Publicado el 07 abril 2011
- WWF España, la Sociedad para el Estudio
de los Cetáceos en el Archipiélago
Canario (SECAC) y Obra Social Caja Madrid
presentaron esta tarde en el Auditorio Alfredo
Krauss de Las Palmas una jornada divulgativa
con expertos españoles y extranjeros
en el cachalote. Durante los próximos
dos años las tres entidades, se encuentran
inmersas en un proyecto de conservación
de la especie en Canarias.
El objetivo es dar a conocer a la sociedad
la presencia de estos cetáceos en el
archipiélago, sus hábitos de
vida y las amenazas que ponen en peligro su
supervivencia.
El Dr. Alexandros Frantzis,
investigador del Pelagos Cetacean Research
Institute de Grecia y uno de los mayores expertos
mundiales en el cachalote inauguraba hoy en
Las Palmas la jornada 'Acércate al
mundo del cachalote'. Su conferencia magistral
realizaba un repaso por la biología
y las amenazas de un cetáceo muy desconocido
para la ciencia. En Canarias, uno de los santuarios
más importantes para la especie, sus
cifras de población, distribución
y hábitos de vida han sido todavía
muy poco estudiados.
Frantzis destacó
en su conferencia algunos de los aspectos
más llamativos y curiosos de un animal
que rompe todos los récords. El cachalote
es el cetáceo que bucea a mayor profundidad,
soportando drásticas diferencias de
presión y temperatura en cuestión
de apenas unos minutos. Pero también
posee el cerebro más grande sobre la
Tierra, mayor incluso que el de la ballena
azul. Su cabeza es también el órgano
más grande de producción de
sonido del reino animal. El cachalote emplea
el 70% del tiempo de cada día emitiendo
sus particulares clicks, el delicado sistema
de ecolocalización del cachalote.
Este sistema – usado para
comunicarse, orientarse, buscar pareja o localizar
a sus presas – es tan preciso que tan sólo
lo supera el sonar de los submarinos más
modernos. Sin embargo, este peculiar sistema
de navegación del cachalote se ve alterado
cada vez más por la alarmante contaminación
acústica de las aguas canarias, así
como por los sonares militares, ya que sus
frecuencias colisionan con las del cetáceo,
que en muchos casos acaba desorientándose
y varando en playas de las que casi nunca
consigue salir con vida.
Pero la contaminación
acústica no es la única amenaza.
Las redes de deriva, las colisiones con embarcaciones
o la basura que flota en la superficie marina,
como las bolsas de plástico, acaban
con la vida de miles de cachalotes cada año.
El Dr. Frantzis recordaba que a principios
de 1800 se contabilizaban en los océanos
del mundo alrededor de 1.200.000 cachalotes,
cuando hoy en día apenas superan los
300.000.
Tras la charla se proyectaba
el documental “Ballenas del Mediterráneo”,
que realiza un viaje por el mundo de los cetáceos
en esta zona del planeta.
A continuación se
celebraba una mesa redonda a cargo de Alexis
Rivera - técnico de proyectos de WWF
en Canarias -, Mónica Pérez
- investigadora de la SECAC y coordinadora
del seguimiento científico del proyecto
Conservación del Cachalote en aguas
de Canarias – y Manuel Arbelo – profesor de
la Facultad de Veterinaria de la Universidad
de Las Palmas de Gran Canaria, experto en
patologías y necropsias de cetáceos
de Canarias, y el Dr. Frantzis.
Durante el transcurso de
la mesa redonda se destacaron algunos datos
sobre la mortalidad de cachalotes en Canarias.
El 81% de los cetáceos arrollados en
los últimos 20 años en el archipiélago
han sido posteriores a la introducción
de los fast ferries. Aún así,
las cifras documentadas de muertes por colisión
son muy inferiores a las reales, ya que la
mayoría de los cadáveres se
hunde o es arrastrado mar adentro por las
fuerza de las corrientes. Son escasos los
cuerpos que varan en las playas. El canal
entre Gran Canaria y Tenerife, la zona de
Canarias con mayor incidencia de muerte por
colisión, es recorrido cada semana
por 130 grandes embarcaciones. Un total de
6.1000 al año, la mayoría de
ellas de alta velocidad.
+ Más
WWF pide detener la pérdida
y la degradación de los bosques en
2020
Publicado el 27 abril 2011
- 230 millones de hectáreas de bosque
podrían desaparecer en el mundo para
el año 2050, si no se toman medidas
concretas para frenar las actuales tasas de
pérdida y degradación de los
bosques. Así lo señala un nuevo
informe de WWF que propone que políticos,
empresas y ciudadanos se unan en torno a una
meta de Deforestación y Degradación
Forestal Neta Cero para el año 2020.
El primer capítulo
del informe Bosques Vivos de WWF, publicado
hoy en el marco del Año Internacional
de los Bosques, analiza las causas de la deforestación
y degradación de estos ecosistemas
e identifica las oportunidades de cambiar
hacia nuevos modelos responsables que beneficien
a las comunidades, los ciudadanos, los gobiernos
y las empresas.
La Deforestación
y Degradación Neta Cero de los bosques
para 2020 significa que la tasa anual de pérdida
de bosques, que actualmente es de 13 millones
de hectáreas, debe ser reducida y mantenida
en un nivel lo más cercano posible
al cero. Esta meta tiene en cuenta que el
cese total de la deforestación ligada
a procesos de desarrollo humano puede no ser
alcanzable, pero sí lo es en términos
netos, una vez que se asegura la restauración
de terrenos degradados en zonas prioritarias.
Para entender lo que esto
implica en la práctica, WWF ha desarrollado
el Modelo Bosques Vivos con el Instituto Internacional
para Análisis de Sistemas Aplicados
(IIASA), que constituye la base de este informe.
Dicho modelo permite explorar varios escenarios
globales del uso de suelo, entre los que se
consideran los efectos del crecimiento de
la población y la demanda de los consumidores.
También se describen posibles consecuencias
en ámbitos como la producción
de alimentos, el cambio climático,
el precio de los bienes y servicios y el desarrollo
económico.
"El Modelo Bosques
Vivos muestra que la conservación de
nuestros bosques es posible y urgente, pero
no será fácil", señaló
Rod Taylor, director de Bosques de WWF Internacional.
En este contexto, Taylor
subraya que una sugerencia es "una mejor
gobernanza e incentivos económicos
que permitan la gestión responsable
de los bosques y un uso racional y eficiente
de la tierra. Esto garantizaría suficiente
terreno agrícola, plantaciones forestales
y bosques bien gestionados para atender la
actual demanda mundial de madera y los alimentos
sin suponer la pérdida de bosques,
mientras se asegura la biodiversidad y los
procesos ecológicos".
Asimismo, el informe sugiere
que es crucial disminuir el consumo excesivo
y el derroche de recursos naturales, sin olvidar
la necesidad de mejorar las prácticas
forestales y agrícolas para aumentar
su eficiencia.
El primer capítulo
del informe se presentó hoy, en la
Cumbre Global Negocios para el Medio Ambiente
(B4E, por su sigla en inglés), en Yakarta,
Indonesia.