Buenos Aires, 6 de septiembre
- La empresa Prüne,referente de la industria
de la moda, firmó con Greenpeace su
compromiso a usar cueros
libres de contaminación. De esta forma,
al igual que Sarkany y Grimoldi, que ya firmaron
el acuerdo, exigirán a sus curtiembres
proveedoras que no viertan sustancias tóxicas
y contaminantes.
La empresa Prüne asumió
su compromiso por una industria de la moda
libre de contaminación. Es la tercera
empresa luego de Grimoldi y Sarkany en exigir
a sus proveedores de cuero “cero vertido”
de contaminantes en la cuenca. El acuerdo
firmado con Greenpeace establece que las curtiembres
deberán comprometerse, frente a la
autoridad correspondiente, a implementar procesos
de producción limpia hacia “cero vertido”
antes del año 2020, y hacer pública
la información sobre las sustancias
peligrosas que vierten al ambiente. Se trata
de un paso muy importante para la descontaminación
y el saneamiento del Riachuelo.
A partir de hoy Prüne,
referente de la industria de la moda, pasará
a asumir un papel clave en el proceso de descontaminación
de las aguas del Riachuelo, ya que no comprará
cuero en curtiembres que no hayan asumido
el compromiso que plantea Greenepace. A la
fecha ningún establecimiento lo ha
adoptado, y ahora lo necesitan para venderle
sus materias primas a Prúne, Sarkany
y Grimoldi.
“Celebramos este tercer
acuerdo; es muy importante que Prune una empresa
lider en el mundo de la moda se sume a este
compromiso, aceptando la responsabilidad en
todas las etapas de producción de sus
productos y de esta forma implementando políticas
ambientales para sus curtiembres proveedoras
con el fin de eliminar los vertidos contaminantes.
Esperamos que estos primeros compromisos (Grimoldi,
Sarkany, Prüne), sean el ejemplo a seguir,
y que estas iniciativas se repliquen en el
resto del sector de la indumentaria y el calzado”,
manifestó Consuelo Bilbao, Coordinadora
de la Campaña Riachuelo.
La decisión se tomó
a semanas de la denuncia de Greenpeace contra
el sector de la indumentaria, fruto de una
extensa y bien documentada investigación
sobre la contaminación de las curtiembres
en el Riachuelo, uno de los sectores de mayor
impacto ambiental en la Cuenca. El informe
“La contaminación viste a la moda”
(1), da cuenta de la presencia de sustancias
químicas peligrosas en las descargas
de los establecimientos curtiembreros vinculados
con importantes marcas de indumentaria.
+ Más
Más de 35.000 argentinos
le dijeron NO a la energía nuclear
en 24 horas
Buenos Aires, 29 de septiembre
de 2011.- En menos de 24 horas más
de 35.000 argentinos manifestaron su oposición
al Plan Nuclear del Gobierno Nacional. Greenpeace
convocó a expresar el rechazo a la
energía nuclear mediante una campaña
a través del sitio web www.greenpeace.org.ar,
minutos después de la puesta en marcha
de la central nuclear Atucha II.
“El rápido y alto
nivel de participación que tuvo nuestra
campaña demuestra que después
de Fukushima, el avance de la energía
nuclear en nuestro país merece un debate
serio que hoy en día se está
ignorando con, total irresponsabilidad"
declaró Ernesto Boerio, coordinador
de la campaña de Clima y Energía
de Greenpeace Argentina.
A 25 años del desastre
de Chernobyl, en abril de este año,
la encuestadora MBC Mori realizó un
muestreo en el que se demostró que
siete de cada diez argentinos consideran que
la energía nuclear es “peligrosa o
muy peligrosa”, y el 64% de los encuestados
consideran que “la central nuclear Atucha
II no debía terminar de construirse”.
(1)
A su vez, el informe de
Greenpeace “[R]evolución Energética
2011“, demuestra que el país puede
abandonar la energía nuclear completamente
para 2040 y contar con un 80% de participación
de renovables para 2050. (2)
Luego de Fukushima, potencias
como Italia, Alemania y Suiza anunciaron el
abandono de la energía nuclear por
sus riesgos a la seguridad, altos costos y
falta de consentimiento de la población.
En junio, el 94% de los italianos dijeron
NO a la energía atómica en un
plebiscito, y Alemania y Suiza presentaron
planes de cierre progresivo de sus centrales
a 2022 y 2034, respectivamente. “Argentina
debe seguir los pasos de estos países
que ya están redirigiendo sus inversiones
a energías renovables y seguras, como
la eólica”, agregó Boerio.
El sector empresarial también
abandona sus inversiones en el sector nuclear.
Siemens, uno de los mayores proveedores eléctricos
del mundo, anunció que abandonará
completamente el rubro de la energía
atómica. Argentina compró el
primer reactor de Siemens para Atucha I, y
en la década de los ochenta celebró
un contrato para la construcción de
Atucha II, pero por las constantes demoras
Siemens abandonó el proyecto. (3)
“Es necesario entender que
apostar por la energía atómica
es un error estratégico para la seguridad
y la independencia energética de un
país con enorme potencial renovable
como la Argentina”, sostuvo Boerio.