Lunes, 24 de Octubre de
2011 Share inShare0
“Este primer Atlas Ambiental es una obra en
permanente y paulatina construcción,
que deberá enriquecerse con nuevos
aportes e investigaciones”, subrayó
la administradora general de la Autoridad
Nacional del Ambiente (ANAM), Lucía
Chandeck.
Las declaraciones de la
funcionaria tuvieron lugar en el acto de lanzamiento
de esta nueva herramienta y ante altos personeros
del gobierno, miembros de organizaciones no
gubernamentales (ONG´s), directivos
y técnicos de la ANAM.
Esta obra ha sido desarrollada
tanto en formato tradicional en papel como
en formato digital, y consta de 10 capítulos,
78 láminas y 78 textos explicativos.
“Un Atlas era tradicionalmente
un compendio de mapas que recogía en
forma generalizada información de las
diferentes características de un territorio,
sobre todo en su aspecto físico. Hoy
esta concepción ha cambiado a raíz
del surgimiento de los recursos naturales
y su vinculación con la vida de las
comunidades”, dijo Chandeck.
Explicó que “la tecnología moderna
permite hacer de esas herramientas geográficas,
un testimonio visual de diferentes aspectos
y demostrar en forma muy clara, determinadas
circunstancias o variaciones en el ambiente
que rodea a los grupos humanos”.
“Pero también”, agregó,
“constituyen un recuerdo, o pueden dar una
constatación de los cambios paulatinos
que se producen en una zona determinada y
hasta en el conjunto nacional o regional para
la utilización de lectores ávidos
de la información”.
Para Chandeck, una institución
como la ANAM toma en consideración
el Atlas como reporte o instrumento que se
incorpora dentro del proceso de planificación
nacional, y que se convierte en una evaluación
quinquenal del avance de la gestión
ambiental en Panamá.
Puntualiza que “este primer
Atlas Ambiental de la República de
Panamá, ha sido concebido como una
obra de consulta que le permitirá al
usuario tener un instrumento de análisis
a lectura múltiple mediante la combinación
de diversos temas ambientales”.
“Con tal fin”, indica a
renglón seguido, “se ha tratado de
escribir esta obra en lenguaje sencillo y
accesible a toda clase de públicos,
con abundante material gráfico y cartográfico
que instruyan sobre los más diversos
tópicos ambientales. Este Atlas Ambiental
es también una mirada al sistema de
información de las instituciones con
injerencia ambiental”.
De acuerdo a la administradora
general de la ANAM, “la iniciativa surge de
la apremiante necesidad de disponer de datos
en esta materia, que permite fortalecer el
proceso de Planificación y Evaluación
Ambiental”.
También señaló
que se trata de “una herramienta editorial
que tiene por objeto suministrar cartografía
e información ambiental oficial del
país. Es un aporte en la consolidación
de una cultura, que ha sido construida por
las instituciones, ONGs y universidades que
aportan conocimiento en este campo”.
El Atlas, financiado por
el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
es una publicación destinada especialmente
al público en general, a las autoridades
y sobre todo a los estudiantes y docentes
y persigue la finalidad de ofrecer una bibliografía
de consulta que permita comprender el origen
y la naturaleza de los recursos naturales
que, de diversas maneras, condicionan la calidad
de vida de las comunidades.
ANAM, con la colaboración
de entidades gubernamentales y no gubernamentales,
desde 1998 trabaja para sentar las bases ambientales
que permitan a Panamá avanzar hacia
formas sostenibles de su proceso de desarrollo,
añade Chandeck.
Además, manifiesta, “se han creado
y puesto en marcha las condiciones básicas
para fomentar las ventajas competitivas del
país, se ha instalado una base de normativas
que permiten una gestión ambiental
explícita sustentada con información
sistematizada.
“Básicamente hoy
se cuenta con la capacidad para trabajar con
todos los sectores en la definición
de objetivos comunes, en la coordinación
de esfuerzos para alcanzarlos, y en la instalación
de una estrategia de conservación”.
Sin embargo, aclara Chandeck,
“aún quedan barreras y desafíos
importantes que deben ser superados para lograr
una institucionalidad ambiental como base
de apoyo eficiente y eficaz para la competitividad.”.
Los recursos gestionados por ANAM son necesarios
y complementarios para hacerle frente al cumplimiento
de compromisos establecidos en el ámbito
de las áreas protegidas, la fiscalización,
la supervisión y control de normas
ambientales, sostuvo Chandeck.
Igualmente, dejó
claró, que “además de esto,
son necesarios la implementación del
Sistema Nacional de Información Ambiental,
el proceso de evaluación de impacto
ambiental y de evaluación ambiental
estratégica, la participación
ciudadana y la consolidación de una
cultura ambiental, entre otros temas de alta
prioridad para la institución”.
Esta es la primera edición
del Atlas Ambiental y es el resultado de un
esfuerzo de la cooperación interinstitucional.
Para la realización de esta publicación
se ha contado con los aportes de un numeroso
equipo interdisciplinario de trabajo de las
distintos socios gubernamentales y ONG’s.
“A través de este
instrumento se podrá colaborar en las
decisiones de política y gestión
ambiental; además, se contribuye a
la relación del sector científico-tecnológico
con los decisores, y facilita de este modo,
la transferencia de conocimientos, la formación
de recursos humanos y la realización
de acciones de prevención y control
de los problemas ambientales”, recalcó.
“Sometemos a la consideración
del público interesado, académicos,
socios estratégicos, científicos
e investigadores, esta publicación
para recibir de los usuarios sus comentarios
y sugerencias para mejorar esta obra que,
estamos seguros, será de mucha utilidad
tanto en las escuelas, universidades, ONG’s,
como para las empresas privadas y las instituciones
del Estado, concluyó
Por su parte, el ingeniero
Ricardo Barranco, director de DASIAM, realizó
una exposición de la estructura del
Atlas ambiental y otros sus aspectos, que
lo ubican en la dimensión de esta herramienta
de información para la gestión
del ambiente, que desarrolla la ANAM.
Explicó que esta
información se basa en las experiencias,
en el trabajo cotidiano de científicos,
analistas, programadores y técnicos
en estadísticas que miran la realidad
nacional en sus componentes más significativos
para evaluar su comportamiento.
“El contenido de este documento,
inmerso en la modernización de la gestión
ambiental, busca la eficiencia y transparencia
de los procesos innovadores, que incorporan
la aplicación de tecnologías
nuevas, económicas y de uso fácil”,
según el experto.
“Involucra, además,
el conocimiento de información respecto
al estado del ambiente local, regional y nacional;
los efectos de los cambios globales en su
desarrollo, y de las comunidades; las normas
de calidad ambiental”, precisa Barranco.
“Este conjunto de datos
crea un perfil del país y nos define
ante el resto del mundo. Además, al
consolidarlo en un Atlas, podemos precisar
un estado que es variante y que permite hacer
comparaciones años tras años,
circunstancia que posibilita estudiar estos
factores en el tiempo y que permite conocer
su dinámica”, afirmó Barranco.