Publicado el 08 noviembre
2010
Los resultados de una investigación
periodística internacional publicados
este fin de semana sobre el mercado negro
del atún rojo del Atlántico
oriental y Mediterráneo –valorado en
unos 4.000 millones € en el último
decenio- confirman las denuncias de WWF. El
informe saca a la luz la grave falta de control
de esta pesquería,
con numerosos casos de violación de
las cuotas, ausencia de declaraciones, uso
de vuelos ilegales de apoyo, gran número
de capturas de juveniles y casos en los que
los propios gobiernos no han declarado las
capturas.
Un grupo de 12 periodistas
independientes del International Consortium
of Investigative Journalists (ICIJ), con sede
en Washington, han estado trabajando por todo
el mundo durante 8 meses en el seguimiento
de la pesquería de atún rojo
y su mercado. Los hallazgos de esta investigación
llegan apenas una semana antes de que comience
la reunión anual de la Comisión
Internacional para Conservación del
Atún Atlántico (ICCAT, en sus
siglas en inglés) en París,
donde los gobiernos deberán aprobar
medidas decisivas para el futuro de esta especie
amenazada.
“Las revelaciones realizadas
en importantes medios internacionales este
fin de semana, como la BBC y El País,
confirman las denuncias que WWF ha realizado
durante la última década sobre
la absoluta falta de control de esta pesquería
a lo largo de su cadena de producción
y comercialización”: apunta Raúl
García, responsable de Pesquerías
de WWF España. Y añade: “este
alto nivel de ilegalidades supone que ningún
consumidor, empresa o gobierno puede estar
seguro de que el atún rojo ha sido
capturado y comercializado de manera responsable,
ya que toda la cadena está bajo sospecha.
Los políticos que se reúnen
en París tienen el poder de detener
esta barbaridad de una vez. No pueden seguir
escondiendo la cabeza ante este escándalo
internacional”.
El capitán de pesca
francés, Roger Del Ponte, comentó
a los investigadores de ICIJ sobre su trabajo
entre 1998 y 2007: “Todo el mundo estafaba.
Había normas pero ninguno las respetábamos”.
La investigación de ICIJ apunta que
la Administración pesquera francesa
ha tapado durante años las actividades
ilegales de su flota y declarado deliberadamente
capturas muy inferiores a las reales a la
UE e ICCAT.
Asimismo, datos obtenidos
de ICCAT por WWF confirman que ese incumplimiento
de las normas de la pesquería de atún
rojo del Mediterráneo ha sido una práctica
habitual también durante la campaña
de 2010.
Repetidamente ICCAT ha fallado
a la hora de atajar la pesca ilegal en el
Mediterráneo. Los descubrimientos de
la investigación del ICIJ muestran
el fracaso flagrante del nuevo “Documento
Estadístico de Captura de Atún
Rojo (BCD)”. Presentado por ICCAT como una
solución ante la falta de control,
el documento es descrito por el estudio “tan
plagado de lagunas que sus datos son casi
inútiles”.
Después de que esta
información haya visto la luz, no puede
haber una excusa para que la comunidad internacional
no suspenda la destructiva pesquería
industrial de cerco y las granjas de atún
que dependen de ella, ante el encuentro de
ICCAT, que se celebrará del 17 al 27
de noviembre.
WWF urge a los delegados
del ICCAT a que presten atención a
la llamada del informe de ICIJ y que saquen
el máximo rendimiento a la oportunidad
que se presenta en el encuentro de París
para establecer un verdadero plan de recuperación
para el atún rojo del Atlántico
Oriental. Sus objetivos, establecer sólo
una pesquería artesanal limitada reduciendo
el total de capturas entre 0 y 6.000 toneladas
por año, hacer respetar las normas
de penalización por exceso de cuota
y establecer santuarios en los que esté
prohibida la pesca en zonas clave de reproducción
de la especie.
+ Más
WWF: Más de 1.000
tigres reducidos a pieles y huesos en la última
década
Publicado el 10 noviembre
2010
Cuando quedan apenas dos semanas para que
se celebre la Cumbre Mundial del Tigre en
Rusia, aparecen nuevas evidencias del enorme
impacto del comercio ilegal de este felino.
El informe de TRAFFIC (red de control del
tráfico ilegal de especies creada conjuntamente
por WWF y la UICN) refleja las capturas de
más de un millar de tigres en tan sólo
10 años, una cifra escandalosa si tenemos
en cuenta que representa una tercera parte
de los animales actualmente en libertad.
Cuando quedan apenas dos
semanas para que se celebre la Cumbre Mundial
del Tigre en Rusia, aparecen nuevas evidencias
del enorme impacto del comercio ilegal de
este felino. El informe de TRAFFIC (red de
control del tráfico ilegal de especies
creada conjuntamente por WWF y la UICN) refleja
las capturas de más de un millar de
tigres en tan sólo 10 años,
una cifra escandalosa si tenemos en cuenta
que representa una tercera parte de los animales
actualmente en libertad.
El informe de TRAFFIC ‘Reducidos
a piel y huesos’ muestra cómo, en los
últimos diez años, entre 1.069
y 1.220 tigres han sido capturados ilegalmente
en 11 de los 13 países asiáticos
en los que habita este felino en estado crítico
de extinción. El estudio llega a falta
de dos semanas para que dé comienzo
la Cumbre Internacional del Tigre. Auspiciado
por Rusia, el encuentro discutirá,
del 21 al 24 de noviembre, el Programa Global
de Recuperación del Tigre. Su objetivo:
multiplicar por dos el número de ejemplares
en libertad de cara a 2022.
El encuentro reunirá
a representantes de los 13 países en
los que existen poblaciones de tigre y contará
con organismos internacionales como CITES,
INTERPOL, la ONU, el Banco Mundial y la Organización
Mundial de Aduanas. El primer ministro, Vladimir
Putin, será el anfitrión.
Para dar a conocer este
problema, WWF ha puesto en marcha la campaña
online ‘Ruge por el Tigre’, en la que los
internautas pueden dejar sus rugidos –literalmente-
en forma de vídeo, foto o mensaje,
para expresar su inquietud por el futuro de
este felino.
El despiece de un animal
majestuoso
‘Reducidos a piel y huesos’
eleva la cantidad de tigres asesinados a una
media de 104 a 109 animales por año.
Las partes de tigre que
han sido incautadas van desde pieles completas
a esqueletos, huesos sueltos, carne, garras,
dientes o penes, que se usan para la fabricación
de amuletos, medicinas tradicionales y decoración.
De los 11 países,
India, China y Nepal son los que encabezan
la lista de países con más decomisos.
A India, con un total de entre 469 y 533 tigres,
le siguen China, con 116-124 tigres, y Nepal
con 113.130 tigres.
Nepal aparece como uno de
los núcleos del comercio ilegal, sirviendo
de país de tránsito para la
mercancía. Otros puntos calientes del
tráfico de estos animales son las fronteras
India-Myanmar, Malasia-Tailandia y Rusia-China.
Además, según
WWF, este informe refleja un aumento de las
capturas en Indonesia, Tailandia y Vietnam.
Un dato preocupante es el hecho de que muchas
de estas matanzas tienen lugar a menos de
50 km de áreas protegidas, como es
el caso de Western Ghats, Subndabans y Teraic
Arc. Ver mapa de distribución del tigre
Pauline Verheij, Responsable
del Programa de Comercio del Tigre de WWF
y autora del informe, afirma: “Teniendo en
cuenta que se capturan aproximadamente 100
tigres al año, sólo se puede
afirmar la especie está siendo aniquilada
de forma acelerada”.
Mike Baltzer, líder
de la Inciativa Tigres Vivos de WWF, dice:
“Es obvio que los esfuerzos para aplicar las
leyes contra el comercio ilegal están
resultando ineficaces e insuficientes. No
solamente es necesario un mayor número
de detenciones, sino que han de aumentar las
condenas ejemplarizantes para reflejar la
seriedad de los crímenes”
El informe realiza un análisis
de las causas de este declive en las poblaciones
de tigre, entre las que destaca la falta de
voluntad política, tanto nacional como
internacional, para proteger a estos animales.
Los autores coinciden en afirmar que es necesario
un compromiso de todos los sectores afectados
para unir fuerzas, creando una estrategia
global y transfronteriza, a todos los niveles,
que salve de la extinción a una de
las especies más legendarias de la
Tierra.
Datos sobre la situación
del tigre
En menos de un siglo la
población de tigres ha descendido de
100.000 ejemplares a 3.200 y han perdido el
83% de su territorio. Desde los años
40, tres especies han sido cazadas hasta su
total extinción: tigre del Caspio o
persa (Panthera tigris virgata), de Bali (Panthera
tigris balica) y de Java (Panthera tigris
sondaica) -. De otra especie más, el
tigre de Xiamen, en China, tan sólo
sobreviven unos 50 ejemplares en reservas
y zoológicos. WWF se ha propuesto dar
la vuelta a estas cifras con la campaña
Tx2 que pretende doblar el número de
ejemplares en libertad en 2022 y que este
año reúne a los gobiernos de
13 países y diversas organizaciones
internacionales.