La Coalición por
los Océanos Australes y Antártica
(ASOC) preocupada sobre los riesgos del cambio
climático y la acidificación
de los océanos, el creciente
turismo sin control y la creación de
una red de áreas marinas protegidas
en el territorio antártico, de la que
Greenpeace es parte, presentará informes
relevantes durante esta semana, en la Trigésima
Cuarta Reunión Consultiva del Tratado
Antártico (RTCA) que estará
desarrollándose hasta el viernes 1
de julio en Buenos Aires, Argentina.
Para Greenpeace, organización
que lleva ya treinta años de lucha
constante a favor del territorio Antártico,
obteniendo logros significativos, el trabajo
aún no termina porque el cambio climático
está amenazando los ecosistemas antárticos
y se requieren medidas concretas para minimizar
los impactos especialmente en los ecosistemas
marinos.
Según el representante de Greenpeace
en la reunión, Samuel Leiva, “sabemos
que de no actuar en instancias internacionales
dejamos que los intereses del mercado terminen
por poner en riesgo el único territorio
de la humanidad que está libre - aún-
de la depredación masiva e institucionalizada”.
Tal es el caso actual del
Ártico, el otro polo de la Tierra,
donde las mineras y petroleras están
extrayendo material contra toda lógica.
Tal es así que el propio director de
Greenpeace, Kumi Naidoo, está detenido
desde este sábado en Groenlandia por
escalar una base petrolera, lo que forma parte
del trabajo constante que Greenpeace realiza
todos los días en diferentes países
del mundo.
Cita clave en Buenos Aires
El Tratado Antártico es un acuerdo
entre un grupo de naciones para regular la
actividad en torno al continente antártico.
Fue suscrito el primero de diciembre de 1959
y entró en vigor el 23 de junio de
1961, logrando que hasta la fecha este continente
tenga regulaciones de protección que
no existen en ninguna otra parte del planeta.
Este 2011 se cumplen 50
años de su entrada en vigencia y se
realiza en Buenos Aires, Argentina, su 34°
Reunión Consultiva, la que deberá
hacer recomendaciones claves para la toma
de decisiones que serán muy importantes
para el futuro a mediano y largo plazo de
la humanidad.
Greenpeace participa activamente
en esta reunión a través de
Samuel Leiva, Coordinador de Campañas
de la organización. El foco de Greenpeace
está en lograr avances en la ratificación
de una red de áreas marinas protegidas
en la Antártica, específicamente
en la incorporación de la totalidad
del Mar de Ross.
No sólo los delegados
de los diferentes países asistirán
a la reunión en Argentina, también
expertos científicos, quienes harán
aportes significativos en la toma de decisiones.
Entre ellos: los Observadores de la Convención
para la Conservación de los Recursos
Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA),
el Comité Científico en la Investigación
de Antártico (SCAR),el Consejo de Directores
de Programas Nacionales de Antártico
(COMNAP) y la Comisión Internacional
para el Cuidado de la Naturaleza IUCN entre
otros.
+ Más
Comité de protección
ambiental del Tratado Antártico avanza
tímidamente por la protección
marina
Con tímidos avances
en materia de conservación marina terminó
la 14ª reunión del Comité
de Protección Ambiental (CPA) del Tratado
Antártico que se desarrolló
en la capital Argentina la semana pasada.
Buenos Aires, Argentina
- Para Samuel Leiva (representante de Greenpeace
en la reunión, y también miembro
de la delegación de la Coalición
por los Océanos Australes y la Antártica,
ASOC), “la reunión del CPA estuvo marcada
por un bajo interés en el avance respecto
a la identificación e implementación
de una red de áreas marinas protegidas
en el océano antártico”.
El Comité de Protección
Ambiental debía en la ocasión
aceptar o rechazar las recomendaciones provenientes
desde el taller sobre Áreas Antárticas
Especialmente Manejadas (ASMAS en Inglés),
que se realizó una semana antes en
Montevideo, Uruguay. Dichas recomendaciones
se focalizaron especialmente sobre compartir
las mejores prácticas, el desarrollo
de directrices para la preparación
de los planes de manejo de las ASMAS y la
búsqueda de potenciales nuevas áreas
protegidas tanto terrestres como marinas.
Sin embargo, explica Leiva
“aunque las recomendaciones fueron aceptadas,
e incluidas en el plan de trabajo de los próximos
5 años del CPA, estas son muy generales
y vagas, lo que no permite que los avances
sean significativos y demuestran el poco interés
de las partes en cumplir con el objetivo de
contar con una red de áreas marinas
protegidas de forma oficial para el año
2012”.
Las recomendaciones en lo
concreto solicitan al CPA trabajar de manera
más cercana con el Comité Científico
de la Convención para la Conservación
de los Recursos Vivos Marinos Antárticos
(CCRVMA), el Comité Científico
en la Investigación de Antártica
(SCAR), el Consejo de Directores de Programas
Nacionales de Antártico (COMNAP) y
la Asociación Internacional de Operadores
Turísticos de la Antártica (IAATO),
hacer una revisión de los planes de
manejos existentes sobre ASMAS con la visión
de desarrollar una directriz para el establecimiento
de ASMAS y la preparación y revisión
de nuevos planes de manejo de ASMAS.
Para el coordinador de Campañas
de Greenpeace Chile, “aunque las recomendaciones
son vagas, es necesario que los países
consultivos del Tratado Antártico adopten
el plan de trabajo del CPA, esto apoyará
los resultados y recomendaciones del taller
sobre áreas marinas protegidas que
se desarrollará en Brest, Francia,
a finales de Agosto”.
El escaso número
de países que informaron que asistirían
al taller en Francia y que sólo Australia
haya anunciado que presentará propuestas
alternativas a las ya once zonas prioritarias
para la conservación ha puesto en alarma
a las organizaciones ambientales, debido a
que el taller es muy importante en el desarrollo
de una red de áreas marinas en la antártica.
El año 2009, la Convención
para la Conservación de los Recursos
Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) identificó
11 áreas para ser puestas bajo protección
oficial para el año 2012, de aquellas
zonas, ASOC aboga por que el Mar de Ross sea
el primero en declararse área marinas
protegida, pero el escaso interés demostrado
por las partes contrasta con lo que se ha
hecho en el CPA hace ya más de una
década, esto fue claramente ilustrado
por el documento de información n°6
llamado “Resumen del trabajo del CPA sobre
Zonas Marinas Protegidas”, el cual revisa
los pasos dados por el CPA desde el año
1998.
“Hacemos un llamado a las
partes a participar activamente en el taller
de áreas marinas protegidas en Brest,
Francia, porque es en esa oportunidad donde
se debería ya contar con las zonas
para una futura red de áreas marinas
protegidas en antártica”, recalcó
Leiva.
+ Más
¡Van regios por una
alimentación libre de transgénicos!
Cerca de un centenar de
ciudadanos regiomontanos acudieron por su
Guía de transgénicos y consumo
responsable a la presentación de este
documento realizada en la capital de Nuevo
León por Greenpeace en compañía
de representantes del grupo Compra solidaria
y de Tierra Orgánica.
Estudiantes, madres de familia,
ciudadanos de a pie preocupados por saber
qué es lo que comen diariamente y en
búsqueda de opciones de alimentos naturales,
locales y libres de transgénicos se
llevaron su Guía y gustosos compraron
las tortillas y gorditas elaboradas por don
Juventino Saldaña en su comunidad y
las que intenta comercializar a través
de su grupo de Compra solidaria aun ante la
falta de espacios de venta y a contracorriente
de los grandes centros comerciales.
“Yo soy madre de familia
y me inicié en la búsqueda de
alimentos sanos movida por la preocupación
de lo que le estaba dando a mis hijas y las
implicaciones que esto tendría para
su salud. No es fácil cambiar de hábitos,
a veces me dicen que soy una mamá mala
porque no las dejo comer lo que comen otros
niños pero me siento con ellas y les
explico que no soy mala que sólo quiero
garantizar su salud y la de las futuras generaciones”
comentó Rocío Cruz de Tierra
orgánica.
Tras explicar qué
son los transgénicos y porque su consumo
representan un riesgo para la salud humana,
la biodiversidad, para nuestra base alimenticia
que es el maíz y para el campo mexicano
y los campesinos, Aleira Lara, coordinadora
de la campaña de Agricultura sustentable
y transgénicos de Greenpeace, llamó
a los asistentes a reconfigurar sus hábitos
de consumo y preferir alimentos locales y
libres de trangénicos en lugar de aquellos
productos industrializados que contengan o
puedan contener al menos un derivado de cultivos
genéticamente modificados de maíz,
soya, algodón o canola.
“En esta Guía les
decimos qué alimentos tienen o no transgénicos
y dónde y cómo practicar un
consumo responsable que fortalezca espacios
como los mercados orgánicos y tiendas
locales” abundó Lara.
La Guía de transgénicos
y consumo responsable que presentó
Greenpeace ofrece información sobre
cuales productos tienen o no transgénicos.
“Por ejemplo estamos alertando
sobre la presencia de OGM en alimentos de
marcas como Bimbo, Coca cola y Nestlé
que diariamente llegan a nuestras mesas”,
indicó Aleira Lara.
De 320 productos revisados,
186 están en la lista de transgénicos
y fueron ubicados en esa categoría
porque las empresas no respondieron a Greenpeace
sobre la calidad de sus productos o porque
no brindan garantías de que sus ingredientes
no contengan transgénicos o sus derivados.
Afortunadamente, también entre los
productos industrializados es posible encontrar
marcas como Pascual Boing, Ferrero, Pan Fiiller,
Verde Valle, La Huerta, Coral Internacional
y Santa Clara, entre otros, que certificaron
que son libres de transgénicos y forman
parte de los 134 productos de la lista verde
de la Guía.