Martes, 10 de Mayo de 2011
09:21
A pesar de ser un pequeño
istmo, Panamá cuenta con aproximadamente
976 especies de aves, lo que supera la lista
combinada de los Estados Unidos y Canadá.
La Sociedad Audubon de Panamá
y la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM)
trabajan conjuntamente para proteger estos
animales y conservar sitios importantes, que
son utilizados por aves migratorias, como
es el caso de la Bahía de Panamá.
El próximo 14 de
mayo se celebrará el Día Internacional
de las Aves Migratorias, una iniciativa establecida
por BirdLife International, una red de Organización
no Gubernamental (ONGs), que tiene como objetivo
la conservación de todas las especies
de aves que habitan en la tierra, así
como hábitats.
Rosabel Miró, directora
ejecutiva de la Sociedad Audubon de Panamá,
señaló que grandes grupos de
especies migratorias que transitan por Panamá
son significativos, más de 1 millón
de aves rapaces migratorias pasan por el Cerro
Ancón y de 1 a 2 millones de aves playeras
migratorias pasan por Costa del Este, Juan
Díaz, Tocúmen, cada año.
Entre las aves migratorias
con mucho color incluyen los Bolseros de Baltimore,
la Tangara Veranera, Tangara Escarlata, el
Picogrueso Pechirrosado, el Azulillo Siete
Colores.
Según Miró,
los azulillos, por sus lindos colores, son
atrapados por los pobladores que viven cerca
de los lugares donde se encuentran este tipo
de aves, y se encuentran en el caso de Panamá
en la provincia de Chiriquí para ser
puestos en jaulas, para tenerlos como mascota
o la venta ilegal.
Más de 30 especies
de aves playeras migratorias utilizan la Bahía
de Panamá en sus movimientos migratorios
y por estudios científicos realizados
de 1 a 2 millones pasan por Panamá
cuando migran.
Ante esto ya se cuenta con
un Plan de Conservación para los humedales
de la Bahía de Panamá y la ANAM
está próxima a trabajar el Plan
de Manejo del área protegida Humedal
Bahía de Panamá.
Según Miró,
“Panamá juega un papel muy importante
en la migración de las aves por ser
un puente natural que une Norte y Sur América”.
La conservacionista también
señaló que las aves son el mejor
indicador de la salud ambiental. “En la medida
que sigamos viendo aves migratorias podremos
tener cierto grado de seguridad de que el
ambiente está saludable para recibirlas”.
En todo el territorio panameño
se pueden encontrar unas 107 especies endémicas
regionales que se comparten con Costa Rica
y Colombia, además de 12 endémicas
nacionales que solamente hasta la fecha han
sido reportadas en Panamá.
De esas aves panameñas
se pueden mencionar: Paloma de Coiba (Leptotila
battyi), Perico de Azuero (Pyrrhura eisenmanni),
Mango Veragüense (Anthracothorax veraguensis),
Amazilia de Escudo (Amazilia handleyi), Estrella
Garganta Ardiente (selasphorus ardens), Colaespina
de Coiba (Cranioleuca dissita) Subepalo Bello
(Margarornis bellulus).
También están
el Carpintero Carirrayado (Piculus callopterus),
Tiranolete Verdiamarillo (Phylloseartes flavovirens),
Tangara nuquiverde (tangara fucosa) Tangara
de Monte de Pirre (Chlorospingus inornatus)
y Pinzón Verdiamarillo (pselliophorus
luteoviridis).
Eric Núñez,
biólogo del departamento de Vida Silvestre
de ANAM, advirtió que estas especies
se ven amenazadas mayormente por la actividad
humana, como la expansión de la frontera
agrícola que contribuye con la devastación
de los bosques en Panamá, además
del comercio ilegal de aves y cautiverio es
lo que han puesto a muchas de estas especies
al borde de la desaparición.
Panamá cuenta actualmente
con 105 áreas protegidas lo que corresponde
al 38% del territorio nacional y de acuerdo
a este dato Núñez señala
“que estas reservas naturales son de gran
importancia para las aves debido a que esto
ayuda mantener en su hábitats sin correr
peligro”.