Publicado el 03 febrero
2011
El Observatorio anual de la electricidad de
WWF constata una reducción de las emisiones
de CO2 del 28,7% en 2010 respecto al año
anterior. Esta buena noticia se debe al importante
incremento de las energías renovables,
que han llegado a representar el 46,2% de
la electricidad producida, siendo
las protagonistas la eólica y la hidráulica.
Sin embargo, la organización destaca
como negativo el aumento puntual de las emisiones
por el uso del carbón autóctono
y también el incremento de la producción
nuclear.
Según el Observatorio
anual de la electricidad de WWF, 2011 es un
año importante para la toma de decisiones
energéticas, que deben ir orientadas
hacia un modelo energético sostenible
y renovable, dejando de depender de los combustibles
fósiles (petróleo y carbón)
y acelerando la transición hacia una
energía limpia, sin emisiones y 100%
renovable.
El año 2010 finalizó
con una reducción de emisiones de CO2
de un 28,7% respecto a 2009. Esta mejora de
la calidad de la electricidad (pasando de
calificación C a una B) es fruto de
la mayor y mejor integración de las
energías renovables en la red. Esto
se debe a las fuertes lluvias y al exceso
de viento de 2010, que han incrementado de
forma considerable la hidráulica, la
eólica, así como el resto de
las energías renovables.
En cambio, ha aumentado
durante varios meses de 2010 la contribución
del contaminante carbón autóctono
al resto de fuentes generadoras de electricidad.
Como consecuencia, se ha producido una punta
peligrosa de emisiones de CO2 por esta fuente
de combustibles fósiles, desde abril
a septiembre de 2010. No obstante, WWF subraya
que en el conjunto del año ha habido
una disminución general respecto a
2009.
También se ha incrementado
la producción nuclear, con el consiguiente
aumento de la cantidad de residuos radiactivos
de alta, baja y media actividad, disminuyendo
la calidad ambiental a la calificación
D, respecto a 2009 (calidad C). WWF recuerda
que la solución al tratamiento de los
residuos nucleares de alta actividad sigue
todavía sin resolver.
Asimismo, aunque la demanda
en 2010 ha aumentado en un 2,54% respecto
al año anterior, ha sido cubierta en
su mayor parte por renovables, notándose
un descenso importante de la contribución
de los ciclos combinados de gas, que en 2010
han reducido sus horas de funcionamiento,
a consecuencia de la disminución del
consumo industrial. Mientras que en 2009 los
ciclos combinados aportaron el 29,0% al mix
eléctrico, en 2010 han aportado solo
el 23,2%.
WWF España vuelve
a pedir al Gobierno y a la sociedad que mantengan
y refuercen el apoyo a las tecnologías
de energías renovables en España.
“Estas fuentes ‘limpias’ son las únicas
que, junto con el ahorro y la mejora en la
eficiencia energética, pueden hacer
frente al doble reto de reducir las emisiones
y proveer al país la energía
necesaria para su funcionamiento, sin depender
de importaciones que serán cada vez
más caras. Las renovables son una posible
solución a estos dos grandes retos”,
afirma Raquel García Monzón,
Técnica en Energía de WWF España.
Y concluye: “ Desde WWF España consideramos
que es necesaria y urgente una política
energética clara, definida y bien planificada
para afrontar los retos de 2020 y a 2050”.
Información complementaria:
La cada vez mayor aportación
de las energías renovables al mix energético
contribuye a la mejora en la seguridad del
suministro eléctrico, disminuye nuestra
dependencia energética exterior, y
colabora con el avance en la madurez del mercado
europeo de derechos de emisiones.
Sin embargo, a pesar de
la enorme contribución al mix energético
de estas energías en 2010, han sido
las grandes perjudicadas del sector, y se
enfrentan en la actualidad a dos graves problemas.
Los continuos cambios regulatorios, que provocan
incertidumbre y falta de confianza de los
inversores en este tipo de tecnologías,
dejando de invertir en España y buscando
nuevos mercados como EEUU y China. Especialmente
ha tenido un fuerte impacto en el sector eólico
y solar fotovoltaico, por la paralización
coyuntural del nuevo Real Decreto eólico,
de 19 de noviembre de 2010, y el recorte de
las primas al sector de la energía
solar fotovoltaica, en algunos casos con carácter
retroactivo. El otro obstáculo al que
se enfrentan las energías renovables
es la falta de planificación energética
a largo plazo, pues los objetivos de 2020
se quedan cortos, y es urgente tomar decisiones
con una visión a largo plazo, teniendo
como referencia escenarios a 2030 y 2050.
WWF España alerta
del posible impacto negativo del Real Decreto
de ayudas al carbón, que obliga a las
eléctricas a consumir carbón
autóctono, ya que provocaría
un aumento de emisiones del mix eléctrico
español, porque este combustible es
el que más emisiones de CO2 genera
por Kilovatio producido. En la actualidad,
el Real Decreto está recurrido y paralizado
por la Comisión Europea hasta próxima
resolución. Por esto, las energías
renovables deben constituir una alternativa
real a las fuentes energéticas convencionales
(carbón y petróleo) en España,
que son altamente contaminantes. Esto permitirá
mejorar la competitividad de España
en Europa, disminuir nuestra dependencia energética
exterior, pues se prevé que aumenten
los precios del petróleo y la electricidad,
y crear empleo de alta cualificación
para luchar contra el desempleo.
Los datos más destacados
de 2010 para el sistema peninsular son los
siguientes:
La calidad medioambiental
de la electricidad suministrada en la Península
en emisiones de CO2 ha alcanzado la clase
B, mejorando la de 2009 (clase C) y la del
periodo de referencia (media 2003-2005, clase
D). No obstante, ha bajado la calidad ambiental
en residuos radioactivos de alta actividad
por kilowatio producido, a la clase D, respecto
a la categoría C de 2009.
Las emisiones de todo el
año han decrecido en un 28,7%, respecto
a 2009, principalmente por el fuerte aumento
en la generación eólica e hidráulica,
debido a que 2010 ha sido un buen año
hidráulico y con mucha cantidad de
viento. Además, ha disminuido la producción
de electricidad con ciclos combinados (23,2%)
y, sin embargo, ha aumentado la producción
eléctrica con nuclear (22,1%). Por
su parte, la producción eléctrica
con carbón en 2010 supuso un 7,9%,
existiendo un repunte de producción
con carbón desde abril a septiembre
de 2010, lo que hizo que las emisiones de
CO2 aumentaran considerablemente durante estos
meses.
La generación de electricidad de las
centrales eléctricas peninsulares respecto
al año anterior ha aumentado en 3,43
%. La demanda también se ha incrementado
un 2,54%.
Una exportación neta
de un 3% de la generación eléctrica
a nuestros países vecinos.
La energía eólica ha producido
el 15,2% de la electricidad del sector eléctrico
peninsular, mientras que la hidráulica
ha producido un 13,9% este año, aumento
considerable debido al buen año hidráulico
del 2010.
El carbón ha bajando
a la sexta posición en tecnologías
de generación (con un 7,9% de aportación,
comparado con un 25% de hace tres años),
por detrás de los ciclos combinados
de gas natural, de la energía nuclear,
la hidráulica, fotovoltaica y de la
eólica.
En cada uno de los meses
del año ha crecido la demanda de electricidad,
especialmente de abril a julio de 2010, respecto
al mismo periodo del año anterior.
Puede observarse que en junio de 2010 cayó
la demanda de electricidad por debajo de la
demanda del 2009, pero a partir de julio se
mantiene en los valores parecidos a los registrados
durante esos meses durante el 2009.