Los meteorólogos
advierten que este verano será más
cálido de lo normal, por lo que los
españoles jugaremos un partido clave
contra los incendios forestales
25 junio 2010
España — Greenpeace acaba de lanzar
un vídeo en el que convierte el césped
de un estadio fútbol en decenas de
cabezas de cerillas que se van prendiendo
hasta dejar el campo arrasado. Coincidiendo
con la celebración del Mundial de fútbol,
la organización ecologista quiere denunciar
que en los 90 minutos que dura un partido
de fútbol se quema en España
una superficie de bosque equivalente a 20
campos de fútbol.
En la última década
hemos tenido, sólo en España,
18.626 incendios forestales al año
de media, lo que implica una superficie quemada
de unas 123.441 hectáreas anuales.
Si hacemos una comparativa con estadios nos
encontramos con que en los últimos
diez años se han quemado en España
123.441 campos de fútbol al año.
Así que en el tiempo que durará
el próximo partido de fútbol
que veamos, “se quemará” en España
una superficie superior a veinte campos de
fútbol.
Ahora, con la llegada del
verano, el riesgo de incendios se multiplica,
y Greenpeace recuerda que en el 2009 España
tuvo el tercer peor registro en incendios
del decenio al quemarse 110.783 hectáreas.
La sociedad española
identifica los incendios forestales como uno
de los principales problemas ambientales que
afectan a nuestro territorio. Pero a pesar
de las enormes pérdidas económicas,
el daño ambiental, las decenas de fallecidos
y la alarma social producida por los incendios
de grandes dimensiones, todos los años
hay que lamentar descuidos, accidentes y otras
negligencias como origen de numerosos incendios,
además de los fuegos intencionados
y los provocados por pirómanos.
“En un verano que los meteorólogos
han avisado que será más cálido
de lo normal, Greenpeace hace un llamamiento
a toda la ciudadanía para que extreme
las precauciones, respete la prohibición
de hacer fuego en el monte y no cometa imprudencias
con herramientas, colillas, barbacoas, etc.”-
Ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable
de la Campaña de Bosques y Clima.-
“La sociedad española debe ganar la
batalla al fuego en el monte y este verano
se juega un partido clave”.
+ Más
Greenpeace pide al G8 y
al G20 que mantengan su promesa de acabar
con los subsidios a los combustibles fósiles
25 junio 2010
España — Los líderes del G8
y del G20 que se reúnen este fin de
semana en Canadá tienen la oportunidad
de poner fin a la adicción global a
los combustibles fósiles. Para ello
Greenpeace les pide que mantengan su promesa
de acabar con los subsidios a las grandes
petroleras y al carbón.
Greenpeace pide a los líderes
del G8 y del G20 que pongan fin a los 100
millones de dólares anuales que los
países industrializados dedican a subvencionar
la contaminación de los gigantes del
petróleo como BP así como a
los productores de arenas bituminosas. La
organización ecologista ha elaborado
una lista de demandas para los líderes
de ambas cumbres, que representan los mayores
emisores de gases de efecto invernadero del
mundo (1).
Mientras continúa
brotando petróleo de la plataforma
Deepwater de BP a las aguas del Golfo de México,
los líderes del G8 y del G20 siguen
apoyando a la industria de los combustibles
fósiles. Si se mantiene este apoyo
a una industria que ha demostrado primar los
beneficios sobre la seguridad y el cuidado
del medio ambiente, habrá más
desastres como el ocurrido en el Golfo de
México y cada vez nos acercaremos a
un cambio climático más irreversible.
Ambos grupos se reunieron el año pasado
y se comprometieron en la prevención
del cambio climático (G8) y en la eliminación
gradual de los subsidios a los combustibles
fósiles (G20).
"Es hora de que el
mundo deje de dar limosnas a los gigantes
del petróleo como BP y a los productores
de arenas bituminosas que están haciendo
verdaderos estragos en nuestro medio ambiente",
ha declarado Kumi Naidoo, director de Greenpeace
Internacional. "Ese dinero es necesario
para poner en marcha una revolución
energética y frenar los efectos más
catastróficos del cambio climático
y no se debe desperdiciar en engordar a las
compañías más ricas del
mundo y a sus accionistas. Cualquier duda
a la hora de actuar por parte del G8 y de
los jefes de Estado del G20 sería peligrosa
e inmoral".
100 mil millones de dólares
al año es exactamente la misma cantidad
de dinero que los países industrializados
prometieron dar en Copenhague para ayudar
a los países más pobres del
mundo a avanzar hacia un futuro basado en
energías limpias, para adaptarse al
cambio climático que devasta a sus
comunidades, y para salvar los bosques. Hasta
ahora, no se sabe de dónde sacar ese
dinero; es evidente que se está gastando
en otras cosas.
Para liderar al mundo en
la construcción de un futuro verde
para la energía - libre de vertidos
de petróleo, de arenas bituminosas
y diseñado para evitar los efectos
catastróficos del cambio climático
- el G20 debe crear las condiciones financieras
y reguladoras para el comienzo de una economía
verde basada en el ahorro, la eficiencia y
las energías renovables.
Además de recortar
los subsidios a los combustibles fósiles
y desviar fondos para financiar un futuro
con menos emisiones de carbono, Greenpeace
pide también a los líderes del
G8 que cumplan sus promesas de mantener el
aumento de la temperatura global por debajo
de los 2 °C.
En este momento, las promesas
de reducción de emisiones en el marco
del denominado Acuerdo de Copenhague son tan
insuficientes que lograrían un aumento
de la temperatura media global de 3 °C,
llevándonos al caos climático.
Greenpeace recuerda que el G8 puede y debe
actuar para cumplir con sus compromisos climáticos,
garantizando que las emisiones de gases de
efecto invernadero lleguen a su máximo
para 2015 y sucesivamente, caigan más
cerca posible a cero para el año 2050,
los niveles de 11000.
Greenpeace estará
en la cumbre del G20 en Toronto, como observador
de la reunión y para instar a los políticos
a que actúen de forma contundente.
"¿Queremos ser
la generación que rompa la adicción
a los combustibles fósiles de una vez
por todas y que dé comienzo a una verdadera
revolución energética?",
preguntó Naidoo. "Ésta
es una oportunidad para los líderes
en el G8 y del G20 para que aprovechen el
momento y abran el camino".
Notas
(1) Lista de de las demandas y hojas informativas
para las Cumbres en (en inglés)
http://www.greenpeace.org/international/en/publications/reports/G8G20-documents/
+ Más
Greenpeace lamenta que la
reunión de la CBI en Agadir no haya
logrado un acuerdo para detener la caza de
ballenas
Tras dos días reunida
a puerta cerrada, la Comisión Ballenera
Internacional (CBI) ha pospuesto la decisión
de reabrir la caza comercial de ballenas al
año que viene
24 junio 2010
España — La Comisión Ballenera
Internacional (CBI) en su reunión número
62, que termina mañana en Agadir (Marruecos),
no ha sido capaz de tomar la decisión
de detener la caza de ballenas en las sesiones
previas a su clausura y ha pospuesto la decisión
de reabrir la caza comercial de ballenas a
la reunión del año que viene.
Para Greenpeace, esta resolución sólo
alarga un año más la posible
extinción de las ballenas. Por ello,
la organización ecologista reclama
el cese inmediato de su caza.
"Después de
un año de discusiones en la CBI, el
único resultado ha sido un año
más de prórroga para alargar
las negociaciones” ha declarado Junichi Sato
director de Campañas de Greenpeace
Japón, quién se enfrenta a 18
meses de cárcel por denunciar el tráfico
ilegal de carne de ballenas en Japón
(1). “Mientras tanto, la sangre de miles de
ballenas se derrama debido a que Japón,
Noruega e Islandia siguen cazando estos cetáceos
para fines comerciales con total impunidad".
La asociación ecologista
denuncia que los gobiernos que han participado
en la CBI han mantenido las reuniones a puerta
cerrada, ocultando así las negociaciones
y dejando a las ballenas con un futuro incierto.
Sin embargo, países como Japón
aprovecharán este año para seguir
realizando la supuesta caza “científica”
en el Santuario de la Antártida.
El vicepresidente de la
Comisión Ballenera Internacional, Anthony
Liverpool, ha señalado que "las
posiciones fundamentalistas se han mantuvieron
aparte en las negociaciones". Sin embargo,
Japón, que mata a la mayoría
de las ballenas, insiste en que su caza es
para la investigación científica.
Greenpeace denunció hace dos años
que la carne de ballena llega más a
los restaurantes que a los laboratorios. Junichi
Sato y Toru Suzuki, dos activistas de Greenpeace,
se enfrentan a 18 meses de prisión
por hacer públicos estos hechos. Durante
más de treinta años, Greenpeace
ha luchado para acabar con la caza comercial
de ballenas y seguirá haciéndolo
hasta que se prohíba (2).
"Ha llegado el momento
que los gobiernos a favor de la conservación,
como el español, vayan más allá
de la retórica y arriesguen hacia una
política más activa” ha declarado
Celia Ojeda, responsable de Océanos
de Greenpeace. “Es el momento de una acción
política real que ponga fin a la caza
científica de Japón en el Santuario
de la Antártida y a la caza comercial
de Noruega e Islandia. Hablar sin acción
es sólo eso: hablar".
Además, esta reunión
ha estado envuelta en una gran polémica
por la posible condena de 18 meses de prisión
de Junichi y Toru por demostrar las ilegalidades
del Gobierno japonés y por las evidencias
de que Japón está dispuesta
a todo por mantener esta cacería sin
sentido, insistiendo en que esto esta matanza
es científica, pagando sobornos y votos
en la CBI. Greenpeace demanda que se acabe
con la caza en el Santuario Ballenero de la
Antártida y que se prohíba el
comercio internacional de carne de ballena
y sus derivados.
Notas:
(1) http://www.greenpeace.org/espana/campaigns/oceanos/biodiversidad-marina/que-es-una-ballena/whale-meat-scandal
(2) Documento que incluye
los seis puntos fundamentales para la Propuesta
de Decisión de Consenso de la CBI:
http://www.greenpeace.org/espana/reports/100618-1
+ Más
Greenpeace apoya el rechazo
unánime de las Cortes de Castilla y
León al cementerio nuclear
El cambio de postura de
la Junta de Castilla y León, que ha
criticado el proceso del ATC por “oscurantista”,
refleja el fracaso del proyecto del Ministerio
de Industria
24 junio 2010
España — Greenpeace se felicita por
el reciente cambio de postura de la Junta
de Castilla y León sobre el cementerio
nuclear, que ha posibilitado la aprobación,
hace escasas horas, por unanimidad en las
Cortes de Castilla y León de una resolución
que rechaza de forma clara y rotunda la instalación
del Almacén Temporal Centralizado (ATC)
de residuos nucleares en esta comunidad autónoma.
La Resolución adoptada manifiesta “la
absoluta oposición” de las Cortes a
esta posibilidad.
Ayer mismo, 24 horas después
de que Greenpeace, la Plataforma Anticementerio
Nuclear Tierra de Campos Viva, y la Plataforma
Antinuclear Norte de Palencia entregaran en
la Presidencia de la Junta de Castilla y León
más de 17.000 firmas contra el ATC,
el presidente Juan Vicente Herrera –durante
el Debate sobre el Estado de la Región–
aseguró que no permitirá "de
ninguna manera" la instalación
del ATC en su comunidad autónoma. Herrera
afirmó que: "Basta de tomaduras
de pelo. La Junta dice 'no', de ninguna manera,
a la instalación del ATC".
Hoy, la portavoz del PP
en las Cortes, María Jesús Moro,
calificó el proceso emprendido por
el Ministerio de Industria para adjudicar
al ATC de “oscurantista” y afirmó,
con respecto al mismo, que: "Permite
vender a los municipios diciendo: te vamos
a dar mucho dinero, acepta y luego veremos
que viene después".
Greenpeace coincide plenamente
con esa valoración del proceso seguido
por el Ministerio de Industria, motivo por
el cual ha presentado un recurso contencioso-administrativo
ante la Audiencia Nacional, ya aceptado. El
proceso vulnera claramente el Convenio Aarhus,
un convenio internacional, adoptado por la
Unión Europea, y ratificado por España
en 2005, y que regula la participación
del público en materia ambiental.
“La ya clara oposición
de la Junta de Castilla y León al cementerio
nuclear y la tajante resolución de
las Cortes castellano-leonesas en ese sentido,
son una nueva demostración del amplio
rechazo institucional, político, territorial
y social a este proyecto del ministro Miguel
Sebastián”, ha declarado Carlos Bravo,
responsable de la Campaña de Energía
Nuclear de Greenpeace.
Greenpeace demanda también
al Ministerio de Industria la eliminación
inmediata de Congosto de Valdavia, Santervás
de Campos y Melgar de Arriba de la lista de
municipios candidatos a albergar el cementerio
nuclear centralizado, candidaturas sobre las
que, además, recaen estas graves irregularidades:
Congosto de Valdavia (Palencia):
su candidatura viola las normas urbanísticas
municipales puesto que su artículo
100 impide que se pueda instalar un almacén
de residuos radiactivos en los términos
del municipio.
Santervás de Campos
y Melgar de Arriba (Valladolid): existen pruebas
que demuestran que algunos concejales partidarios
al cementerio nuclear están ofreciendo
sus propios terrenos para ubicar en ellos
la instalación, al mismo tiempo que
se aseguran una remuneración tres veces
superior a lo que establece el mercado por
ese suelo rústico.
Para Greenpeace estos hechos son una demostración
inequívoca de que el proceso ideado
y puesto en marcha por el Ministerio de Industria,
además de fomentar la falta de transparencia
y la desinformación, ha estimulado
comportamientos ilegales y la especulación
urbanística, al tentar a los alcaldes
con dinero público.
Por último, la organización
ecologista quiere señalar que la Junta
de Castilla y León se equivoca al tratar
de mantener abierta la obsoleta y peligrosa
central nuclear de Garoña, cuyo cese
definitivo está fijado para 2013. “La
Junta debería abandonar su apuesta
por una energía tan sucia y peligrosa
como la nuclear y avanzar hacia una Castilla
y León 100% renovable”, ha concluido
Bravo.