Greenpeace considera que
el análisis de la Comisión refuerza
la necesidad de asumir un compromiso de reducción
de emisiones del 30% para 2020
La Comisión Europea presentó
ayer su '2050 Climate
Roadmap', un itinerario para avanzar hacia
una economía competitiva y baja en
carbono en 2050. Greenpeace considera que
el informe pone de manifiesto que el actual
compromiso europeo de reducción de
emisiones del 20% para 2020 está fuera
de la trayectoria que la UE debería
seguir para alcanzar sus objetivos previstos
para 2050.
“El análisis de la
Comisión muestra, con más claridad
que nunca, que es necesario aumentar el compromiso
de reducción de emisiones para 2020.
Ante estos datos, la UE no puede ceder más
a los intereses del sector de los combustibles
fósiles y de la industria de alta intensidad
energética y, en beneficio de todos,
debe adoptar un compromiso de reducción
de emisiones del 30% para 2020 y ajustar el
sistema de comercio de emisiones a este objetivo”,
ha declarado Aida Vila, responsable de la
campaña Cambio climático y Energía
de Greenpeace.
Greenpeace recuerda que
la volatilidad de los precios del petróleo
está manteniendo a la UE en una crisis
de la que podría salir si apostara
con firmeza por las energías renovables
y por la innovación y creación
de empleo que representan. Según la
organización ecologista, un compromiso
europeo de reducción de emisiones del
30% se traduciría en un descenso del
gasto derivado de la compra de combustibles
fósiles. Esto repercutiría en
las empresas y en los ciudadanos europeos
e implicaría disponer de coches y casas
más eficientes.
“Greenpeace pide a la UE
que adopte cuanto antes un compromiso de reducción
de emisiones del 30% para 2020, los gobiernos
de España, Dinamarca y del Reino Unido
apoyan esta medida, así como los ministros
de Medio Ambiente de Alemania y Francia y
un sinfín de compañías
europeas que saben que avanzarse a los acontecimientos
es la única forma de sacar partido
de ellos” , ha concluido Vila.
Según el análisis
de la Comisión, si se cumplieran los
objetivos europeos de eficiencia energética
previstos para 2020, la UE podría alcanzar
una reducción de emisiones interna
del 25% para 2020 y colocarse en la línea
de lo previsto en el 2050 Climate Roadmap
y en un objetivo del 30%.
Greenpeace ha pedido al
Gobierno español que, en coherencia
con su apoyo al compromiso europeo del 30%,
considere los objetivos europeos de eficiencia
como obligatorios y, en lugar de aprobar medidas
circunstanciales como las de las pasadas semanas,
adopte otras más ambiciosas y permanentes.
+ Más
CCOO, Ecologistas en Acción,
Greenpeace y WWF consideran que es posible
y deseable un mayor ahorro energético
y proponen alternativas
A raíz de las medidas
propuestas por el Gobierno
En opinión de CC OO, Ecologistas en
Acción, Greenpeace y WWF España,
algunas de las iniciativas del Gobierno para
disminuir el consumo energético, como
la reducción de velocidad en autovía
a 110 km/h, son acertadas, pero carentes de
la ambición y continuidad necesarias.
Por este motivo, dichas
organizaciones recuerdan al Gobierno las tres
proposiciones de ley que ya presentaron sobre
movilidad sostenible, fiscalidad ambiental,
y ahorro y eficiencia energética, que
permitirían lograr un mayor ahorro
energético.
CC OO, Ecologistas en Acción,
Greenpeace y WWF España valoran positivamente
algunas de las medidas que está adoptando
o piensa adoptar el Gobierno para reducir
el consumo energético. Las organizaciones
se refieren a la reducción de la velocidad
en autovías y autopistas a 110 km/h,
que no solo permitirá ahorrar petróleo,
sino que reducirá las emisiones de
gases de efecto invernadero, disminuirá
también las de gases tóxicos
para nuestra salud y el ruido y disminuirá
la siniestralidad. También aprueban
la reducción de la iluminación
en determinadas vías, o la propuesta
de reducir la velocidad a 30 km/h en zonas
residenciales.
Sin embargo, consideran
que estas medidas adolecen de ambición
y de la necesaria continuidad –se plantean
en algún caso como coyunturales– para
conseguir una reducción significativa
de la factura energética. La disminución
del consumo de energía que se necesita
para reducir nuestra dependencia energética
sólo será posible si se desarrolla
un conjunto de medidas ambiciosas que prolonguen
sus efectos a medio y largo plazo y que sean
profundas y trasversales en todas las áreas
de decisión política (normativa,
fiscal, económica…).
Por ello, estas organizaciones
recuerdan al Gobierno tres iniciativas legislativas
que ya propusieron en su día y que,
de llevarse a la práctica, supondrían
una reducción significativa y permanente
del consumo energético de los ciudadanos.
La propuesta de Ley de Movilidad
Sostenible resulta un instrumento necesario
–y un compromiso del Gobierno desde la anterior
legislatura– que permitiría impulsar
y planificar la movilidad sostenible en las
áreas metropolitanas, municipales,
así como en el ámbito de las
empresas y polígonos industriales y
grandes centros de actividad. Esto se lograría
fijando las medidas más adecuadas para
fomentar el transporte público y colectivo
y los medios de transporte de bajo impacto.
Con respecto a la propuesta
de Ley de Ahorro y Uso Eficiente de la Energía
presentada por estas organizaciones, se incluye
un conjunto de medidas contundentes para frenar
el continuo crecimiento del consumo de energía
en nuestro país y crear un marco legal
que fomente una cultura energética
basada en el ahorro, el uso de tecnologías
más eficientes y las fuentes de energía
renovables.
La proposición establece
un objetivo uniforme de ahorro en el consumo
total de energía a nivel nacional de,
al menos, un 20% en 2020 con respecto a 2005.
Para ello se incluyen medidas de gestión
de la demanda, la eliminación de las
tecnologías obsoletas, auditorías
energéticas, criterios de eficiencia
energética en la planificación
territorial y en la construcción, así
como que los precios y las tarifas eléctricas
internalicen los costes sociales y ambientales.
Por último, se propone que las Administraciones
Públicas cuenten con un plan de ahorro
y eficiencia energética en sus propias
instalaciones.
En lo referido a la Ley
sobre Fiscalidad Ambiental, el propósito
es sentar las bases para estimular un cambio
de modelo productivo donde no quepa el uso
despilfarrador de recursos y energía.
Para lograrlo, las organizaciones proponen
la introducción de nuevos impuestos
o la modificación de algunos ya existentes
referidos a materias energéticas, como
la energía nuclear y la incineración
de residuos, o los de hidrocarburos, matriculación,
impuesto de sociedades, IRPF e IVA, así
como respecto de los tipos del IBI, el impuesto
de circulación, o el de construcciones,
instalaciones y obras. Algunas de estas modificaciones
afectan también al transporte, la edificación
y el urbanismo, y su finalidad es el ahorro
de energía.