambiente
no poseen las bases necesarias para esta acción
por lo que necesita una orientación
técnica y eficaz de las autoridades
competentes en la materia.
En la isla hay una serie
de proyectos turísticos que serán
desarrollados y según expresó
la autoridad los mismos están diseñados
para mejorar el aspecto socio económico
y cultural de la población.
El Archipiélago de
Las Perlas se encuentra a sólo 40 millas
náuticas desde la ciudad de Panamá;
este lugar se compone por una serie de islas
de gran proporción como lo son Isla
San José, Pedro González, e
Isla del Rey que es la más grande del
archipiélago con su famosa Punta Cocos
que es considerado uno de los sitios más
atractivo, así como otros sitios no
menos importantes.
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Funcionarios de ANAM inspeccionan
senderos del PILA
Panamá 03 de marzo
de 2010.- Funcionarios de la administración
regional de la Autoridad Nacional del Ambiente
(ANAM) en la provincia de Chiriquí,
en conjunto con los estudiantes practicantes
realizaron un recorrido por los senderos del
Parque Internacional La Amistad (PILA) con
el fin de inspeccionar el estado de esta área
protegida.
Harmodio Cerrud, administrador
regional de la ANAM en Chiriquí, indicó
que la intención de la gira de trabajo
es verificar de forma directa el terreno y
las condiciones que presenta el parque, además
de conocer las inquietudes de quienes laboran
como guardaparques en el PILA para presentar
propuestas y así mejorar las instalaciones
y la administración de esa área
protegida.
Agregó que el PILA
es una de las más importantes áreas
protegidas en Centro América, por tal
motivo es necesario comprobar las condiciones
de los senderos, ya que son muy visitados
por turistas, entre los que destacan norteamericanos
y europeos.
La zona sufrió afectación
en 300 hectáreas, que fueron taladas
hace aproximadamente 25 años para establecer
un sitio de ganadería. En la actualidad
ha sido regenerada sin ninguna intervención
del hombre.
Al contar con la información
de primera mano se podrá iniciar con
los trabajos de reparación y mantenimiento
de los senderos.
El PILA presenta un área
de recuperación natural que es sumamente
importante para la realización de investigaciones.
El parque cuenta con los
senderos el Retoño con una longitud
de 2.4 km, Panamá Verde con 395 mts
y la Cascada con 3.1 km y dentro se sitúa
el mirador La Nevera con una altitud de 2,490
msnm, y 2,500 metros.
El PILA se encuentra ubicado
en el extremo noroccidental de la provincia
de Chiriquí cubre 401 mil hectáreas
(1547 millas cuadradas) de bosque tropical
biológico diverso y es la reserva de
naturaleza más grande de América
Central.
El parque internacional
fue creado el 2 de septiembre de 1988 y en
el año de 11000 fue declarado por la
UNESCO como “Sitio Patrimonio de la Humanidad”.
En 1998 fue declarado como “Reserva de la
Biosfera” y en el 2000 fue declarado como
“Corredor Biológico Mesoamericano”.
Hasta ahora los estudios
realizados dentro del PILA, indican que existen
285 especies de aves; de los cuales 27 son
endémicas binacionales de tierras altas,
y 2 de tierras bajas, 23 migratorias y 12
protegidas por la ley 24 de vida silvestre.
En el lugar se encuentran
84 especies de mamíferos, 31 especies
de ranas y sapos, 1 especie de salamandra,
una serpiente endémica conocida como
Verrugosa (Lechesis muta).
El promedio de la temperatura
en la zona de vida va desde los 0° C hasta
los 36°. La precipitación pluvial
va desde los 2,500 mm hasta los 5,000 mm anuales.
Los principales objetivos
para la conservación del parque son
proteger la gran biodiversidad biológica
de una de las zonas más ricas en fauna
y flora del país, salvaguardar las
cuencas hidrográficas que existen en
la zona y promover la investigación
científica en la zona del parque.