Junio 4, 2010
La falta de justicia ambiental ante los problemas
ambientales que afectan al planeta y a todos
los seres vivos que formamos parte de éste,
tales como el derrame
petrolero en el Golfo de México, el
cambio climático en aumento y la degradación
y contaminación de los ecosistemas,
con los impactos a la salud y al entorno que
generan, nos llama a conmemorar el Día
mundial del medio ambiente con una clara demanda:
necesitamos una ley de responsabilidad ambiental.
Por ahora, la pasividad política para
enfrentar estos problemas y la ausencia de
justicia ambiental no nos deja nada que celebrar
ni celebrarle a las políticas ambientales.
Por el contrario ha conducido a las comunidades
a organizarse para preservar lo que las autoridades
no son capaces de cuidar.
Una colonia de pelícanos
cafés anida en Cat Island, muy cerca
de las costas de Louisiana, las cuales han
sido afectadas por el derrame de petróleo
de la BP en el Golfo de México.
"En este día, Greenpeace pone
en la discusión un tema fundamental:
la falta de justicia ambiental. No sólo
tenemos un gobierno y un legislativo subordinados
a los intereses privados, no sólo tenemos
una alta degradacción y destrucción
ambiental... además de todo eso, resulta
que cuando quienes intentan proteger el medio
ambiente buscan acceso a la justicia, se topan
con corrupción, negligencia, desinterés
y complicidad con las industrias que buscan
ganancias sin importar la salud ni el medio
ambiente", afirmó Patricia Arendar,
directora de Greenpeace México.
Los casos por excelencia
en esta materia son el de las comunidades
de Apaxco y Atotonilco de Tula, que se vieron
obligadas a cerrar por sí mismas Ecoltec,
la empresa que estaba afectando la salud pública
de la región, y el caso de Minera San
Xavier, donde la comunidad ha ganado todas
las instancias jurídicas para evitar
la minería de tajo a cielo abierto
y, sin embargo, la empresa, protegida por
las autoridades ambientales, continúa
arrasando con el cerro de San Pedro y contaminando
las aguas de la región.
Casos como éstos hay en todo el país
y tarde o temprano se vuelven motivo de criminalización
de las protestas que llevan a cabo comunidades
y activistas.
Es por eso que Greenpeace
demanda una ley de responsabilidad ambiental
que incluya los siguientes principios básicos:
1.Quien contamina, paga.-
La prevención, reparación y
restauración de daños debe ser
el pilar de los procesos productivos.
2.Principio de precaución.- Cuando
haya peligro de daño grave e irreversible,
la falta de certeza científica no deberá
utilizarse para retrasar la adopción
de medidas para impedir la degradación
del medio ambiente.
3.Definición de daño.- Debe
incluir la pérdida, deterioro, menoscabo,
afectación o modificación adversa
de hábitats y ecosistemas y el impacto
negativo a la salud humana.
4.Sobre el interés legítimo.-
El ambiente debe ser protegido por cualquier
persona, física o moral. Es esencial
reconocer interés jurídico a
personas, comunidades y ONG.
5.Sobre gastos y costos judiciales.- Los gastos
derivados de juicios por reclamación
de responsabilidad ambiental deben ser absorbidos
por cada parte, excepto que el demandante
pruebe su acción. En tal caso, el demandado
será condenado a pagar.
6.Sobre el nexo causal entre daño y
conducta.- Es importante que quien reclama
responsabilidad por daño al ambiente
o a la salud no tenga qué acreditar
plenamente la relación causal. Es esencial
aceptar la probabilidad e incorporar la tentativa
mediante el reconocimiento de la teoría
del riesgo.
7.Cosa juzgada.- Las sentencias que absuelvan
al demandado no deberán ser consideradas
como cosa juzgada para el resto de la sociedad.
Es importante que varias personas, comunidades
u organizaciones puedan demandar sobre el
mismo daño y que no se considere cosa
juzgada.
8.Acción colectiva.- Es importante
generar un sistema que permita que más
afectados puedan demandar, así como
grupos interesados, toda vez que el daño
al entorno es de interés social.
9.Plazo para prescripción del ejercicio
de la acción.- Los plazos sobre la
acción de responsabilidad ambiental
deben prescribir muy a largo plazo, ya que
muchos efectos negativos al ambiente y a la
salud tardan en manifestarse
"La responsabilidad ambiental es un tema
fundamental para México, que sufre
un acelerado deterioro ambiental, no sólo
por degradación y sobreexplotación
de los ecosistemas, sino también por
la laxitud con que operan las industrias.
Es un tema de justicia social, de justicia
ambiental y de salud" concluyó
Patricia Arendar.
+ Más
Florida, a merced del derrame
en el Golfo
Reportaje - junio 7, 2010
El petróleo derramado por la plataforma
de British Petroleum en el Golfo de México
cumple 59 días... En este tiempo la
mancha viajó 80 km desde mar adentro,
para llegar a la costa de Venice, en Louisiana.
De ahí recorrió la zona costera
contaminando el delta del río Mississippi,
las playas de Alabama y ahora está
amenazando las blancas playas de la Florida.
En este tiempo Greenpeace ha documentado los
daños dejados por el crudo en aves
migratorias que viven en zonas de reserva,
como la de Grand Isle, en Louisiana, donde
los pelícanos, playas y el agua están
llenos de aceite del derrame. Esta zona es
de gran importancia económica por la
actividad pesquera y turística que
ahí se desarrolla...
Está muy cerca de
Port Fourchon donde hace unas semanas unos
activistas de nuestra organización
fueron arrestados por hacer una protesta pacifica
exigiendo a British Petroleum se haga responsable
por los daños totales que deje este
derrame que no para...
En la bahía de Barataria,
los pelícanos son seriamente afectados
por el petróleo derramado tras la explosión
de la plataforma Deepwater Horizon, de la
empresa inglesa British Petroleum. El derrame
ocurrió el 20 de abril a 80 km de la
costa de Venice, en Louisiana.
Sin embargo, Greenpeace,
junto con el biólogo Rick Steiner pudo
documentar los daños en Bird Island
y Grand Terre, también en Louisiana.
Bird Island es una reserva nacional de vida
silvestre en la que habitan cientos de pelícanos
que están en temporada de anidación,
muchos de ellos fueron afectados por el petróleo.
Pelícanos marrón, ave insignia
de Louisiana y pelícanos blancos intentan
asicalarse el crudo de entre sus alas, pero
sólo consiguen ingerirlo y enfermarse.
En Grand Terre, las cantidades
masivas de petróleo se han quedado
en la playa y cubren casi dos tercios de la
isla. En algunas partes el charco de petróleo
es superior a los 15 cm de espesor y tiene
casi un metro de largo por metro y medio de
ancho.
El fotógrafo y videógrafo
que acompañan a Greenpeace han sido
advertidos por las autoridades locales y por
empleados de BP de no acercarse a la playa
de Grand Terre, que a pesar de ser pública,
casi no tiene turistas, en vez de ello está
llena de trabajadores que están tratando
de limpiar el derrame petrolero.
Los delfines siguen cruzando
por las zonas donde está el derrame
y al momento no se les ha encontrado muertos,
pero esto no significa que no haya efectos
secundarios para estos mamíferos.
En equipo de Greenpeace
Estados Unidos estará en Pensacola,
Florida, documentando los impactos que deje
el derrame, que aún no está
en las playas, pero que amenaza cada vez más
con acercarse.