En el segmento de alto nivel,
el Jefe de la Delegación Nacional,
José Luis Balmaceda, se refirió
a la importancia de lograr un acuerdo jurídicamente
vinculante en reducción de emisiones,
junto con señalar que "este camino
debe estar acompañado por compromisos
más ambiciosos".
(Durban, jueves 08 de diciembre
2011) - Muy clara fue la posición nacional
en la Convención de la ONU sobre Cambio
Climático, COP17, que actualmente se
desarrolla en Durban, Sudáfrica.
Ante la ausencia de la ministra del Medio
Ambiente, María Ignacia Benítez,
quien no pudo asistir por problemas de salud,
el embajador José Luis Balmaceda, Director
de Medio Ambiente y Asuntos Marítimos
del Ministerio de Relaciones Exteriores, fue
quien se dirigió a la comunidad internacional
en el segmento de alto nivel de la conferencia.
En la oportunidad, Balmaceda, señaló
que la presencia nacional en el proceso negociador,
se ha caracterizado por ser constructiva y
con una clara voluntad de formar parte de
la solución del problema del calentamiento
global.
Asimismo, Chile dejó en claro su posición
de renovar el Protocolo de Kioto en un segundo
periodo de compromiso, además de "adoptar
una Hoja de Ruta destinada a lograr un acuerdo
jurídicamente vinculante en reducción
de emisiones, camino que debe estar acompañado
por compromisos más ambiciosos"
señaló el Jefe de la Delegación
Nacional.
Junto con ello, Balmaceda fundamentó
la posición nacional "en la urgencia
de adoptar medidas para no sobrepasar los
2 grados centígrados" hacia final
del siglo.
Cabe destacar que según datos del Programa
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente,
PNUMA, se vislumbra un aumento de la temperatura
de entre 3 y 3,5 grados Celsius antes de fines
de siglo. En tanto que la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo
Económico, OCDE, añade que ésta
podría incluso llegar a los 6 grados
Celsius.
Ante este escenario, el embajador Balmaceda,
fue claro en posicionar el objetivo de la
Convención que precisamente "es
la de estabilizar las concentraciones de Gases
de Efecto Invernadero en niveles que no sean
peligrosos para la comunidad humana",
al tiempo que agregó que "las
naciones desarrolladas deben asumir el liderazgo
en esta materia, el que no sólo debe
reflejarse en la aprobación de un segundo
periodo de compromiso del Protocolo de Kioto,
sino que en la voluntad de iniciar un proceso
negociador para alcanzar un acuerdo globalmente
vinculante".
"Lamentamos la ausencia de los principales
emisores en este esfuerzo, ya que ello no
constituye una señal política
positiva para este proceso multilateral, y
menos para quienes han depositado sus esperanzas,
su confianza, en nosotros" puntualizó
José Luis Balmaceda.
En este sentido, el Jefe
de la Delegación Nacional agradeció
la disposición asumida por la Unión
Europea, que acepta un segundo periodo del
Protocolo de Kioto siempre y cuando se comprometan
los grandes emisores, aunque el conglomerado,
sólo contribuye con el 14% de las emisiones
mundiales.
Cabe destacar que la posición chilena
fue enfática en que deberían
sumarse todas las economías, para lo
se sugirió un plazo al año 2015
para lograr un nuevo instrumento vinculante,
con un límite del 2020. "Los países
desarrollados deben establecer objetivos claros,
ambiciosos y cuantificables en materia de
reducción de emisiones. Por su parte,
los países en desarrollo, de conformidad
con el principio de responsabilidades comunes
pero diferenciadas, debemos ser parte de la
solución, generando mayores esfuerzos
en mitigación y adaptación"
señaló Balmaceda.
Cabe recordar que Chile integró el
Comité de Transición, instancia
encargada de poner en marcha el Fondo Verde
además de integrar el Grupo de Expertos
en Comunicaciones Nacionales para países
en desarrollo. Asimismo, la presencia chilena
también integra el G-77, que es el
grupo de países en vías de desarrollo
cuyo objetivo es apoyarse mutuamente en las
deliberaciones de la ONU.
Junto con ello, Chile forma parte del Diálogo
de Cartagena, instancia que tiene el objetivo
de contribuir a la negociación de un
acuerdo globalmente vinculante y en el que
participan países desarrollados como
la Unión Europea, Noruega, Suiza, Australia
y Nueva Zelanda. Mientras que también
lo integran países en desarrollo como
Colombia, Perú, México, Costa
Rica, Barbados, Indonesia, Kenya, entre otros.