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- febrero 20, 2012 - Greenpeace
presentó hoy la exhibición fotográfica
Tierras Sombrías (Shadowlands) en la
que se muestran imágenes inolvidables
de cómo vive la gente de Fukushima,
Japón, a un año del terremoto
y el tsunami que desataron un desastre nuclear.
En la muestra se destaca
la difícil situación de los
desplazados por la crisis y se plasma cómo
persisten los impactos al medio ambiente y
a las vidas de las personas en una amplia
área alrededor de la nucleoeléctrica
Fukushima Daiichi.
El fotógrafo Robert
Knoth y la periodista Antoinette de Jong nos
comparten paisajes, retratos y entrevistas
de personas que viven en la región
afectada, y de otras que no han podido regresar
a sus hogares, como una advertencia al mundo
de que un accidente nuclear grave puede ocurrir
en cualquier parte donde existan reactores.
Las fotos muestran espacios
abiertos, pero algo hace falta en esas imágenes:
la gente. Más de 150 mil personas tuvieron
que huir de diversas regiones cercanas a la
central nuclear, debido a la contaminación
radiactiva.
Desde el comienzo de la
crisis, el 11 de marzo de 2011, especialistas
en radiación de Greenpeace han documentado
los efectos de este tipo de contaminación
en el medio ambiente, alimentos y productos
del mar, para demostrar que las autoridades
japonesas han subestimado consistentemente
las consecuencias de la radiactividad en torno
a Fukushima.
A estos riesgos se suma
el empecinamiento del gobierno japonés,
que se está apresurando para volver
a encender los reactores nucleares en contra
de la opinión pública, y sin
haber aprendido las lecciones.
Greenpeace hace esta exposición
para hacer un llamado a las autoridades japonesas
a la reflexión sobre las consecuencias
de sus decisiones, ya que eligieron proteger
a la industria nuclear en vez de proteger
las personas, lo que han provocado sufrimiento
en la población cercana a la central
de Fukushima.
Millones de personas que
viven cerca de reactores en todo el mundo
están en riesgo de sufrir las mismas
consecuencias de una gran catástrofe
nuclear.
+ Más
Por un futuro libre de energía
nuclear
Febrero 28, 2012 - En conmemoración
solemne de las vidas afectadas por el terremoto
de Japón del año pasado y la
consiguiente tragedia nuclear de Fukushima,
escaladores de Greenpeace dejaron mensajes
de apoyo y esperanza a la cumbre del monte
Fuji.
Kawaguchiko, Japón.- Once escaladores
de Canadá, Francia, Alemania, Hungría,
Italia, Polonia, España, Suecia, Suiza
y los EEUU escalaron la montaña para
desplegar una manta con la leyenda "No
Nuclear", al mismo tiempo, en el lago
Yamanakako, uno de los cinco lagos en la base
del Monte Fuji, un segundo equipo de activistas
de Greenpeace desplegó otro mensaje:
"Un mañana libre de energía
nuclear".
Un equipo multinacional
de Greenpeace escaló hasta la cumbre
del monte Fuji para ofrendar mensajes de apoyo
a las víctimas del terremoto y de la
catástrofe nuclear de Fukushima ocurridas
en marzo de 2011.
"Greenpeace está llevando mensajes
de miles de personas de Japón y todo
el mundo sobre Fukushima hasta la cima del
Monte Fuji para ayudar a convencer al gobierno
japonés de escuchar las voces de las
personas, no de la industria nuclear",
dijo Wakao Hanoaka, director de la campaña
de Greenpeace Japón.
"El 11 de marzo, vamos
a hacer una pausa para reflexionar sobre las
vidas perdidas en el trágico terremoto
y el tsunami de hace un año, pero también
debemos recordar aquellos cuyas vidas han
sufrido daños irreparables por la contaminación
radiactiva. No podemos olvidar el terrible
precio que están pagando por la obsesión
ciega de Japón con la energía
nuclear ", dijo Hanoaka.
El día de hoy en
Tokio, Greenpeace publicó el informe
"Lecciones de Fukushima", en el
que demuestra que la gente está sufriendo
por los impactos de la catástrofe de
Fukushima, debido a los fracasos de las autoridades
japoneses que decidieron hacer caso omiso
de los riesgos de los reactores nucleares
y obtener beneficios de la industria nuclear
dándole a la industria una prioridad
mayor que a la seguridad pública.
"Fukushima fue una
crisis nuclear evitable. Los gobiernos de
todo el mundo deben eliminar esta tecnología
peligrosa, e invertir en las tecnologías
renovables seguro, probado y asequible. "dijo
Aslihan Turner, de Greenpeace Internacional
Nuclear.