A pocos días de que
el equipo de monitoreo de radiación
de Greenpeace encontrara niveles de radiación
lo suficientemente altos como para requerir
la evacuación de varias localidades
al noroeste de la central nuclear Fukushima
/Daiichi, incluyendo el poblado de Iitate,
20 km más allá de
la zona de evacuación oficial; la Agencia
Internacional de Energía Atómica
(IAEA) anunció que sus mediciones en
Iitate confirman los halalzgos de la organización.
Zoom Muestra del daño
que el terremoto del pasado 11 de marzo dejó
en uno de los reactores de Fukushima. ©
TEPCO
La densidad del yodo-131 en el agua de mar,
330 metros al sur de la salida afectada por
el terremoto y tsunami en la central de Fukushima,
se disparó a 3,355 veces sobre el límite
aceptable. En la planta, el agua altamente
radiactiva está llenando rápidamente
las fosas fuera de los edificios del reactor,
lo que provoca preocupación respecto
a los grandes volúmenes de agua contaminada
que están fluyendo hacia el mar.
El grupo de expertos en
radiación de Greenpeace que estuvo
trabajando en la aldea Iitate a 40km de la
planta Fukushima Daiichi, presentó
hace dos días, de regreso en Tokio,
los resultados de la evaluación inicial
de la contaminación y anunciaron que
intensificarán y expandirán
su monitoreo hacia otras poblaciones posiblemente
afectadas
Jan van de Putte, experto
en seguridad de radiación de Greenpeace,
explicó que cualquier persona que pase
sólo unos días en esas áreas
contaminadas estaría expuesta a la
dosis máxima de radiación permitida
anualmente, sin embargo la mayoría
de las personas siguen viviendo en pueblos
como Iitate.
Greenpeace reiteró
su llamado al gobierno japonés para
que actúe inmediatamente para evacuar
a la población más vulnerable,
especialmente niños y mujeres embarazadas,
de estas áreas.
En la segunda etapa del
monitoreo de Greenpeace, que abarcará
hasta mediados de abril, se elaborará
un reporte más detallado de la contaminación
afuera de la zona actual de evacuación,
incluyendo pruebas con leche y vegetales y
recolectando muestras para análisis.
Greenpeace también
respondió positivamente al comunicado
del Secretario en Jefe del Gabinete de Japón,
Yukio Edano, quien dijo que su país
adoptaría a las energías limpias
como parte de la estrategia de reconstrucción,
pero instó también a que Japón
abandone inmediatamente sus planes de construir
nueve reactores para el 2020, y enfocar su
inversión hacia eficiencia energética
y en aprovechar fuentes de energía
seguras y renovables, como la solar.
Mientras tanto, miles de
personas de todo el mundo continúan
realizando vigilias y otras manifestaciones
en solidaridad con el pueblo de Japón.
+ Más
Senadores siguen demorando
y trabando la Ley de basura electrónica
Buenos Aires, Argentina
— Greenpeace denunció hoy la demora
que los Senadores Nacionales le están
dando al tratamiento del proyecto de ley de
gestión de residuos de aparatos eléctricos
y electrónicos que ya lleva más
de tres años de debate en el Senado
de la Nación sin ningún tipo
de avance. El proyecto de Ley fue presentado
por primera vez en 2008, perdió estado
parlamentario por la dilación en su
tratamiento y por eso tuvo que ser presentado
nuevamente en 2010 (1). Esta iniciativa legislativa
responsabiliza legal y financieramente a las
empresas de aparatos eléctricos y electrónicos
por la gestión de los residuos de sus
productos.
Zoom Para Greenpeace, los
senadores son los responsables de que las
empresas sigan sin hacerse responsables de
la contaminación que generan sus productos
al demorar el tratamiento de la ley.
Ayer por la mañana, en reunión
conjunta de comisiones para obtener dictamen
del proyecto de ley, los senadores no obtuvieron
quórum y objetaron la firma del dictamen
al plantear una lista de observaciones que
en su mayoría ya habían sido
incorporadas en el proyecto previamente. De
este modo, la reunión fue pospuesta
para inicios del mes de Mayo.
“Desde hace más de
tres años senadores, empresas, organismos
de gobierno, ONG, recicladores y técnicos,
trabajamos en el proyecto de ley que ayer
debería haber obtenido dictamen. Sin
embargo, en la reunión de la Comisión
de Ambiente, con una clara intención
de demorar el proyecto se presentaron nuevos
cambios y objeciones que ya habían
sido aclaradas o incorporadas con anterioridad”
explicó Yanina Rullo, de la Campaña
de Residuos Electrónicos de Greenpeace
Argentina. “Las empresas ya han logrado así
tres años de demora y no dudamos que
existan intereses para que Argentina no legisle
en la materia”.
El proyecto de Ley de Basura
Electrónica fue presentado en la Comisión
de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado
inicialmente en el año 2008 por el
senador nacional Daniel Filmus quien debió
volver a presentarla en Abril del 2010 por
perder estado parlamentario. El texto de la
ley plantea la Responsabilidad Extendida del
Productor, principio a través del cual
las empresas importadoras, productoras o ensambladoras
de productos eléctricos y electrónicos
se hacen cargo legal y financieramente de
la gestión y tratamiento de este tipo
de residuos. Al mismo tiempo establece los
lineamientos para la creación de una
infraestructura nacional de transporte, acopio,
recuperación y reciclado de este tipo
de residuos a través de la creación
de un ente mixto público no estatal
responsable del sistema.
“Los senadores no se dan
cuenta que mientras ellos demoran el avance
de este proyecto de ley, los fabricantes de
productos eléctricos y electrónicos
siguen sin asumir su responsabilidad como
lo hacen en los países donde tienen
sus casas matrices. De esta manera, los senadores
están permitiendo a estas empresas
trabajar con un “doble estándar”, señaló
Rullo. “Las empresas seguirán transfiriendo
los costos de la gestión de su basura
–injusta e irresponsablemente- a los municipios,
es decir, a la sociedad”, agregó.
Los residuos eléctricos
y electrónicos son la fracción
de residuos domiciliarios que más sustancias
tóxicas aportan a los rellenos o basurales
donde son enterrados. En Argentina, se estima
que cada habitante genera al menos 3 kilogramos
de basura electrónica por año.
Durante este año se espera un descarte
mayor al millón de computadoras y 10
millones de teléfonos celulares. Hoy
el 40 por ciento de estos residuos terminan
en rellenos o basurales, el 50 por ciento
sigue siendo almacenado en depósitos
o en hogares y solo el 10 por ciento llega
a ser recuperado o reciclado (2). En este
contexto y por estas razones, la sanción
de una Ley que resuelva esta problemática
es de carácter urgente. (3)
“Esta nueva paralización
del proyecto agrava la situación y
, como las pilas y baterías, transfiriendo
de manera descarada esa carga a la sociedad”,
concluyó Rullo.