Publicado el
27 julio 2012 - Ecologistas
en Acción, SEO/BirdLife, WWF y la Sociedad
Albacetense de Ornitología argumentan
que la orden excluye la evaluación de
impacto ambiental, promueve el cultivo de regadío
en zonas sin agua y potencia la viña
en espaldera.
Las ZEPA (Zona
de Especial Protección para las Aves)
y la Mancha Húmeda serán las áreas
más damnificadas, afectando a especies
amenazadas como al avutarda
En su conjunto,
la aplicación de esta orden es una vulneración
sin precedentes de la normativa comunitaria
y estatal en materia de impacto ambiental. Podría
provocar un daño gravísimo a los
acuíferos y el deterioro de los hábitats.
La Directiva
de Hábitats en su artículo 6 obliga
a la evaluación de las repercusiones
de cualquier plan o proyecto que, de forma individual
o en combinación con otros, pueda afectar
de manera apreciable a los espacios pertenecientes
a la Red Natura 2000 entre los que se encuentran
las ZEPA. Estos proyectos consideran también
las nuevas plantaciones de viñedo o su
transformación de vaso a espaldera.
Sin embrago,
la nueva orden sólo obliga de forma clara
a la evaluación del impacto en los casos
de transformación de secano a regadío,
consolidación y mejora de regadío
para superficies mayores a 50 ha (límite
casi inalcanzable) y cuando sea necesario la
instalación de una línea eléctrica
aérea. Para los traslados de viñedo
de fuera a dentro de la ZEPA se realiza una
excepción de evaluación en tanto
no se alcance la superficie de viña preexistente
al momento de declaración de las ZEPA
realizado en 2005, sin tener en cuenta el lugar
concreto, ni el tipo o el tamaño de la
plantación. Además, esta orden
imposibilita la evaluación del impacto
de nuevos viñedos y del derivado de la
acumulación de proyectos de transformación
en diferentes parcelas, aunque sean pequeñas,
obligación que recoge la Directiva de
Hábitats.
Lo mismo ocurre
con la instalación de espalderas, que
queda autorizada bajo ciertos condicionantes
que contradicen los estudios de la propia Junta
y que producen un cambio radical del hábitat,
que dificulta o imposibilita la ocupación
de amplias zonas por las especies esteparias,
como la avutarda y el sisón.
Alternativas
posibles, legales y sostenibles
En el pasado
Consejo Asesor de Medio Ambiente, las ONG ya
advirtieron sobre las graves consecuencias que
la aprobación de esta orden podía
producir. Además, aportaron alternativas
para garantizar un trámite sencillo y
rápido a los agricultores garantizando
el cumplimiento de la normativa y la conservación
de los espacios protegidos.
La solución
está en la aprobación de los planes
de gestión de los espacios de la Red
Natura 2000. Es en estos documentos donde se
debe estudiar el tipo de desarrollo que resulta
compatible con cada espacio en particular. De
esta forma, las ZEPA con potencial vitivinícola
podrían contar con una zonificación
que permitiera a los servicios de calidad ambiental
conocer el efecto que dichos proyectos pudieran
tener, para tomar decisiones rápidas
en cuanto a la necesidad o no de evaluación.
Todo ello, sin olvidar que la instalación
de nuevos viñedos de espaldera en regadío
debe estar también supeditada a la disponibilidad
de agua, que deberá fijarse en los Planes
Hidrológicos de Cuenca, pendientes aún
de aprobación.
Las ONG concluyen
que “La Consejería de Agricultura no
solo tiene la responsabilidad de fomentar y
favorecer la actividad agraria, sino que debe
garantizar la conservación del patrimonio
natural, la Red Natura 2000 y los recursos hídricos.
Apoyar el viñedo tradicional de secano,
la elaboración de vinos de calidad y
su comercialización basada en el gran
valor añadido de la riqueza ambiental
del entorno en el que se producen sería
la mejor manera de alcanzar esos objetivos”.
+ Más
Los incendios
de Valencia son fruto de décadas de abandono
rural y falta de gestión forestal
Publicado el
02 julio 2012 - WWF España lamenta el
desastre ecológico, económico
y social que está viviendo la Comunidad
Valenciana a raíz de los incendios ocurridos
desde el jueves en esta región. La organización
viene reclamando desde comienzos de año
una atención especial ante el grave riesgo
de grandes incendios forestales (GIF) en un
año especialmente complicado.
WWF lamenta los
crecientes recortes presupuestarios en protección
del medio ambiente, aunque manifiesta que los
grandes incendios de Andilla y Cortes de Pallás,
al igual que el iniciado en Albacete que afecta
ya a la Región de Murcia, no son fruto
de estos recortes sino de la negligencia humana
y de dos décadas de desidia en política
forestal y abandono de nuestros montes.
WWF recuerda
que la Comunidad Valenciana es, después
de Extremadura, la que menos planes de gestión
forestal tiene. Solamente el 2% de las masas
forestales de esta comunidad cuentan con un
instrumento de gestión, valor que sube
al 13% en toda España.
Durante los últimos
años, la sociedad española había
conseguido reducir la lacra de las grandes catástrofes
incendiarias a razón de una media de
20.000 hectáreas anuales entre los decenios
1992-2001 y 2002-2011 (ver datos adjuntos),
en parte favorecidos por unas condiciones meteorológicas
favorables, por una mayor concienciación
y un creciente empeño en materia judicial
y de investigación de causas. Pero lamentablemente,
no se ha avanzado con el mismo empeño
en gestión territorial ni del medio forestal.
Juan Carlos del
Olmo, Secretario General de WWF España,
declaró: “Durante años, la Comunidad
Valenciana ha centrado sus esfuerzos en el ladrillo,
olvidando sus montes y el valor de su riqueza
forestal, donde a penas ha habido inversión”
Y concluye: “este abandono ha sido el combustible
de los incendios de estos días”.
WWF insiste en
la importancia de la responsabilidad social
para evitar incendios por causas negligentes
y pide la colaboración ciudadana para
denunciar a los incendiarios y el compromiso
político para acometer, de una vez por
todas, una gestión territorial racional
que busque la conservación del medio
forestal.
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