¡Estamos de aniversario!
Hace tres años que se inició
la campaña de consumo de pescado de
Greenpeace en España y con ello el
trabajo directo con los principales distribuidores
españoles (LIDL, Carrefour, Alcampo,
Eroski, Mercadona y El Corte Inglés).
Una fecha tan señalada
siempre invita a la reflexión: ¿qué
hemos logrado? ¿ha sido suficiente?
¿qué más se puede hacer?
Con este objetivo hemos lanzado el informe
“Consumo responsable de pescado: avances y
asignaturas pendientes de los grandes distribuidores”.
La campaña se inició
en octubre de 2007 y en aquel momento ninguno
de los distribuidores contaba con una política
pública de compra sostenible de pescado.
Es más, algunos ni siquiera habían
oído hablar sobre los graves problemas
que causan en los océanos y en los
recursos pesqueros la sobreexplotación
y las técnicas de pesca destructivas.
Poco a poco, paso a paso, hemos ido abriendo
puertas de despachos para explicar a responsables
y directivos que los consumidores sí
se preocupan por la sostenibilidad de los
productos que compran y que deben actuar en
consecuencia, aportando mayor cantidad de
información, y adquiriendo políticas
de compra sostenibles.
En estos tres años
de trabajo se han conseguido avances y algunos
compromisos. Todas las grandes superficies,
exceptuando El Corte Inglés, han retirado
de su oferta el atún rojo. Algunas,
como Alcampo y LIDL han retirado además
otras especies de la Lista Roja de Greenpeace
como tiburones o gallinetas. Estos dos últimos
supermercados también han publicado
en este año su política de compra
sostenible. Carrefour cuenta con esta política,
aunque no la ha hecho pública, y apoya
proyectos locales de pesca artesanal. Eroski
ha anunciado que incorporará a su oferta
fuentes alternativas de pescado. Mercadona
ha incorporado mejoras en el etiquetado.
A pesar de estos avances,
en el último Ranking de Supermercados
de Greenpeace publicado en mayo de 2010, tan
sólo LIDL y Carrefour pasaban con un
aprobado raspado. Esto indica que aún
queda mucho por hacer para que estos supermercados
pasen la prueba con nota.
Si miramos fuera de nuestras
fronteras, se han logrado importantes avances.
Por ejemplo, Sainsbury (Reino Unido) ofrece
sólo bacalao de línea, Spar
(Austria) ha retirado todo el atún
claro y Loblaws (Canadá) ha eliminado
de su oferta tiburones y bacalao de profundidad
dejando, literalmente, vacío el espacio
que antes ocupaban, para concienciar a sus
compradores.
Este movimiento hacia un
consumo de pescado más sostenible va
aumentando, extendiéndose hacia otros
sectores como la hostelería. Cada vez
hay más países que se suman
a la campaña de Greenpeace, algunos
grandes consumidores de pescado como Japón.
Es importante que el trabajo continúe
y que los supermercados españoles no
se queden atrás.
¡Pídele a tu
supermercado que continúe trabajando
por la sostenibilidad de los océanos
y que sus compromisos no se queden solo en
palabras!
+ Más
¿Biocombustibles?
Atención Gobierno, tenemos un problema
Los biocombustibles parecían
una buena idea. Bueno, mientras no cambien
las tornas deberíamos llamarlos agrocombustibles.
Primero para evitar la perversión de
los prefijos eco y bio, ya suficientemente
manidos. Y segundo, porque las previsiones
del consumo de etanol y diesel procedentes
de cultivos agrícolas (soja, palma,
colza, jatropha, trigo, caña de azucar,
etc.) están lejos de convertirse en
una solución, para formar parte del
problema.
Y esto es precisamente lo
que el informe que presentamos hoy en la Unión
Europea afirma: España podría
emitir 9 millones de toneladas adicionales
de CO2 si se cumplen los objetivos españoles
de utilización de los agrocombustibles.
El informe ha sido encargado
por una coalición europea de organizaciones
ecologistas y de desarrollo: ActionAid, BirdLife
International, ClientEarth, European Environmental
Bureau, FERN, Friends of the Earth Europe,
Greenpeace, Transport & Environment, Wetlands
International). Su elaboración ha corrido
a cargo del Institute for European Environmental
Policy (IEEP) y en sus páginas se incluye
los impactos debidos al cambio indirecto del
uso de la tierra que provocarían los
agrocombustibles.
Este estudio es, hasta la
fecha, la evaluación más realista
sobre los verdaderos impactos de los objetivos
obligatorios de agrocombustibles de la UE.
El estudio llega en un momento clave para
la política de agrocombustibles de
la UE, ya que la Comisión Europea tiene
que informar sobre cómo dirigir y minimizar
estas emisiones al final del año.
El informe concluye que
sería necesario convertir en campos
de cultivo y plantaciones una superficie equivalente
a 1,5 veces la superficie cultivable de España.
La apuesta europea por obtener combustibles
para el transporte a partir de cultivos alimentarios
pone en peligro los bosques, los ecosistemas
naturales y las comunidades del Sur.
Si hacemos las cosas bien,
los agrocombustibles podrían ayudar
en la tarea de no agravar el cambio climático.
Pero, no nos engañemos, el verdadero
reto es reducir la movilidad motorizada y
garantizar que los agrocombustibles se obtienen
con materia prima autóctona, sin impactos
ambientales y sociales negativos.
+ Más
Aquellos maravillosos años
de Obama
Obama ha visitado Indonesia,
el país donde pasó cuatro años
de su niñez. Desde esos años,
millones de hectáreas de selva tropical
y turberas han sido destruidas. Y es que Indonesia
tiene la tasa más alta de deforestación
del Planeta. Ya ha perdido el 72% de sus bosques
primarios. Por ello, las selvas tropicales
de Indonesia y sus turberas son una prioridad
para nuestra organización.
Obama ha anunciado un plan
de financiación para la protección
de las selvas que seguramente llego a conocer.
Pero este apoyo es pobre. Desde Greenpeace
reclamamos un incremento en el apoyo financiero
para Indonesia para combatir la deforestación
y reducir sustancialmente las emisiones de
gases de efecto invernadero que posicionan
a Indonesia, como el tercer país emisor
después de China y Estados Unidos.
Nuestros compañeros
de Indonesia han dado la bienvenida a esta
cooperación entre los EE.UU. e Indonesia,
pero además de aumentar estos fondos,
EE.UU. debe asegurar que el dinero no se malgasta
y que se prioriza la protección de
las selvas tropicales, los pantanos de turberas
(grandes almacenes de carbono) y el bienestar
de las comunidades que dependen de ellas.
Debe ir haciendo los deberes
para que en las próximas negociaciones
en la Cumbre climática de Naciones
Unidas que tendrá lugar en Cancún,
se establezca una moratoria a nuevas concesiones
para plantaciones, incluyendo las ya asignadas
a empresas. De esta manera se aumentaría
la productividad en áreas deforestadas
para la plantaciones de aceite de palma y
forestales destinadas a papel. Esto revertiría
positivamente en la economía del país
y en las personas.
Así se lo hemos dicho,
desplegando una pancarta para hacerle llegar,
una vez más, nuestras demandas. “Corta
las emisiones, no las selvas”.