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- febrero 28, 2012 - Osos mieleros y abejas
indignadas, que portaban mensajes con la leyenda:
“No transgénicos en nuestra miel”
encabezaron la protesta de organizaciones
de apicultores, empresarios y ambientalistas
que demandan la anulación de las autorizaciones
de siembras de soya transgénica en
30 mil hectáreas en la Península
de Yucatán.
Frente a las oficinas de
la Secretaría de Agricultura Ganadería
Desarrollo Rural Pesca y Alimentación
(Sagarpa), los manifestantes dieron a conocer
la demanda de amparo presentada ante los juzgados
de Distrito en materia administrativa contra
la autorización de siembra de soya
transgénica otorgada a la empresa Monsanto
en los estados de Campeche, Yucatán
y Quintana Roo, debido a que implica un grave
riesgo de contaminación para la miel
que se produce en la región.
No transgénicos en
nuestra miel. Foto: Prometeo Lucero / Greenpeace.
Dicha concesión, otorgada el 17 de
junio de 2011, afecta la importante producción
de miel en los estados de la Península
de Yucatán, 98 por ciento de la cual
se exporta a la Unión Europea.
La alerta se incrementó
cuando el 6 de septiembre del mismo año,
el Tribunal de Justicia europeo determinó
que la incorporación de polen transgénico
daba lugar a que la miel y otros complementos
alimenticios deban ser sometidos a previa
autorización antes de ser comercializados.
Cabe destacar que en varios países
de Europa se ha prohibido la venta y consumo
de productos elaborados o contaminados con
transgénicos.
Pablo Duarte, coordinador
de la Unorca-Yucatán señaló
que “el flujo del polen transgénico
representa un estigma en la calidad de la
miel mexicana poniendo en riesgo una de las
pocas ventajas comparativas con las que cuenta
nuestro país dentro del mercado global”.
Por su parte, Aleira Lara,
coordinadora de la campaña de Agricultura
sustentable y transgénicos de Greenpeace
México puntualizó: “si las autoridades
mexicanas siguen permitiendo la liberación
de transgénicos al medio ambiente arruinarán
por completo al sector apícola, que
es fundamental para la agricultura y los ecosistemas.
Este caso nuevamente demuestra que una agricultura
que busque productos de calidad no es compatible
con el modelo de los cultivos transgénicos”.
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China libre de transgênicos
Febrero 22, 2012 - Las empresas
de biotecnología acaban de sufrir una
derrota histórica en China: el país
el más poblado del mundo ha impulsado
una iniciativa de ley que prohíbe los
transgénicos en los productos básicos
como el arroz.
China está punto
de ser el primer país en prohibir la
utilización de transgénicos
en sus alimentos básicos. De hecho,
el Consejo Nacional para Asuntos Legislativos
hizo público un anteproyecto de ley
sobre semillas que regula investigaciones
científicas, experimentación
en campo, producción, venta, importación
y exportación de semillas transgénicas.
Es decir que pronto, nadie podrá emplear
la ingeniería genética en ninguna
producción de alimentos básicos
en China.
Esta ley ha sido promovida
después de la prohibición de
la comercialización de arroz transgénico
en septiembre de 2011. Después de ocho
años de lucha y de cabildeo, eso representa
una gran victoria de Greenpeace Asia Oriental.
"Los legisladores en
China han decidido proteger el centro de origen
del arroz. Al gobierno mexicano le toca hacer
lo propio en el centro de origen y diversificación
del maíz, alimento básico de
los mexicanos y uno de los cultivos más
importantes a nivel global", declaró
Aleira Lara, coordinadora de la campaña
de Agricultura sustentable y transgénicos
de Greenpeace México.
"Los cultivos
transgénicos son caros y riesgosos
para los agricultores. Sus semillas están
sujetas al pago por uso de patente lo cual,
indirectamente, aumentará el precio
de los alimentos y, en consecuencia, no aliviará
la pobreza o el hambre, al tiempo que golpearán
fuertemente nuestra soberanía alimentaria
y pondrán en riesgo nuestra salud.
Los mexicanos queremos nuestro alimento básico
libre de transgénicos", finalizó
Lara.