Publicado
el 12 junio 2012 - Del
20 al 22 de junio, los líderes mundiales
se reunirán en Brasil durante la celebración
de Río+20, la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, lo que
representa una oportunidad única para
desarrollar y sentar las bases para un futuro
sostenible para todos.
Las decisiones que se tomen en Río le
darán forma a la agenda global de discusiones
sobre el medio ambiente para la próxima
década e incluso las posteriores. En
1992, durante la celebración de la Cumbre
de la Tierra en Río de Janeiro, se adoptaron
importantes iiniciativas, como la firma del
Convenio sobre Diversidad Biológica y
el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre
Cambio Climático, además de poner
en marcha el proceso para desarrollar el Convenio
de Lucha contra la Desertificación. El
mensaje esencial de esta reunión fue
reforzado cuando los 193 Estados Miembros de
la ONU se comprometieron, a través de
los Objetivos de Desarrollo del Milenio, a terminar
con la pobreza, proteger la biodiversidad y
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
En junio de 2012, Río + 20 evaluará
lo que ha ocurrido desde entonces y qué
nuevos pasos son necesarios para abordar los
urgentes problemas de la seguridad ambiental,
equidad y gestión de recursos.
Las crisis financieras mundiales actúan
como un telón de fondo en esta Conferencia,
pero Río+20 es la oportunidad que tienen
los líderes para acordar un futuro sostenible
para las próximas generaciones, que sitúe
el bienestar de las personas como eje prioritario
de la agenda global.
“Durante los
últimos años hemos visto cómo
el mal manejo y la gestión imprudente
del capital financiero mundial han causado estragos
en la sociedad y, aún así, tratamos
al capital natural finito de la Tierra de una
manera peligrosamente similar”, dijo Jim Leape,
Director General de WWF Internacional. “Río+20
necesita plantear un nuevo curso para la economía
global, preservando el capital natural necesario
para garantizar el alimento, el agua y la energía
para el futuro”.
Alimento, agua y seguridad energética
para todos
El debate sobre la relación y el acceso
a los alimentos, el agua y la energía
será central en las discusiones en Río.
A pesar de algún tímido progreso
desde la Cumbre de la Tierra en 1992, son pocas
las soluciones encontradas para las amenazas
ambientales. La prueba se desprende del último
Informe Planeta Vivo de WWF que muestra cómo
seguimos abusando de los recursos de nuestro
planeta y recuerda la importancia de una reacción
inmediata por parte de los países para
reducir un peligroso e incesante impacto ecológico.
Los servicios
básicos no están disponibles para
una gran parte de la población mundial:
cerca de 900 millones de personas carecen de
acceso al agua apta para cubrir sus necesidades
elementales; 2.600 millones carecen de servicios
sanitarios y agua potable; cerca de mil millones
padecen desnutrición; y 1.500 millones
no tienen acceso a fuentes renovables de energía.
Las demandas de alimento, agua y energía
siguen incrementándose mientras el cambio
climático y el crecimiento demográfico
siguen cobrando sus costes.
Las interrelaciones
entre alimento, agua y energía son múltiples.
El aumento necesario en la producción
de alimentos para satisfacer a la demanda de
la población mundial requerirá
de más energía y agua. Asimismo,
la producción de ciertas formas de energía
requiere de agua y, finalmente, la obtención
de agua apta para el consumo requiere de la
suficiente energía para potabilizarla
y luego distribuirla. El cambio climático
–causado por nuestro uso no sostenible de combustibles
fósiles y la deforestación – afecta
la producción de alimentos y la disponibilidad
de agua.
WWF señala
la necesidad de mejorar el manejo de los recursos
naturales del mundo, incluyendo además
la protección de los sistemas de agua
dulce, una reducción de los residuos
remanentes de la producción y distribución
de los alimentos y un uso más racional
y responsable del agua, la tierra y otros recursos
naturales. Necesitamos un compromiso político
y un marco regulatorio más fuerte para
realizar estas transformaciones.
WWF propone que para 2030 todas las personas
tengan acceso a los alimentos, al agua potable
y las energías seguras. Estos objetivos
ambiciosos se sustentan en las siguientes consideraciones
sociales, económicas y ambientales:
- acceso económico
y justo a un suministro de alimentos seguro,
- inversión adicional y políticas
de promoción de una agricultura y una
producción sostenible de alimentos,
- correcto manejo de los ecosistemas de agua
dulce y los sistemas sanitarios,
- acceso económico y justo al agua potable
y los sistemas sanitarios, y
- políticas que garanticen el acceso
sostenible a la energía para todos hacia
el 2030, un mix energético global que
incluya al menos un 40% de energías renovables
y sostenibles que beneficien fundamentalmente
a aquellos que viven en situaciones de pobreza.
Es necesaria
una acción urgente para proteger nuestro
planeta y transmitir una visión creíble
y un plan para un futuro sostenible. De Río+20
debe surgir un acuerdo sólido y ambicioso
con objetivos y plazos claros.
Qué más espera WWF
Valorar la Naturaleza
Río+20 ofrece a los líderes una
oportunidad fundamental de reconocer y considerar
mejor el valor del capital natural en nuestro
desarrollo económico global. Tenemos
que “medir lo que atesoramos”:
Objetivos de un Desarrollo Sostenible
WWF coincide con que el concepto de Objetivos
de Desarrollo Sostenible sea un instrumento
para abordar los desafíos críticos
e interdependientes incluidos en la agenda hacia
el 2030. Estos nuevos objetivos deberían
considerar varias áreas prioritarias
como océanos, alimento, agua y energía
y sus situaciones en todos los países.
Además estos objetivos serían
los parámetros de sostenibilidad y deberían
clarificar la interdependencia de las tres dimensiones
del desarrollo sustentable: la económica,
la social y la ambiental.
Estos objetivos seguirían los postulados
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio,
que terminarían en 2015. Ellos tendrían
que tener plazos reales para su cumplimiento,
lo cual implica solucionar el problema de los
alimentos, el agua y la energía en el
contexto de un ambiente global sano, y tener
indicadores que los países puedan poner
en práctica de acuerdo con las distintas
realidades nacionales.
Subvenciones
dañinas
Todas las subvenciones que afectan negativamente
al ambiente deberían ser eliminadas.
En particular aquellos que estimulan la producción
y uso de combustibles fósiles o la agricultura
y pesca no sustentables. Estos procesos de eliminación
deberían incluir informes y reseñas
anuales transparentes y establecer la eliminación
total, con plazo inamovible, en el año
2020.
+ Más
Rechazo de las
ONG a la propuesta danesa de Política
Pesquera Común
Publicado el
08 junio 2012 - Ante el Consejo de Pesca de
la próxima semana, donde se espera un
acuerdo de posición conjunta entre los
Estados Miembro, las principales ONG ecologistas
alertan de que el acuerdo no detendría
el agotamiento de las pesquerías en esta
década. Si los Estados Miembro aprueban
el “enfoque general” que pondrá sobre
la mesa la Presidencia danesa, estarían
estableciendo el menor denominador común
para la política pesquera, sin ambición
alguna para lograr unas pesquerías sostenibles
y salvar el empleo.
Las negociaciones
para lograr un acuerdo antes de la finalización
de la Presidencia danesa entre todos los Estados
Miembro han debilitado significativamente la,
ya de por sí, mala propuesta de la Comisión
Europea de julio de 2011. El objetivo de recuperación
de los stocks pesqueros en 2015, ya diluido
en la propuesta de la Comisión, se ha
vuelto a retrasar y no establece la Biomasa
de Rendimiento Máximo Sostenible (RMS)
como referencia de recuperación. Los
ministros sólo apoyan una reducción
progresiva del esfuerzo pesquero, lo que permitiría
mantener la sobrepesca una década más.
El acuerdo propuesto por la Presidencia no establece
fechas para el establecimiento de los Planes
multi-anuales en sustitución de la actual
gestión basada en la aprobación
anual de los TAC y cuotas. Aunque los ministros
reconocen la necesidad de reducir el exceso
de capacidad pesquera, el borrador de acuerdo
no establece marcos temporales ni medidas específicas.
Las organizaciones ecologistas destacan, además,
que el acuerdo no incluye un compromiso entre
control y cumplimiento y recepción de
fondos públicos, por lo que mantendría
la impunidad y malversación de fondos
públicos.
Ecologistas en
Acción, Greenpeace, Ocean2012, Oceana,
SEO/BirdLife y WWF realizan un llamamiento a
los gobiernos europeos para que reconozcan los
errores del pasado y muestren liderazgo político
para salvar las pesquerías europeas.
Las ONG piden el rechazo total al acuerdo y
piden al Parlamento Europeo que plante cara
al irresponsable plan del Consejo.
La reforma de la política pesquera en
EEUU, entre otros países, ha demostrado
que es posible recuperar las poblaciones pesqueras
en un periodo de tiempo determinado. En la UE,
apenas la cuarta parte de las pesquerías
evaluadas se encuentran a nivel sostenible,
esto es, en niveles que permitan un RMS o por
encima de ellos. Estudios de la OCDE, el Banco
Mundial, la Comisión Europea y otros
muestran que las pesquerías europeas
se beneficiarían enormemente de la recuperación
de los stocks de peces a través del aumento
de capturas, mayores márgenes de beneficio,
mayores rendimientos de la inversión
y creación de empleo. La reducción
del 31% del empleo en el sector pesquero desde
2002, muestra la desolación de la crisis
pesquera en la UE, que sólo se puede
revertir si se adoptan reformas ambiciosas desde
la raíz del problema. |