Las medidas de ahorro energético
que propone Greenpeace permitirían
suprimir las importaciones de Libia
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy una
actualización del Plan de Activación
del Ahorro y la Eficiencia Energética
2008-2011, ya presentado por el Consejo
de Ministros el 1 de agosto de 2008. Greenpeace
denuncia que las propuestas siguen siendo
transitorias y que el Gobierno vuelve a perder
la oportunidad de establecer medidas estructurales
de largo plazo para reducir el consumo de
petróleo, cuyo uso se centra básicamente
en el sector del transporte.
“La coyuntura geopolítica
en la que nos encontramos nos vuelve a recordar
la necesidad de abandonar el petróleo.
Este plan no es suficiente para llevarnos
a un futuro 100% renovable”, ha declarado
Sara Pizzinato, responsable de la campaña
Transporte de Greenpeace.
El estudio de Greenpeace
Evitar los peligros del petróleo (1)
ha demostrado que tan solo con establecer
estándares de eficiencia energética
para los vehículos (coches y furgonetas)
se podría ahorrar, a escala europea,
un 8% la demanda de crudo. En España,
una reducción de un 8% de la demanda
de crudo equivaldría a la importación
total desde Libia (2).
La organización ecologista
considera que el Plan sigue sin establecer
medidas ambiciosas que garanticen una reducción
estable de la dependencia energética
española ni su consumo desaforado de
combustibles fósiles.
“El ministro Miguel Sebastián
no solucionó la crisis del alza de
los precios del petróleo en 2008 con
sus medidas y no lo hará estableciendo
más parches transitorios. Es necesaria
mucha más ambición para emprender
una revolución energética que
consiga prescindir de los combustibles fósiles
con renovables, ahorro y eficiencia” ha añadido
Pizzinato.
Respecto a la propuesta
de reducir la velocidad máxima en las
autopistas y autovías, Greenpeace lamenta
que sea un cambio provisional ya que su abandono
significará un aumento de la demanda
de petróleo.
En referencia a la intención
de subir al 7% el porcentaje de agrocombustibles
en las gasolinas y diésel que se comercialicen
en España desde el 7 de marzo, Greenpeace
advierte de que actualmente no hay garantías
respecto a la sostenibilidad ambiental del
uso de agrocarburantes.
La organización recuerda
que mientras no se tenga en cuenta toda la
huella de carbono de estos carburantes en
sus criterios ambientales, el Gobierno estaría
fomentando una alternativa al petróleo
que podría ser peor para el clima.
Greenpeace promueve la introducción
de las energías renovables en el sector
del transporte, pero preferentemente a través
de su electrificación y el fomento
de las fuentes renovables en la producción
de electricidad.
Además, Greenpeace
sostiene que la carrera por encontrar petróleo
en la costa española iniciada por el
ministro Sebastián en diciembre de
2010 es una herramienta contraproducente para
alcanzar la independencia de los combustibles
fósiles. Esto no conseguiría
aliviar el peso económico de las importaciones
de crudo, desviaría el rumbo para el
abandono del petróleo y pondría
en peligro muchos otros sectores económicos
como la pesca o el turismo.
“El nivel del Mediterráneo
sube tres milímetros cada año
a causa del calentamiento global. El gasto
en importaciones de petróleo y los
impactos del cambio climático tienen
una solución compartida: superar la
dependencia del petróleo”, ha concluido
Pizzinato.
Notas:
(1) Greenpeace, Evitar los
peligros del petróleo, 2010. http://www.greenpeace.org/espana/es/reports/10-10-20-2/
(2) Según el informe
del MITyC La Energía en España,
2009, las importaciones de crudo de Libia
eran de 5,04 millones de toneladas en 2009,
un 8% del consumo total español que
el mismo año se situaba en 63,7 millones
de toneladas.