Publicado el 31 enero 2011
- WWF denuncia que, en el año que se
cumple el 40º Aniversario del Convenio
Internacional Ramsar que protege los mejores
humedales del mundo, aún no están
concluidos los instrumentos legales de gestión
que protejan las Tablas de Daimiel. Por ello,
a pesar del espejismo
actual de las Tablas inundadas de agua, la
organización recuerda que estos episodios
de bonanza sólo ocurren cada 14-16
años (el último en 1997). Por
el contrario, la sequía causa graves
problemas en el PN, como la pérdida
de biodiversidad, la invasión de la
vegetación terrestre, la contaminación
del humedal y el incendio de la turba impermeable
de la cubeta, que ya hizo saltar las alarmas
a finales de 2009.
La precaria situación
de este humedal se debe a la desecación
directa y la sobreexplotación de los
recursos hídricos subterráneos
por una agricultura de regadío, prioritaria
en esta zona. Los planes de uso y gestión
que exige WWF deberían corregir estos
impactos y disminuir las extracciones de agua
del regadío, algo que el gobierno de
Castilla-La Mancha no apoya con su política
agraria. Un ejemplo de ello es el actual aumento
de la viña regada en espaldera que,
con cerca de 90.000 ha, actualmente supera
a la tradicional de secano en esta zona, que
no llegaba a las 80.000.
Hace un año, las
abundantes lluvias caídas en toda la
Península dieron un respiro a Daimiel,
tras un largo período de fuertes sequías
que se prolongaban desde 2004 hasta finales
de 2009. Durante este tiempo, las denuncias
de las organizaciones ecologistas forzaron
la amenaza de la UNESCO de desclasificar este
PN como Reserva de la Biosfera si no se cumplían
una serie de requisitos de gestión
y definición de Daimiel. Este organismo
internacional también exigía
que se empezaran a notar ascensos en los niveles
de agua del sobreexplotado acuífero
23, que alimenta al humedal.
Como consecuencia, el Gobierno
central, el de Castilla-La Mancha y el Comité
MAB (Men and Biosphere) español acordaron
que se debía redactar el Plan de Gestión
y la delimitación de la Reserva de
la Biosfera de La Mancha Húmeda, a
la que también pertenece Daimiel. Sin
embargo, las abundantes lluvias de 2010 parecen
haber paralizado el proceso administrativo
y de información pública.
Un año después,
el Plan de la Reserva de la Biosfera y el
Plan Rector de Uso y Gestión del Parque
siguen sin aparecer. Al mismo tiempo, el Plan
Especial del Alto Guadiana (PEAG), puesto
en marcha por el gobierno central para recuperar
el acuífero, comprando derechos de
agua y regularizando a ilegales, no da los
frutos que prometía. Además,
la falta de inversiones del Gobierno central
y la reticencia de los regantes a vender sus
derechos están haciendo que el Plan
esté de facto paralizado y se siga
extrayendo el doble de agua de lo que establece
el PEAG para alcanzar la recuperación
de Las Tablas de Daimiel.
WWF recuerda que es imprescindible
que la Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural
y Marino, Rosa Aguilar, exija a Castilla-La
Mancha la finalización y aplicación
de los instrumentos de gestión que
pueden salvar Las Tablas a medio y largo plazo.
Según Eva Hernández,
Responsable del Programa de Aguas de WWF España:
“Desde WWF nos preocupa la falta de previsión
de la administración de Castilla-La
Mancha porque se sigue actuando como si Daimiel
ya se hubiera salvado, sin poner en marcha
todas las medidas disponibles y sin atajar
el problemas de los pozos ilegales que van
sangrando al Parque Nacional”.
Reconoce WWF decisión de reabrir cruce
fronterizo en el complejo de áreas
protegidas del Big Bend
WWF reconoció la decisión del
Departamento de Aduanas y Protección
Fronteriza de los Estados Unidos, anunciada
por el Comisionado Alan Bersin el pasado 6
de enero, de reabrir en abril del 2012 el
punto de cruce fronterizo del Cañón
de Boquillas, localizado en la frontera entre
Texas y Coahuila, donde convergen el Parque
Nacional Big Bend y el Área de Protección
de Flora y Fauna Maderas del Carmen, en los
estados de Texas y Coahuila, respectivamente.
Diversos medios de comunicación
norteamericanos han dado a conocer este hecho.
La región del Big Bend abarca 9,000
km2 de áreas naturales protegidas en
ambos lados de la frontera delineada por el
Río Bravo, y representa una de las
mayores extensiones de paisaje desértico
no fragmentado de Norteamérica.
Desde el establecimiento
del Programa Desierto Chihuahuense, hace una
década, WWF facilita la colaboración
binacional entre quienes manejan las áreas
protegidas para la aplicación de mejores
prácticas de restauración y
conservación, que involucran a las
agencias, instituciones y comunidades de la
región. En este contexto, WWF envió
en enero de 2010 un comunicado de apoyo al
acuerdo expresado por Juan Elvira, Secretario
de Medio Ambiente mexicano, y Ken Salazar,
Secretario del Departamento del Interior de
EEUU, para renovar y reforzar los esfuerzos
bilaterales de conservación de la zona.
A partir del establecimiento
en el 2001 de sanciones por parte de las autoridades
norteamericanas para quienes cruzaran la frontera
en ese punto, cesaron las excursiones de turistas
por los pueblos fronterizos mexicanos y el
comercio de artesanías y alimentos,
que eran parte fundamental de la economía
de Boquillas y de la vida de las comunidades
del área. La reapertura del cruce fronterizo
fue una demanda expresada por la ciudadanía
durante un foro público convocado en
octubre de 2010 en Marfa, Texas, por el Servicio
de Parques Nacionales para conocer las opiniones
de los habitantes acerca de la coordinación
con las áreas protegidas mexicanas.
“Esta decisión demuestra
la voluntad y compromiso de las autoridades
en ambos países por fortalecer los
lazos de cooperación binacional en
uno de los desiertos con mayor riqueza de
especies de fauna y flora en el mundo. WWF
continuará fomentando la colaboración
y comunicación transfronteriza para
fortalecer los esfuerzos de conservación
en esta extraordinaria región”, dijo
Omar Vidal, Director General de WWF-México.