Ecologistas en Acción,
Greenpeace, SEO/BirldLife y WWF tras analizar
los estudios realizados por Oceana que han
detectado en el entorno
marino del Parque una gran variedad de hábitats
y especies que deben ser protegidos, reclaman
al Patronato del Parque Marítimo-terrestre
que apruebe la propuesta de ampliación
del Parque Nacional de Cabrera.
La existencia de coralígeno,
Mäerl y bosques de algas laminarias de
profundidad, junto a otros hábitats
de especial interés, justifican la
ampliación del Parque Nacional de Cabrera.
Las organizaciones ecologistas presentes en
el Patronato del Parque Marítimo- Terrestre
piden que el próximo viernes 10 de
junio, en reunión de este Patronato,
se apruebe la propuesta.
La protección de
estos ecosistemas significa la conservación
y recuperación de un buen estado ambiental
del medio marino balear, con probados beneficios,
tanto ecológicos como socio-económicos,
para estas islas.
De hecho, la ampliación
contribuiría al control de las prospecciones
de hidrocarburos que se proyectan en la zona,
así como al control de la pesca de
atún rojo y a eliminar el impacto ocasionado
por la pesca de arrastre sobre los fondos
marinos. Además, con esta ampliación
el Estado podrá dar respuesta a sus
compromisos adquiridos en la UE para desarrollar
una red Natura 2000 de espacios protegidos
y en Naciones Unidas para tener en 2012 una
red de Áreas Marinas Protegidas que
cubra al menos el 10% de los mares del mundo.
Las organizaciones ecologistas
subrayan que, dada la importancia de la industria
turística en Baleares, la ampliación
del Parque contribuiría positivamente
al desarrollo social y económico de
la zona, impulsando un turismo sostenible
y un empleo verde, por el que el Govern Balear
debe apostar.
El Parque cuenta, en la
actualidad, con una superficie marina protegida
de 8.703 hectáreas, que suponen un
7,5% de la superficie actualmente protegida
en Baleares. Esta propuesta de ampliación
extendería la protección no
solo a sus aguas costeras, sino al mar abierto.
+ Más
Los 'stress test' deben
incluir los impactos de aeronaves, actos terroristas
y efectos del cambio climático
El Consejo de Seguridad
Nuclear ha incumplido el mandato sobre las
pruebas de resistencia acordado por el Congreso
de los Diputados y la Comisión Europea
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha incumplido
de forma manifiesta el mandato del Pleno del
Congreso de los Diputados del pasado 12 de
abril y el acuerdo de la Comisión Europea
del 25 de mayo relativos a la realización
de stress tests de seguridad a las centrales
nucleares. El CSN no ha incluido, para las
instalaciones nucleares españolas,
las pruebas de resistencia a impactos de aeronaves
(por accidente o ataque terrorista), a los
efectos del cambio climático y a posibles
ataques terroristas y sabotajes o ciberataques.
Greenpeace pide a los grupos
parlamentarios, incluido el PSOE, promotor
de la Proposición No de Ley, que obliguen
a la presidenta del CSN, Carmen Martínez
Ten, a comparecer en el Congreso de los Diputados
para ofrecer las debidas explicaciones sobre
el incumplimiento por parte de ese organismo
de lo aprobado en sede parlamentaria, y que
exijan al CSN la inclusión de dichas
pruebas.
Todos los grupos parlamentarios
del Congreso de los Diputados sin excepción
apoyaron, en su sesión plenaria del
pasado 12 de abril, la realización
a las centrales nucleares de un conjunto de
stress tests cuya necesidad se ha hecho palmaria
tras el desastre nuclear de Fukushima. Las
pruebas de resistencia fueron planteadas mediante
una Proposición No de Ley, presentada
por iniciativa del Grupo Socialista.
Entre ellas se incluyen pruebas frente a terremotos,
inundaciones (por causas naturales o por rotura
de presas aguas arriba de la central). También
se introducen test a:
•“c) los efectos del cambio
climático y su incidencia en los parámetros
considerados en los procesos de diseño
de las centrales,
•f) la resistencia de los sistemas de contención
primaria y secundaria en situaciones de emergencia
como las vividas en Fukushima, entre otros
componentes.
•g) La comprobación exhaustiva del
estado del circuito primario y del conjunto
de equipos y elementos relacionados con la
seguridad frente a problemas de envejecimiento
y agotamiento de los materiales, problemas
de corrosión, estado de las soldaduras...
•h) El análisis de resistencia y grado
de vulnerabilidad de las instalaciones nucleares
frente a posibles ataques terroristas y sabotajes
o ciberataques.i) Resistencia de los sistemas
de contención ante el impacto de aeronaves
(por accidente o ataque terrorista).”
El pasado 25 de mayo, la Comisión Europea
hizo público el acuerdo alcanzado por
los 27 estados miembros para adoptar unas
pruebas de resistencia armonizadas en toda
la Unión Europea, las cuales, además
de plantearse ante toda clase de desastres
naturales, incluyen también "los
efectos de accidentes provocados por el hombre
tales como impactos de aeronaves así
como ataques terroristas y otros actos malvados”
(1).
“Los stress tests que iniciará
el CSN para las centrales nucleares españolas
no están en línea con los que
realizarán el resto de países
de la Unión Europea”, ha declarado
Carlos Bravo, responsable de la campaña
de energía Nuclear de Greenpeace. “La
credibilidad del Gobierno y del propio CSN
han quedado nuevamente en entredicho al hacer
caso omiso a lo acordado en el Parlamento
y en la Comisión Europea”.
Un análisis correcto
de lo ocurrido en Japón muestra que
la causa real del accidente nuclear de Fukushima
no fue ni el terremoto ni el tsunami del pasado
11 de marzo (estos causaron la pérdida
del suministro eléctrico a la central),
sino la incapacidad de esos reactores de actuar
de forma eficaz ante un problema de falta
de refrigeración del combustible nuclear
por falta de aporte eléctrico externo.
Existen otras muchas causas
posibles (como un sabotaje terrorista, una
inundación por rotura de un presa o
causas naturales, un choque de un avión,
un fallo técnico, errores humanos,
etc.) que también hubieran podido ocasionar
una pérdida prolongada de suministro
eléctrico exterior en Fukushima, y
entonces, la evolución de los acontecimientos
hubiera sido, con toda probabilidad, la misma.
Esa misma falta de capacidad de respuesta
ante una situación de emergencia de
ese calibre la tendría también
la central nuclear de Santa Mª de Garoña
-su reactor nuclear es idéntico a la
unidad de Fukushima-1- y la de Cofrentes (muy
similar al resto de unidades de la central
japonesa).
Notas:
1) El comisario de Energía, Günther
Oettinger, destacó en rueda de prensa
ese día en Bruselas la importancia
de que "la Comisión y los Estados
miembros hayan acordado una evaluación
ambiciosa e integral del riesgo y la seguridad
en las centrales nucleares europeas"
y aseguró que se llevarían a
cabo con los estándares de seguridad
más elevados. Además afirmó
que gracias a este acuerdo adoptado en el
seno de la Comisión Europea, los 148
reactores de los países miembros se
someterán a estas pruebas con los criterios
y los plazos acordados.
+ Más
Un nuevo revés para
ENDESA y buenas noticia para la Patagonia
Blogpost por Mabel G. Bustelo
- junio 21, 2011 en 19:48 Agregar un comentario
El Tribunal de Apelaciones de Puerto Montt,
en Chile, ha admitido a trámite varios
recursos de protección interpuestos
contra las mega-represas hidroeléctricas
que ENDESA planea construir en la Patagonia
chilena, y contra la autorización que
recibieron el pasado 13 de mayo. Esto significa
que de momento, y hasta que se resuelvan los
recursos (en algo más de seis meses),
las obras quedan paralizadas. Después
de que resuelva este tribunal, todavía
podría darse una nueva apelación
ante el Tribunal Supremo.
Los recursos han sido presentados
por varias organizaciones ecologistas y parlamentarios
de diferentes partidos, que sostienen que
la autorización para construir las
presas vulnera el derecho fundamental a un
medio ambiente limpio, recogido en la Constitución
chilena. También señalan que
en el proceso de tramitación del proyecto
se han dado irregularidades, presiones, aspectos
controvertidos y conflictos de intereses,
etc. Todos ellos han calificado la decisión
del Tribunal de Apelaciones como una gran
noticia para el medio ambiente y para los
chilenos, que, según las encuestas,
en un 70% se oponen a esta construcción.
El proyecto supone inundar
unas 6.000 hectáreas de tierra en la
Patagonia de Chile, para construir cinco mega-represas
sobre los cauces de los ríos Baker
y Pascua, con el fin de generar 2.1000 megavatios
de energía eléctrica que luego
serán trasladados 2.000 kilómetros
al norte mediante líneas de alta tensión.
El Gobierno chileno y la
empresa argumentan que esta electricidad es
necesaria para abastecer las crecientes necesidades
energéticas del país. Sin embargo,
los detractores del proyecto, que han protagonizado
protestas y manifestaciones, sostienen que
hay muchas otras alternativas para Chile y
que no está justificada la destrucción
de un ecosistema virgen como la Patagonia.
Aunque la empresa
se ha apresurado a afirmar que esta decisión
no afecta a sus planes y que cumplirá
los calendarios previstos, lo cierto es que
el fallo es un nuevo golpe para sus pretensiones,
que nuevamente se retrasarán. Además
se abre un espacio para que todos aquellos
que se oponen al proyecto puedan seguir trabajando.
Sin duda, y a la espera de lo que ocurra en
el futuro, esto ya es una buena noticia.