Publicado el 19 noviembre
2010
Un informe de TRAFFIC (integrado por WWF y
la Unión por la Conservación
de la Naturaleza-UICN) desvela las atrocidades
del mercado negro de tigres a lo largo de
las fronteras de Myanmar, China y Tailandia
que han terminado con la vida de medio millar
de tigres en una década. El documental
Closing the Deadly
Gateway, que acompaña al informe, incluye
impactantes imágenes fotográficas
y de vídeo, así como entrevistas
con cazadores furtivos. El informe se publica
a dos días de que arranque la Cumbre
Internacional del Tigre en San Petesburgo
(Rusia), auspiciado por el primer ministro
Vladimir Putin, en la que se reunirán
los 13 países en los que existen poblaciones
de este felino.
El informe El comercio de
grandes felinos en Myanmar y Tailandia desvela
la importancia de los mercados callejeros
que se concentran en las fronteras de Myanmar,
China y Tailandia a la hora de facilitar el
comercio ilegal de tigres y otras especies
en peligro de extinción.
El estudio documenta, además,
gráficamente, las ventas de tigres
y otros grandes felinos en peligro de extinción,
incluyendo un león asiático
casi desaparecido en la actualidad. Durante
una década de investigación
en Myanmar y Tailandia, los científicos
han podido observar partes de tigres, leopardos
y otros grandes felinos que, en conjunto,
ascienden a casi medio millar de ejemplares.
Y este es tan sólo un pequeño
porcentaje de las cifras reales de animales
capturados
El documental Cerrando la
Puerta Mortal ilustra de forma estremecedora
el comercio ilegal reflejado en el informe.
Las imágenes de tigres descuartizados
y expuestos en mercados callejeros son una
muestra espeluznante de la terrible situación
en la que se encuentran estos felinos y la
creciente impunidad con la que operan las
redes de tráfico ilegal.
Los mercados provinciales
y tiendas en los pueblos de Mong La (Myanmar),
cerca de la frontera China, y Tachilek, en
la frontera Tailandesa, juegan un papel principal
en la distribución al por mayor de
partes de tigre, incluyendo pieles, huesos,
garras, penes y dientes. Los productos son
vendidos a turistas y visitantes chinos, o
bien transportados por carretera y por mar
a China y Tailandia para ser distribuidos
a otros mercados inernacionales.
El informe explica cómo
el tráfico de estos animales se realiza
a través de ciertas fronteras de Myanmar,
Lao PDR, Tailandia, Malasia, India e Indonesia,
atravesando zonas que no se encuentran directamente
controladas por los gobiernos nacionales,
al tratarse de zonas autónomas. Las
entrevistas realizadas a traficantes de especies
en estas áreas ‘grises’ revelan cuantiosos
márgenes de beneficios, autoridades
corruptas y ningún miedo ante unas
repercusiones legales altamente improbables.
El comercio de especies amenazadas se realiza
de forma descaradamente abierta. Por otra
parte el informe resalta que, aunque las comunidades
locales se encuentran en algunos casos involucradas,
raramente llevan las riendas del negocio.
En total, la población
de tigres en estado salvaje en el mundo ha
sufrido un alarmante descenso de más
de 1.000 ejemplares en la última década.
(VER MAPA DISTRIBUCIÓN DEL TIGRE) de
las cuales, casi la mitad se han producido
en esta zona, llamada Gran Mekong (Cambodia,
Lao PDR, Myanmar, Tailandia y Vietnam).
Para WWF, el comercio a
gran escala de este felino tan amenazado –apenas
quedan 3.200 en estado salvaje – supone la
mayor y más directa amenaza a la supervivencia
de la especie. Además, la zona entre
Myanmar y Tailandia es la región más
propicia para su recuperación.
La legislación sobre
conservación en Myanmar y Tailandia
son claras y contundentes, prohibiendo todo
tipo de tráfico ilegal de tigre y otros
grandes felinos. Pero la falta de aplicación
de las leyes, y la relajación de las
fronteras entre el norte de Myanmar y el sur
de China, han dado lugar a esta situación.
WWF pide a las autoridades
de los dos gobiernos que pongan en marcha
los mecanismos necesarios para hacer cumplir
la ley, y hace un llamamiento a los organismos
internacionales para que apoyen las medidas
que se acuerden en la próxima cumbre.
La organización espera que la convergencia
de los 13 países en Rusia suponga un
nuevo comienzo para el futuro del tigre, con
la erradicación del tráfico
ilegal en el centro de las negociaciones.
Inciativa Global Tigres
Vivos de WWF. Tx2 Doble o Nada
El proyecto de WWF, Global
Tiger Initiative, busca la concienciación
de la sociedad para conservar el tigre y frenar
su declive, consiguiendo un mayor apoyo de
gobiernos, empresas y particulares. Con la
ayuda de científicos, políticos,
formadores, donantes y expertos de todo tipo
se están creando nuevos mecanismos
que permitan proteger al tigre. Entre las
metas de la organización se encuentra
frenar la caza y el comercio ilegal, así
como aumentar la protección de sus
hábitats. A cambio se ofrecen argumentos
no sólo culturales, sino también
económicos, que favorezcan un cambio
de rumbo en el futuro del felino. Su objetivo:
conseguir duplicar la población actual
de tigre de cara a 2022, el próximo
Año del Tigre en el calendario chino.
El primer gran encuentro será en Rusia
a partir de mañana, con la participación
de los 13 países involucrados: Bangladesh,
Bután, Cambodia, China, India, Indonesia,
Lao PDR, Malaysia, Myanmar, Nepal, Rusia,
Tailandia y Vietnam. La campaña online
Ruge por el Tigre está centrando la
participación de miles de peronas en
todo el mundo.
¿Qué pide
WWF para salvar al tigre?
Invertir en la protección
de las zonas de alimentación más
importantes de la especie, incluyendo la formación
de agentes especializados.
Asegurar un número
suficiente de áreas protegidas para
los tigres en las que se mantenga constante
un suministro adecuado de presas (un tigre
necesita aproximadamente un ciervo de tamaño
mediano a la semana para sobrevivir).
Proteger los bosques y praderas
que forman los paisajes en los que habitan
los tigres. Incorporar la conservación
del tigre en las estrategias de desarrollo,
promoviendo actividades económicas
alternativas como el eco-turismo.
Frenar el tráfico
ilegal de tigres y de sus presas, incrementando
la efectividad de las persecución de
los delitos y las medidas disuasorias para
cazadores furtivos y traficantes ilegales.
Aumentar los equipos científicos
para medir, monitorizar y estudiar el tigre,
las poblaciones de presas y sus hábitats.
Poner en marcha planes de
mitigación del conflicto humanos-tigres,
como por ejemplo, la compensación en
el caso de muertes de ganado.
Asegurar presupuestos suficientes
para poner en marcha medidas necesarias para
proteger al tigre.
Asegurar que los beneficios
sociales y económicos de la conservación
del tigre se compartan con las comunidades
locales y otras partes involucradas.
Colaborar y cooperar en
programas transfronterizos en los que existen
poblaciones de tigres.
Datos sobre la situación
del tigre
En menos de un siglo la
población de tigres ha descendido de
100.000 ejemplares a 3.200 y han perdido el
83% de su territorio. Desde los años
40, tres especies han sido cazadas hasta su
total extinción: tigre del Caspio o
persa (Panthera tigris virgata), de Bali (Panthera
tigris balica) y de Java (Panthera tigris
sondaica) -. De otra especie más, el
tigre de Xiamen, en China, tan sólo
sobreviven unos 50 ejemplares en reservas
y zoológicos. WWF se ha propuesto dar
la vuelta a estas cifras con la campaña
Tx2 que pretende doblar el número de
ejemplares en libertad en 2022 y que este
año reúne a los gobiernos de
13 países y diversas organizaciones
internacionales.