El dos de febrero se conmemora
el día internacional de los humedales.
En México, más que ser motivo
de celebración, la fecha es una oportunidad
para recordar el gran
deterioro que han sufrido estos ecosistemas
en nuestro país en los años
recientes y las continuas intenciones de destruirlos
para construir diversos desarrollos turísticos
en estados costeros.
Desde 2006, uno de los grandes
pendientes para aumentar el nivel de protección
de diversas especies era que la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)
actualizara la Norma Oficial Mexicana 059
(NOM 059) del 2001 que enlista a todas las
especies mexicanas de flora y fauna que están
en riesgo. Sin embargo por presiones, principalmente
del sector turístico y de la construcción,
no se había publicado la norma desde
hace más de cuatro años ya que
subían de categoría a estas
especies de mangle que cada vez tienen menor
cobertura forestal en nuestro país.
Finalmente, Semarnat publicó las modificaciones
a esta Norma el pasado 30 de diciembre en
el Diario Oficial de la Federación.
Una de las tantas diferencias
respecto a la versión anterior del
2001 es que ahora las cuatro especies de manglar
que se encuentran en México (rojo,
negro, blanco y botoncillo) suben de la categoría
de “protección especial” a “amenazadas”.
En términos ambientales, es grave que
los manglares suban de categoría porque
en nuestro país se ha perdido 65 por
ciento de su población original, con
una tasa de deforestación de 2.5 por
ciento anual. Si continua esta tasa de deforestación
en 2025 México podría perder
50 por ciento de este ecosistema a nivel nacional.
Sin embargo, para el Consejo
Coordinador Empresarial y del Caribe (CCEyC)
estos argumentos científicos no son
suficientes e insisten en destruir cientos
de hectáreas de humedales para construir
desarrollos turísticos masivos y de
este modo detonar la economía de las
zonas costeras del país. Una muestra
de ello es la ofensiva que lanzaron en días
pasados, promoviendo un amparo antes las modificaciones
a la Norma 059.
A los empresarios se les
olvida que los manglares proporcionan servicios
ambientales valuados entre los 200 y 900 mil
dólares por km2 al año. Las
770 mil hectáreas que hay en México
brindan beneficios a la pesca de 37,500 dólares
anuales por cada hectárea. Estas cifras
han sido subestimadas por los desarrolladores,
si se toma en cuenta que el manglar es un
ecosistema capaz de amortiguar los impactos
en la costa ante fenómenos meteorológicos
como inundaciones y huracanes. Depredar el
manglar es aumentar la vulnerabilidad en las
zonas costeras de México y poner en
riesgo a miles de personas que viven en esas
regiones.
Destruyendo los manglares,
todos saldremos perdiendo, las comunidades,
el turismo, y por supuesto, los empresarios.
+ Más
Piden ayuda internacional
para salvar Cabo Pulmo
Huatulco, Oax.- Representantes
del movimiento Cabo Pulmo Vivo, académicos
y diversas organizaciones, entre ellas Greenpeace,
pidieron la intervención del Secretariado
de la Convención sobre los Humedales
de Importancia Internacional (Ramsar) para
que el gobierno mexicano asegure la protección
del arrecife de Cabo Pulmo, Baja California
Sur, reconocido como el área marina
mejor conservada del Golfo de California y
que hoy está amenazado por la construcción
de los mega proyectos turístico inmobiliarios,
Cabo Cortés y Cabo Riviera.
En el marco de la celebración
del 40 aniversario de la Convención
Ramsar que se llevó a cabo en la bahía
de Huatulco, las organizaciones solicitaron
al Secretariado que inicie una misión
de asesoramiento al gobierno mexicano, realice
una evaluación de los posibles daños
al sitio y proponga un “paquete de compensación”
por la pérdida de recursos naturales
del humedal.
A 25 años de que
México es parte de la Convención
Ramsar hemos tenido el honor de ser cede de
este gran evento y llama la atención
la voluntad política para proteger
los sitios Ramsar, sin embargo, las decisiones
de las autoridades mexicanas contradicen los
compromisos de salvaguardia de los humedales
de importancia prioritaria internacional,
acotaron.
Tal es el caso de Cabo Pulmo,
cuyo arrecife de coral es catalogado como
el Sitio Ramsar número 1778 y el de
Marismas Nacionales en Sinaloa y Nayarit,
en donde se encuentra el área de mangles
más grande del pais y en donde hoy
Fonatur promueve proyectos similares, denunciaron.
Las organizaciones Sociedad
de Historia Natural Niparajá, Centro
Mexicano de Derecho Ambiental, Defensa Ambiental
del Noroeste, Pronatura Noroeste, COSTASALVAJE,
Los Cabos Coastkeeper, Asociación Interamericana
para la Defensa del Grupo Tortuguero de las
Californias, 7FilosProducciones, Conservación
& Rehabilitación de Fauna Silvestre,
Red Ecologista por el Desarrollo de Escuinapa,
Alianza para la VERSAS de Noroeste Costero
Mexicano, Grupo Ecológico Manglar,
La Ventana, Investigación y Divulgación
Científica para el Desarrollo Regional
y Greenpeace México, así como
el académico Octavio Aburto del Instituto
de Oceanografía Scripps y Michelin
Cariño de la Universidad Autónoma
de Baja California Sur, resaltaron que los
proyectos inmobiliarios turísticos
que se pretenden desarrollar en las inmediaciones
del Parque Nacional Cabo Pulmo afectarían
de manera adversa la ecología del lugar,
dadas las dimensiones y características
de los proyectos.
Cabe mencionar que esta
es la segunda ocasión, en menos de
un año, que la sociedad civil organizada
solicita la intervención de este organismo
internacional para que motive al gobierno
Mexicano a cumplir con los compromisos adquiridos
y garantice la conservación de estos
sitios prioritarios.
“Cabo Pulmo no es sólo
uno de los únicos arrecifes coralinos
del Golfo de California y de gran importancia
ecológica, sino que es además
una fuente de empleos para las comunidades
locales que se dedican al turismo y a la pesca.
México se comprometió a proteger
este humedal frente a autoridades de todo
el mundo. Invitamos a la autoridad ambiental
a cumplir sus compromisos”, explicó
Judith Castro, Presidenta de la asociación
civil comunitaria Amigos para la Conservación
de Cabo Pulmo.
Cabo Pulmo fue decretado
un área marina protegida hace 15 años
y es un caso muy inusual de una comunidad
que elige por sí misma dejar de pescar
y proteger un área. Hoy Cabo Pulmo
es el área con mayor cantidad de peces
de todo el Golfo de California por lo que
ha sido un caso de éxito en la conservación
a nivel internacional.