A un año de la campaña
de Greenpeace
Ya pasó un año desde que miles
de personas en todo el mundo presionaran para
convencer a una de las más grande compañías
de alimentos y bebidas, Nestlé , dejara
de dañar a las selvas tropicales de
Indonesia y a sus habitantes eliminando de
su cadena de producción a los responsables
de la deforestación:
el grupo Sinar Mas.
Después de realizar
una campaña muy exitosa e inspiradora,
que tuvo como participantes a activistas,
simpatizantes y consumidores que ejercieron
presión tanto vía online como
offline, el gigante de los alimentos dio,
finalmente, un enorme paso al anunciar un
conjunto de compromisos ambientales sin precedentes.
Poco después, Nestlé
anunció su asociación con The
Forest Trust (TFT) para implementar un programa
para que sus productos no provengan de la
deforestación de bosques y para proporcionar
una rendición de cuentas y transparencia
adecuada, algo que suele faltar cuando se
anuncian este tipo de compromisos. La compañía
está haciendo un serio intento de elevar
el nivel en lo que respecta a la acción
empresarial contra la deforestación
y vamos a seguir alentando a continúen
ese camino.
Tales compromisos, concretos
y tangibles, provenientes de una compañía
como Nestlé claramente demuestran no
sólo la importancia del reclamo, sino
también la eficacia de uno de una de
nuestras más innovadoras campañas.
El poder del pueblo en acción es algo
hermoso y todos los involucrados se merecen
una gran felicitación y un agradecimiento.
En marzo de 2010, después
del lanzamiento de la campaña online,
la eliminación de YouTube del video
que acompañaba el reclamo “Dale un
respiro a las selvas”, provocó una
oleada de interés por parte del público
y evidenció el fracaso del área
de relaciones públicas de Nestlé.
Las vistas al video se dispararon y ayudaron
a impulsar el interés en la campaña,
de hecho, el número total de visitas
a todas las versiones del video actualmente
es de ¡dos millones!
Un año más
tarde, estamos viendo cómo Nestlé,
en colaboración con TFT, comienza a
adoptar nuevas directrices de Aprovisionamiento
Responsable (GSR), a elaborar mapas de la
cadena de suministro para casi todo el aceite
de palma y un proceso de evaluación
de los proveedores para identificar las deficiencias
y ayudar a convertirse en un proveedor que
no apoya la deforestación.
Pero todavía quedaban
más cambios La empresa Golden Agri
(GAR) - el brazo productor de aceite de palma
del Grupo Sinar Mas, anunció a principios
de este año la adopción de una
Política de Conservación de
Bosques, como consecuencia directa de la presión
de Nestlé y siguiendo el ejemplo de
empresas como Unilever y Kraft.
Golden Agri, actualmente
trabajando con The Forest Trust, se comprometió
a salvar las zonas designadas como las más
ricas reservas de carbono. (High Carbon Storage
, HCS), turberas y áreas de alto valor
de conservación , incluyendo áreas
vitales para el sustento local y el hábitat
de los animales.
Sin embargo, aún
queda mucho trabajo por hacer. A pesar de
esta evolución positiva y alentadora,
la selva tropical de Indonesia sigue desapareciendo
a un ritmo aterrador.
Mientras que Golden Agri
se compromete con la conservación,
otra de las empresas de Sinar Mas- Asia Pulp
and Paper (APP) - continúa destruyendo
millones de toneladas de celulosa de la selva
tropical de Indonesia todos los años,
incluyendo el hábitat del tigre de
Sumatra (en peligro de extinción) y
las áreas de gran almacenamiento de
carbono.
Un mapa publicado por el
gobierno de Indonesia para acompañar
el anuncio de la semana pasada de una moratoria
de dos años, que pone un freno temporal
a la destrucción de los bosques, deja
en claro que el gobierno de Indonesia seguirá
permitiendo que APP siga eliminando las áreas
importantes de bosques naturales y las turberas.
APP y Sinar Mas necesitan
escuchar las demandas de personas que en todo
el mundo quieren la protección de los
bosques. Hasta que no implementen políticas
que detengan la continua destrucción
de las turberas ricas en carbono y las selvas
tropicales de Indonesia, el grupo Sinar Mas
seguirá vendiendo destrucción
de bosques en sus productos y Greenpeace seguirá
investigando y exponiendo sus malas prácticas.
+ Más
Organizaciones ambientalistas
expresan su preocupación por la planta
de tratamiento de residuos de la región
Capital-La Plata
Buenos Aires - Greenpeace,
en carácter de integrante de la Coalición
Ciudadana Anti-incineración, junto
a las organizaciones Ala Plástica,
Nuevo Ambiente y Macá, que integran
la Asamblea Ambiental No + CEAMSE, enviaron
a funcionarios y concejales de La Plata, Berisso,
Ensenada, Brandsen y Punta Indio, una carta
(1) para expresar sus preocupaciones en torno
al proyecto de la planta de tratamiento de
residuos que se instalaría próximamente
en el partido de Ensenada.
Las organizaciones reiteraron
su rechazo al sistema del CEAMSE y la necesidad
de cerrar el relleno sanitario de Punta Lara
(Ensenada), pero consideran que el proyecto
de la planta de tratamiento tiene aspectos
centrales que deberían modificarse.
En primer lugar señalaron
que dicho proyecto no debería denominarse
“Basura Cero”, pues sostienen que este concepto
refiere a un enfoque totalmente distinto para
la gestión de los residuos. “El enfoque
de Basura Cero, tal como viene siendo desarrollado
en todo el mundo, implica actuar de diversas
maneras sobre la generación y manejo
de los residuos, de manera de tender una reducción
en la cantidad y peligrosidad de los residuos
generados, y además a reintroducir
los materiales descartados en ciclos naturales
o en la industria. No es posible lograr esto
con una planta como la que se ha propuesto.
Basura Cero implica la participación
ciudadana aumentada, a través de acciones
concretas como separar los residuos en origen
y modificar hábitos de consumo, pero
también una participación política
en la definición del tipo de gestión
de residuos que los municipios eligen”, expresaron
en la misiva.
Además, criticaron
que se considere enviar una fracción
de los residuos a cementeras para utilizarlos
como combustible alternativo. Sostienen que
tanto la incineración como la co-incineración
de residuos “implican emisiones de sustancias
tóxicas para el ambiente como dioxinas,
furanos y metales pesados, entre otras. Además,
significa derrochar los materiales que se
queman, que podrían en cambio ser reciclados
disminuyendo la presión extractiva
sobre la naturaleza. Por otro lado, enviar
residuos a quemar a cementeras implica trasladar
el problema de la contaminación de
manera injusta a otras jurisdicciones.”
Las organizaciones cuestionaron
asimismo que el proyecto no esté basado
en la separación en origen de residuos.
“Si ante la urgencia en implementar un sistema
de gestión que reemplace al relleno
sanitario de la CEAMSE de Punta Lara se elige
avanzar en un proyecto de estas características,
debería planificarse al mismo tiempo
un avance progresivo de la separación
en origen en todos los distritos involucrados
en el proyecto (La Plata, Berisso, Ensenada,
Brandsen y Punta Indio).”, expresaron.
Si bien existe un programa
de separación en La Plata y la intención
de integrar en el proyecto a cooperativas
de la región en programas de separación,
desde las organizaciones plantearon que esto
debe sostenterse y debe aumentar progresivamente
la separación en origen en todos los
distritos, jerarquizando el rol del vecino
y el importante trabajo que llevan adelante
las cooperativas de recuperadores urbanos.
Señalan que los programas de separación
deben enfocarse tanto en los materiales reciclables
como en los restos orgánicos.
“En las condiciones actuales
pueden preverse no sólo bajos niveles
de recuperación, sino además
una generación de productos de baja
calidad, particularmente en cuanto a la producción
de compost. Diversos estudios señalan
que la producción de compost a partir
de residuos no separados en origen da lugar
a un producto contaminado y con posibilidades
de uso restringidas”, afirman.
Por último, en los
últimos días se ha anunciado
que el proyecto pasaría al Municipio
de Ensenada. En este nuevo contexto no está
claro qué mecanismos de participación
se implementarán para que la ciudadanía
pueda opinar al respecto. “Es imprescindible
garantizar que las organizaciones sociales
y los grupos ciudadanos tengan injerencia
en la nueva situación, con facultades
de monitorear y participar en las decisiones
que se vayan tomando”, finalizaron.