Reportaje - noviembre 11,
2010 - El aumento de casi medio grado centígrado
en la temperatura del Golfo de México,
que se ha registrado en décadas recientes,
está amenazando seriamente a los ecosistemas
de arrecifes de la zona, en particular los
que se encuentran en el Banco de Campeche,
que se están cocinando y blanqueando,
lo que afecta la biodiversidad marina de la
región.
Científicos mexicanos,
abordo del Arctic Sunrise, estudian los efectos
del calentamiento global sobre los arrecifes
de campeche.
El aumento en la temperatura en el mar es
uno de los varios problemas que afectan a
los arrecifes y, a pesar de ello, existen
muchos vacíos y omisiones en la conservación
de estos ecosistemas marinos. Según
la Unión Internacional para la Conservación
de la Naturaleza (IUCN), la zona de arrecifes
de Cayo Arcas concentra cerca del 25 por ciento
de las especies amenazadas, por ello la necesidad
de protegerlos cuanto antes, para evitar que
se colapsen y, junto con ellos, el resto de
los océanos.
Ante esta situación,
Greenpeace está realizando una investigación
submarina a bordo del Arctic Sunrise, en la
que participan los investigadores mexicanos
Héctor Reyes Bonilla y Arturo Ayala,
de la Universidad de Baja California Sur,
para conocer cuál ha sido el efecto
de las altas temperaturas del océano
en el metabolismo de los corales y que produce
el fenómeno conocido como blanqueamiento.
Esta pérdida de coloración de
las colonias ocurre como resultado de la muerte
de las microalgas que habitan el interior
de los tejidos coralinos y que mantienen una
relación benéfica mutua en la
que eliminan desechos nitrogenados del coral
y le proporcionan nutrientes.
Los arrecifes de coral son
los bosques de los océanos: absorben
cerca del 20 por ciento del dióxido
de carbono (CO2), que es uno de los principales
gases de efecto invernadero (GEI) que hay
en la atmósfera y sin ellos habrá
mayor concentración de CO2 y mayor
calentamiento global.
Como las personas, los océanos
sufren las consecuencias de las enormes emisiones
de CO2 que produce la humanidad. Los sistemas
arrecifales son termómetros de lo que
está pasando con el clima en el planeta
y su blanqueamiento y colapso obliga a refrendar
el sentido de urgencia que hay para que los
países lleguen a la brevedad a un verdadero
acuerdo justo, ambicioso y obligatorio para
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El estado de los ecosistemas marinos mexicanos
es también una razón para exigir
que en la COP16, que se llevará a cabo
en Cancún del 29 de noviembre al 10
de diciembre, los países lleguen a
acuerdos concretos para disminuir las emisiones
de gases de efecto invernadero a la brevedad.
¿Por qué investigar
los corales del Golfo de México?
Héctor Reyes Bonilla,
investigador de la Universidad Autónoma
de Baja California Sur, que participa en la
expedición de Greenpeace explica que
en las próximas dos décadas
se espera que la parte noreste y sur del Golfo
de México se presenten elevaciones
térmicas de entre 0.7° y 1.0°
C. Estas cifras pueden parecer poco relevantes,
pero hay que considerar que los corales ya
están viviendo cerca de su límite
de tolerancia termal, y ello hace que el calentamiento
de las aguas los lleve a cruzar el umbral
de blanqueamiento, que equivale a 1°C
por encima de la temperatura promedio del
mes más cálido. Bajo esa óptica
es posible sugerir que para el año
2050 el fenómeno de blanqueamiento
podría presentarse de manera crónica
en el Golfo de México impidiendo el
desarrollo adecuado del ecosistema arrecifal.
En esta investigación
del Arctic Sunrise en el Banco de Campeche,
se analizará el ADN (material génético)
de las algas benéficas para los corales,
a fin de clasificar los tipos de microalga
encontrados y así saber qué
tan vulnerables son los arrecifes de Campeche
ante el aumento en la temperatura del mar.
Los científicos esperan
que para el 2050 la temperatura siga en aumento,
y que para entonces las partes noreste y sur
del Golfo de México sean en promedio
de 1.5° a 1.8°C más cálidas
que en 2009 y esto hará más
vulnerable al Sistema Arrecifal Veracruzano.
La zona norte del Banco de Campeche sufrirá
relativamente menos afectaciones (elevación
termal menor a 0.5°C en 40 años
desde el presente), aunque sitios como Cayo
Arenas podrán ser ya al menos 1°C
más cálidos que en la actualidad.