Representantes de la comunidad
afectada y de organizaciones medioambientales
mexicanas visitan España para denunciar
los impactos que tendría el megaproyecto
Organizaciones ecologistas mexicanas y españolas
han denunciado hoy en rueda de prensa el macroproyecto
turístico Cabo Cortés, que la
constructora alicantina Hansa Urbana (participada
por la CAM) planea construir en Baja California,
México. El proyecto tiene un tamaño
similar a la capacidad hotelera de Cancún,
y está proyectado en un área
limítrofe con el Parque Nacional de
Cabo Pulmo, uno de los ecosistemas marinos
mejor conservados del mundo.
Hansa Urbana ha adquirido
3.800 hectáreas en el municipio de
Los Cabos para construir este proyecto, que
se presenta como un desarrollo exclusivo destinado
a turistas de alto poder adquisitivo. Cabo
Cortés incluye 27.000 habitaciones,
dos campos de golf, un puerto deportivo con
490 amarres, lagunas, canales, un aeropuerto
privado y otras infraestructuras de apoyo.
En total, puede albergar más del doble
de habitantes que la población cercana
más importante, el municipio de Los
Cabos.
La superficie sobre la que
se plantea construir Cabo Cortés es
prácticamente limítrofe con
el extremo norte del Parque Nacional de Cabo
Pulmo. Se trata de uno de los ecosistemas
mejor conservados del golfo de California
y de todo el mundo, e incluye el arrecife
de coral más grande de la región,
y el más antiguo del Pacífico
mexicano.
Cabo Pulmo se protegió
en 1995, para salvar a la zona de la sobreexplotación
pesquera y turística. Desde el año
2000 es Parque Marino Nacional, forma parte
de la lista del Patrimonio Natural de la Humanidad
de la UNESCO y en 2008 fue incluido en la
lista del Convenio RAMSAR para la protección
de humedales de importancia internacional.
“Cabo Pulmo es de los mejores
ejemplos de conservación marina. El
número de especies en esta Reserva
Marina se ha duplicado desde que se le dio
protección y se prohibió la
pesca. La cantidad de peces y su tamaño
se ha incrementado en más de 400%.
Tiene una productividad biológica cinco
veces mayor que el promedio de los arrecifes
en el golfo de California, conocido como el
‘acuario del mundo’, y posiblemente que cualquier
arrecife en México”, ha señalado
Alejandro Olivera, de Greenpeace México.
A pesar de todo ello, el
Ministerio de Medio Ambiente mexicano (SEMARNAT)
ha concedido la autorización para construir.
Sin embargo, esta ha sido revisada recientemente
para pedir a Hansa Urbana más información
y para limitar ciertas partes del desarrollo.
La empresa está llevando a cabo en
México una importante presión
política y mediática encaminada
a lograr permisos para iniciar la construcción.
“Tanto Hansa como el Ministerio
de Medio Ambiente están y confundiendo
al público sobre sus intenciones en
Cabo Cortes, y aseguran que no dañarán
el arrecife. Pero lo cierto es que el daño
será irreversible y lo acabarán
matando” ha explicado Fey Crevoshay, de COSTASALVAJE.
“Por eso, a pesar de la presión, el
Ministerio solo emitió una autorización
parcial condicionada al proyecto y estamos
trabajando para cancelarlo por completo”.
“Los tribunales e instancias
administrativas han admitido todos los recursos
legales que se han interpuesto contra las
autorizaciones ambientales que ilegalmente
se le han otorgado a Cabo Cortés (1).
Solo es cuestión de tiempo que sean
revocadas”, ha declarado Agustín Bravo,
del Centro Mexicano de Derecho Ambiental,
el bufete que asesora a los defensores de
Cabo Pulmo.
“Nuestra comunidad no necesita
y no quiere a Cabo Cortés”, ha afirmado
Judith Castro, de la Asociación de
Amigos de Cabo Pulmo. “Dejamos nuestras redes
de pesca para poder proteger este tesoro natural.
No podemos permitir que se destruya con un
proyecto que, lejos de traer beneficios, traerá
destrucción. No estamos en contra del
desarrollo, sino del tamaño de este
proyecto y de todos los costes ambientales
y sociales que traerá. Nosotros, los
habitantes de Cabo Pulmo, estamos buscando
un desarrollo sostenible, que dé los
empleos que se necesiten sin alterar el ecosistema
y la calidad de vida que ya hay. El proyecto
Cabo Cortés no es el adecuado para
esta zona”.
Se trata de un modelo, además,
bien conocido en España, donde la apuesta
por el modelo de construcción masiva
y turismo de “sol y playa” ha llevado a las
zonas costeras a una situación límite
en términos de destrucción medioambiental,
corrupción ligada al urbanismo y las
actividades inmobiliarias, etc. “Ahora, ante
la crisis en España, empresas como
Hansa Urbana están embarcadas en una
huida hacia adelante que les lleva a exportar
el modelo a otros lugares, aún a pesar
de los costes sociales, medioambientales y
laborales de este modelo, que están
más que demostrados aquí”, ha
señalado Patricia Dopazo, de Acsud
Las Segovias.
Este caso es aún
más grave ya que Hansa Urbana está
participada en un 24,9% por la CAM, una entidad
con graves dificultades financieras que ha
reclamado un “rescate” de 2.800 millones de
euros al Fondo de Reestructuración
Bancaria (FROB) del Banco de España,
y cuyo futuro está lejos de estar claro.
Nota:
1. Juicios contencioso administrativos de
expediente 7961/11-17-08-9 ante la Octava
Sala Regional Metropolitana y de expediente
27383/10-17-03-9 ante la Tercera Sala Regional
Metropolinta, en ambos casos del del Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa;
juicio de amparo 1738/2010, principal y en
demanda de ampliación, presentado por
Cabo Cortés, y en el cual participa
como tercero un miembro de la comunidad de
Cabo Pulmo; y un recurso con sede administrativa
ante el Ministerio de Ambiente mexicano.
+ Más
El Gobierno de Indonesia
permitirá deforestar decenas de millones
de hectáreas de selva tropical
Greenpeace lamenta que la
nueva moratoria deje una superficie tan extensa
fuera de protección, aunque reconoce
que es un avance
Indonesia acaba de aprobar una moratoria para
nuevas deforestaciones que prohíbe
expresamente las nuevas concesiones forestales
en áreas de bosque primario y zonas
de turbera, pero que deja fuera de protección
decenas de millones de hectáreas de
bosques ya otorgadas en forma de concesión
forestal que podrán ser destruidas.
La moratoria, vigente durante
un periodo de dos años, prohíbe
deforestaciones en zonas de bosque primario
intactas y áreas con turberas, cuya
destrucción actual está suponiendo
la liberación de grandes cantidades
de gases de efecto invernadero causantes del
cambio climático.
Aunque Greenpeace lamenta
que la moratoria se quede corta, ya que ha
dejado fuera áreas muy extensas de
bosque, incluidas algunos de los últimos
hábitats de especies como el orangután
y el tigre de Sumatra. Greenpeace calcula
que se han quedado fuera de la moratoria alrededor
de 40 millones de hectáreas de bosque.
“Esta moratoria representa
un importante cambio en la política
del Gobierno de Indonesia, pero es poco ambiciosa.
Además, la mayoría de las zonas
incluidas estaban ya protegidas”, ha declarado
Bustar Maitar, de la campaña de Bosques
de Greenpeace. "A pesar de la moratoria,
millones de hectáreas de bosques podrán
ser destruidas”
Según el plan aprobado
por Indonesia para detener la destrucción
de los bosques y las turberas:
•Solo se suspenderán las nuevas concesiones
forestales, pero los millones de hectáreas
de bosque en manos de la industria papelera
o del aceite de palma seguirán bajo
la amenaza de la motosierra.
•No se protegen los bosques
degradados, bosques que tienen todavía
una rica biodiversidad o que tienen otros
valores ambientales y sociales que los hacen
merecedores de protección.
•Los bosques de turberas,
que almacenan grandes cantidades de carbono
también seguirán amenazadas.