El BEI se reúne en
Oviedo con una docena de entidades y colectivos
asturianos que rechazan la quema de residuos
urbanos
Greenpeace, junto con otras organizaciones
ciudadanas, sindicales, agrarias, políticas
y ecologistas asturianas, se reunirá
el próximo lunes
14 de febrero en Oviedo [1] con una delegación
del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para
exponerle los argumentos que desaconseja la
construcción de una gran incineradora
de residuos sólidos urbanos en el Principado.
El Banco tiene pendiente aprobar un crédito
de 125 millones de euros que serviría
para pagar la mitad del coste del proyecto.
En encuentro entre el BEI
y los representantes de la sociedad civil
asturiana servirá para que la entidad
europea conozca de primera mano cuál
es la situación real de un proyecto
que goza de amplio rechazo social en toda
la región, y que además tiene
alternativas más económicas
y respetuosas con la salud y el medio ambiente.
“La construcción
de la incineradora de Serín es para
algunos políticos la solución
a sus problemas, aunque en realidad lo que
hace es poner en evidencia la lamentable política
de gestión de residuos que ellos mismos
han llevado a cabo durante años en
Asturias.
En su último Consejo
de Administración, Cogersa expuso cómo
el 70% de las basuras de la región
fueron enterradas en el vertedero de Serín,
esto dice bien poco sobre su capacidad de
gestión”, ha declarado Julio Barea
responsable de la campaña de contaminación
de Greenpeace.
La planta de Serín
está diseñada para tratar 420.000
toneladas de basura anuales. Sin embargo,
en el Principado se generaron en 2008 unas
517.000 toneladas/año de residuos sólidos
urbanos, esto supone que el 81% iría
a incinerar.
Estos datos revelan claramente
como el Gobierno de Asturias y algunos grupos
políticos quieren que la quema sea
el futuro de la gestión de residuos.
Todo ello, en contra de lo marcado por la
jerarquía de gestión que marca
la Directiva Marco de Residuos, el rechazo
popular y las evidencias científicas
y económicas que desaconsejan instalaciones
de este tipo.
[1] La reunión tendrá
lugar el próximo lunes 14 de febrero
en el Auditorio Municipal de Oviedo "Príncipe
Felipe", plaza de la Gesta, s/n de Oviedo.
Sala de Conferencias nº 4 entre 17:00
y 20:00 horas. Greenpeace hará declaraciones
a los medios antes y al finalizar la reunión.
+ Más
Greenpeace pide a los candidatos
a la alcaldía de Madrid que hagan públicas
sus propuestas para favorecer la movilidad
sostenible
La organización ecologista ha enviado
a los candidatos diez medidas imprescindibles
para reducir los niveles de contaminación
y de CO2 de la capital
Greenpeace ha enviado hoy cartas a todos los
candidatos a la alcaldía de Madrid
donde les pide que hagan públicas sus
propuestas para zanjar el grave problema de
contaminación atmosférica y
de las elevadas emisiones de CO2 que sufre
la capital debido a la excesiva predominancia
del coche en la movilidad de Madrid.
La alerta de contaminación
de estos días pone de relieve las carencias
estructurales de las que adolece el sistema
de transporte en Madrid, donde el uso del
coche particular tiene demasiada prevalencia
y que sigue sigue sin desarrollar el potencial
de otros medios de transporte como la bicicleta.
“En Madrid hay matriculado
un coche por cada dos habitantes, incluidos
bebés, menores y ancianos. Cualquier
plan de movilidad que no prevea dirigir la
demanda de transporte a otras formas más
eficientes que el coche será insuficiente
para proteger la salud y el medio ambiente”,
ha declarado Sara Pizzinato, responsable de
la campaña Transporte de Greenpeace.
Greenpeace recuerda que
situaciones de emergencia como ésta
necesitan respuestas permanentes que prioricen
los medios de transporte más eficientes
y limpios en detrimento del coche particular.
Por ello ha consultado a los aspirantes a
la Alcaldía acerca de cuáles
van a ser sus propias respuestas. Del mismo
modo, la organización les ha invitado
a incorporar algunas medidas básicas
en sus programas electorales en materia de
movilidad sostenible. Se trata de propuestas
que, al mismo tiempo, pueden mejorar la calidad
del aire y reducir un problema mucho menos
visible pero que comparte soluciones con el
primero: el cambio climático.
Las diez medidas que Greenpeace
entiende que no puedan faltar en los compromisos
electorales para los aspirantes a regir el
Ayuntamiento de Madrid son:
•1.Elaboración de
un Plan de Movilidad Urbana ambicioso cuyo
objetivo debe incluir la necesidad de invertir
la prioridad del vehículo particular
frente a los medios más eficientes
como el público colectivo y los medios
no motorizados.
•2.Puesta en marcha inmediata del Plan Director
de Movilidad Ciclista con la promoción
del transporte urbano en bicicleta mediante
la adquisición de bicicletas para uso
público, desarrollo de nuevos carriles
bici y el diseño e implantación
de sistemas para estacionamiento y recogida/entrega
de estos vehículos.
•3.Establecer estándares mínimos
de eficiencia energética en los vehículos
públicos a 120 gCO2/km para 2012 y
80 gCO2/km para 2020.
•4.Incluir como criterio el consumo de carburante
y emisiones por kilómetro en toda autorización
o concesión administrativa en relación
con el transporte de pasajeros o mercancías.
•5.Generar zonas de tráfico restringido
en base al consumo de carburante y a las emisiones
de los vehículos.
•6.Establecimiento de Zonas de Emisión
Baja (ZEB).
•7.Reducción de la velocidad de circulación.
•8.Ampliación y mejora de la red de
carriles bus.
•9.Fomento de la intermodalidad y especialmente
con la bicicleta.
•10.Fomento del uso compartido del vehículo
y de carsharing con, por ejemplo, bonificaciones
fiscales a la tasa de aparcamiento para estos
vehículos
“Los madrileños,
cuando voten en mayo, no deberían olvidar
la alarma de estos días y exigir soluciones
verdaderas a los que aspiran a ser sus representantes”,
ha concluido Sara Pizzinato.
+ Más
Liberados los detenidos
por la acción en la central nuclear
de Cofrentes
Las declaraciones de los
propios agentes de seguridad de la central
confirman que los activistas no actuaron de
manera violenta en ningún momento
A las 20:00 horas ha sido puesto en libertad
el último de los activistas detenidos
ayer por la acción en la central nuclear
de Cofrentes (Valencia) en la que escaladores
de la organización pintaron en la torre
de refrigeración de la central el mensaje
“Peligro nuclear”. Los 15 activistas y el
fotógrafo independiente han permanecido
desde ayer en las instancias policiales y
por la mañana pasaron a disposición
judicial.
Tras declarar ante la jueza,
los 15 activistas, junto con el fotógrafo
Pedro Armestre, han quedado en libertad con
cargos de desobediencia, resistencia a la
autoridad, lesiones, daños y desórdenes
públicos, y quedan a la espera del
juicio oral.
Durante la declaración
de los agentes de seguridad de la central
ha quedado demostrada la actuación
no violenta de los activistas de Greenpeace.
Según los propios agentes, “la actitud
de los activistas no fue violenta ni agresiva
en ningún momento”. Uno de los vigilantes
jurados de la central fue mordido por su propio
perro y otro se enganchó en un alambre
de espino, por lo que no se produjo ninguna
agresión hacia ellos por parte de ningún
activista.
“Esta acción, como
todas las que Greenpeace realiza, ha sido
pacífica y en defensa del derecho al
medio ambiente del que nadie parece acordarse
en estos momentos”, ha declarado José
Manuel Marraco, abogado de Greenpeace. “Cuando
no se tienen argumentos, lo más fácil
es caer en descalificaciones, acusando a los
activistas pacíficos de Greenpeace
de actos que nunca han cometido”.
Greenpeace recuerda que
fue la propia organización la que,
desde el primer momento, mediante una llamada
a la Sala de Emergencias (SALEM) del Consejo
de Seguridad Nuclear avisó de la entrada
de los activistas para efectuar una protesta
pacífica en el interior de la instalación.
La organización ecologista
considera muy graves determinadas valoraciones
sobre su protesta, especialmente las del ministro
de Industria, Miguel Sebastián, y las
de la delegada del Gobierno en la Comunidad
Valenciana, Ana Botella, quien realizó
unas declaraciones absolutamente carentes
de rigor. Por ello, Greenpeace exige su rectificación
pública.
Cofrentes, peligro nuclear
Ayer, a las 6:30 de la mañana, activistas
de Greenpeace accedieron al interior de la
central y subieron a una de las torres de
refrigeración de la instalación
donde pintaron el mensaje “Peligro nuclear”
y desplegaron pancartas con lema “Cofrentes
cierre ya”. Tras esta acción pacífica,
Greenpeace pide al Gobierno que no renueve
el permiso de pxplotación de la instalación,
que caduca el 19 de marzo, y pide su cierre
definitivo.
“Greenpeace demostró
ayer que no es posible garantizar la seguridad
de ninguna central nuclear y que este tipo
de energía implica un riesgo inaceptable
para una sociedad que dispone de otros medios
más seguros para satisfacer su demanda
energética”, ha declarado Carlos Bravo,
responsable de la campaña Nuclear de
Greenpeace.