Publicado el 26 enero 2011
- Ecologistas en Acción, Greenpeace
y WWF han reclamado esta mañana en
una rueda d prensa en Sevilla que las Administraciones
implicadas en la restauración
de las balsas de fosfoyesos de Huelva garanticen
que la zona se restaurará correctamente
y que no se dejará este lastre para
las generaciones futuras.
Después de 40 años
de vertidos, las organizaciones ecologistas
se han felicitado por su cese el pasado 31
de diciembre. Sin embargo, consideran que
la situación merece el compromiso de
todos para que estos “residuos industriales
tóxicos y ligeramente radiactivos”
–como los ha definido Bruselas – no queden
acumulados para siempre en las marismas. Ecologistas
en Acción, Greenpeace y WWF recuerdan
que ahora existe una oportunidad para gestionarlos
correctamente, ya que Fertiberia, la principal
empresa responsable, tiene medios económicos
más que suficientes para hacerlo.
La solución de ingeniería
propuesta por el Ministerio de Medio Ambiente
y la Junta de Andalucía descarta la
eliminación de los residuos y pretende
únicamente controlar y estabilizar
la situación actual. Las ONG consideran
que esto es a todas luces insuficiente y que
parece estar más adaptado a los planes
de la empresa que a lo que los ciudadanos
y el medio ambiente onubense necesitan. Los
ecologistas recuerdan que esta medida ya se
realizó hace años en una parte
de la zona de vertido y actualmente se muestra
inútil para aislar del agua y la erosión
a los fosfoyesos, que siguen vertiéndose
a la ría del Tinto. Resulta evidente
que “el caso de contaminación industrial
más grave de Europa” no puede solucionarse
con una simple capa de tierra.
Deslocalización del
problema
Aunque en Huelva ya no se
viertan fosfoyesos, las ONG recuerdan que
la empresa compra el material ya procesado
en Marruecos (según diversas fuentes
en el Sáhara Occidental), donde sus
residuos son arrojados directamente al mar.
Fertiberia, como empresa europea, debe ser
responsable y exigir buenas prácticas
también a sus proveedores.
El cese de los vertidos
también debería suponer una
oportunidad para generar nuevos empleos verdes
en Huelva. “Fertiberia debe elaborar un plan
de empleo para que los trabajadores afectados
participen en las tareas de descontaminación.
Este plan ha sido exigido en varias ocasiones
al Gobierno andaluz sin haber obtenido todavía
una respuesta”, ha declarado Miren Gutiérrez,
directora ejecutiva de Greenpeace.
“WWF exige que los terrenos
sean devueltos a su estado original como marisma,
para lo que no es suficiente el proyecto de
recuperación actual, y que el coste
sea íntegramente asumido por la empresa
que ha contaminado la marisma desde hace cuatro
décadas”, ha declarado Juan Carlos
del Olmo, Secretario General de WWF España.
“Habrá que descontaminar
la zona y establecer un sistema permanente
de vigilancia de la contaminación del
suelo, el aire y el agua, que sea accesible
al público. Por ello, la solución
propuesta de cubrir con tierra y otros materiales
los fosfoyesos está totalmente desaconsejada
y supone la peor de las alternativas posibles
en cuanto a la descontaminación”, ha
concluido Francisco García de Ecologistas
en Acción en Huelva.