Greenpeace celebró
la entrada en vigor, el pasado 1 de enero
de 2011, de una gran área de conservación
marina en el Pacífico occidental y
central, de 4.5 millones de km2, para evitar
la disminución de las poblaciones de
pez patudo y de atún aleta amarilla
en la región.
El área bajo protección
fue demarcada por ocho países insulares
del Pacífico, que son los más
ricos por la presencia de atún en sus
aguas territoriales, mediante el Acuerdo de
las Partes de Nauru (PNA), que se hará
cumplir a través de la concesión
de licencias a los buques de pesca de atún.
Apenas en diciembre pasado,
la comisión de pesquerías del
centro y oeste del Pacífico (WCPFC)
se opuso a un acuerdo para la protección
de estas áreas, debido al bloqueo de
la Unión Europea y Corea del Sur a
esta propuesta. Esto significa que por el
momento, 40 buques podrán alegar exención
legal de la medida de la PNA debido a un tratado
entre los Estados Unidos y 16 países
del Pacífico.
Los países de la
PNA también se han comprometido a reducir
la pesca en sus zonas económicas exclusivas
en un 30 por ciento para ayudar a la recuperación
de las regiones atuneras, evitar las presiones
de la sobrepesca y garantizar que el esfuerzo
de pesca no sea transferido a otras zonas
sin protección.
El siguiente paso para salvar
al atún en los países insulares
del Pacífico debe ser la prohibición
del uso de los dispositivos agregadores de
peces, ya que esto reduciría la captura
incidental, así como declarar las zonas
de alta mar, recién designadas como
zonas de veda, como reservas marinas totalmente
protegidas.
Greenpeace está trabajando
con minoristas en todo el mundo para presionar
a los gobiernos y a los organismos de gestión
de los océanos, para crear una red
global de reservas marinas que cubran el 40
por ciento de los océanos del mundo
y acordar una prohibición de los dispositivos
agregadores de peces, la reducción
de los niveles de pesca, así como la
creación de reservas marinas para garantizar
la recuperación de las poblaciones
de atún del Pacífico en el futuro.
Además está
trabajando con las tiendas de toda Europa,
Australia y el continente americano para aumentar
la cuota de mercado de atún sostenible
de origen.
+ Más
Protejamos el atún,
¡se está acabando!
Kaoshiung, Taiwán
– Como parte de la campaña en defensa
de los océanos que realiza Greenpeace
alrededor del mundo, activistas de esta organización
en Taiwán bajaron del Rainbow Warrior,
se acercaron en lanchas rápidas y se
anclaron a la cadena del Lung Yuin, un barco
factoría atunero, para demandar a la
Agencia de Pesca de ese país investigar
a los propietarios del buque, que aparentemente,
está violando las leyes al no registrar
sus operaciones tal como lo requiere la ley
taiwanesa.
La salida del Lung Yuin
que se dirigía hacia el Pacífico,
se retrasó durante varias horas hasta
que uno de nuestros activistas fue retirado
de la cadena del ancla por la policía
y fue arrestado. Ahora ha quedado en libertad
sin cargos pero el buque ha dejado el puerto
para comenzar con el saqueo del atún
en el Océano Pacífico, que acabará
a la venta en Japón, Taiwán
y los Estados Unidos.
El Rainbow Warrior se encuentra
en una gira por Asia del Este para exponer
la necesidad urgente de proteger la vida marina
en el Pacífico de las flotas pesqueras
industriales destructivas y la necesidad de
crear reservas marinas, es decir, áreas
de los océanos protegidas de la pesca
y otras actividades industriales.
La pesca industrial se encuentra
muy extendida en el océano Pacífico,
hogar de las pesquerías que proporcionan
aproximadamente el 60 por ciento de atún
del mundo. Los científicos han advertido
que el atún patudo del Pacífico
y las poblaciones de atún aleta amarilla
ya están en franco declive debido a
la sobrepesca legal e ilegal, y las flotas
de palangre, como el Lung Yuin en el Pacífico
están poco reguladas y con frecuencia
se dedican a la pesca pirata.
El gupo Taiwán Lungsoon,
propietario del Lung Yuin, cuenta con una
flota de trece buques de pesca de atún
con palangre, y con frecuencia ofrece atún
congelado al lucrativo mercado de sashimi
de Japón. También proporciona
atún a los Estados Unidos a las marcas
de atún enlatado Bumble Bee, Chicken
of the Sea y Starkist.
Buques factoría con
sistemas de refrigeración, como el
Lung Yuin, a menudo se utilizan como vehículos
de escape para el atún de contrabando
fuera de la región del Pacífico.
La transferencia ilegal de pescado en el mar
se cree que es habitual en el Pacífico,
donde se documentó por primera vez
en 2008 por esta organización ambientalista.
Greenpeace Asia Oriental
se ha unido a los grupos locales de Taiwán
para llamar la atención sobre la difícil
situación de los stocks de atún
y exhortar al gobierno de Taiwán para
apoyar los esfuerzos para defender nuestros
océanos y regular mejor su flota atunera,
una de las más grandes del mundo.
El agotamiento de las poblaciones
de atún del Pacífico ya se está
sufriendo en lugares como Taiwán donde
la pesca costera del atún ha caído,
los pescadores en pequeña escala han
empezado a obtener menos pescado y menos grande.
Las soluciones
Los consumidores y los distribuidores
de mariscos deben rechazar los productos no
sustentables de atún procedentes de
estas operaciones de pesca industrial. Es
hora de que los gobiernos actúen y
apoyen la pesca de atún sustentable.
Taiwán necesita mejorar
la regulación internacional para las
pesquerías de atún del Pacífico
y la creación de grandes reservas marinas
en la región. El esfuerzo pesquero
debe reducirse en un 50 por ciento junto con
una prohibición inmediata de la transferencia
de pescados en el mar.
Nuestros océanos
necesitan medidas de conservación ambiciosas
y eficaces. Es por eso que Greenpeace está
haciendo una campaña para una red global
de reservas marinas que cubren el 40 por ciento
de los océanos del mundo y para una
pesca más sustentable que opere fuera
de las reservas.