Noticia - 25
septiembre, 2012 - En el marco de la más
reciente reunión de los miembros del
GCF en San Cristóbal de las Casas, Chiapas,
Greenpeace presenta un documento que ejemplifica
el riesgo de la implementación de proyectos
de compensación de REDD+ con enfoque
subnacional.
La promoción de compensaciones
subnacionales de REDD+ (Reducción de
Emisiones por Deforestación y Degradación
Forestal) en California, Estados Unidos y en
otros mercados de carbono por parte del Governors’
Climate and Forests Task Force (GCF) puede resultar
en la agudización de la crisis climática
al permitir que las industrias sigan contaminando
sin proporcionar a cambio reducciones reales
de emisiones de carbono por deforestación,
es una de las conclusiones señaladas
en el documento de Greenpeace “Espejitos por
aire. Imponiendo compensaciones subnacionales
de REDD, provenientes de México, en el
mercado de carbono de California”.
El GCF fue iniciado por el
exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger,
y está conformado por un conjunto de
estados y provincias que incluyen al gobierno
de Chiapas en México, y al de California
en los Estados Unidos; además de otros
en Brasil, Indonesia, Nigeria y Perú.
Juan Sabines, gobernador de
Chiapas y miembro del GCF, ha presumido que
el proyecto de REDD+ con enfoque subnacional
que se ejecuta en ese estado -y que es resultado
de la firma en 2010 del “Pacto por el respeto
y conservación a la Madre Tierra” con
los representantes comunitarios de la Comunidad
Lacandona-, es un ejemplo exitoso para los estado
miembros del GCF. La más reciente reunión
de los miembros del GCF se lleva a cabo en San
Cristóbal de las Casas del 24 al 28 de
septiembre de este año, y durante este
mismo año, Greenpeace visitó la
Comunidad Lacandona en Chiapas para conocer
más acerca del proyecto piloto de REDD+
del gobierno del estado.
El programa de REDD+ del Gobierno
de Chiapas, busca preservar los remanentes de
selva en la Comunidad Lacandona, que comprende
las sub comunidades de Nahá, Metzabok,
Lacanjá Chansayab, Nueva Palestina, Frontera
Corozal y Ojo de Agua Chankin. Los comuneros
firmaron un pacto comprometiéndose a
cuidar y conservar la selva, pero cuando visitamos
la región nos encontramos con diversos
problemas que impiden la implementación
exitosa de un proyecto de REDD+ en esas condiciones.
La falta de información y consulta adecuada
a los habitantes de la comunidad, los conflictos
históricos no resueltos en la Región
Selva Lacandona y la falta de derechos claros
de tenencia de la tierra en la región
afecta profundamente la implementación
de los esfuerzos de REDD +.
Greenpeace apoya el manejo
comunitario de los bosques y la participación
activa de los pueblos indígenas y comunidades
locales en el diseño e implementación
de todas las estrategias de protección
forestal, incluyendo REDD+, que contemplen la
conservación, el manejo sustentable de
los bosques y el aumento de las reservas de
carbono forestal en los países en desarrollo.
Los Estados miembros del GCF
tienen la oportunidad y la responsabilidad de
abordar las principales causas industriales
de la destrucción de los bosques, y el
GFC está bien posicionado para jugar
un papel importante en la convocatoria y asesoría
de gobiernos subnacionales, esenciales en el
esfuerzo en detener la deforestación.
En ese sentido, creemos que un GCF redirigido
evitaría ser un obstáculo para
convertirse en un aliado en la batalla contra
el cambio climático y proteger los bosques
y los derechos de los pueblos de los bosques.
Greenpeace propone que el
camino a seguir para la adecuada ejecución
de cualquier esquema de protección forestal,
incluyendo REDD+, incluya:
•Adoptar políticas
de cero deforestación y un “enfoque común”
que salvaguarde la biodiversidad y los derechos
de los pueblos indígenas y de las comunidades
locales.
•Iniciar procesos participativos de conservación
multiescala y ordenamiento territorial.
•Identificar y poner fin a los subsidios gubernamentales
perversos que apoyen la deforestación
o degradación forestal, y reorientar
esas contribuciones a la protección y
manejo sostenible del bosque.
•Aclarar la tenencia de la tierra y hacer gratuita
y públicamente disponibles mapas que
identifiquen los derechos de la tierra.
•Crear sistemas de monitoreo nacionales de deforestación,
confiables, de acceso libre y público.
•Cadena de suministros totalmente transparentes
y libres de deforestación para las grandes
impulsores industriales de la deforestación.
•Establecer mecanismos transparentes y equitativos
para la distribución de beneficios compartidos.
•Apoyar un Fondo Forestal Global diseñado
para proveer múltiples beneficios en
términos de carbono, biodiversidad y
derechos de los pueblos indígenas y comunidades
locales.
+ Más
Exijamos la protección
de nuestra creciente diversidad de maíces
En esta página Noticia
- 20 septiembre, 2012 - Las muestras de variedades
de maíz nativo obtenidas en territorio
nacional se elevaron de poco más de 9,000
a 22,931 en tan sólo 5 años, según
los propios datos de la Comisión Nacional
para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad
(Conabio) Proyecto Global de Maíces Nativos.
Ante el hallazgo de mayor
presencia de razas y variedades de maíz
en el territorio mexicano, el académico
de la Universidad Autónoma de la Ciudad
de México, Antonio Serratos, elaboró
la actualización del documento El origen
y la diversidad del maíz en el continente
americano, presentado este día por Greenpeace,
previo a la celebración del Día
Nacional del Maíz que tendrá lugar
el 29 de septiembre.
“Conocer la historia de la
investigación científica y humanística
alrededor del maíz es un paso esencial
para tomar conciencia de su importancia y significado
para la humanidad a través del tiempo.
La historia del continente americano está
ligada al maíz, venerado por las civilizaciones
ancestrales, y desde el arribo europeo, su dispersión
al resto del mundo constituyó su desarrollo
como uno de los pilares de la economía
y la alimentación mundial. En este libro
queremos actualizar nuestra aportación
a la revalorización del maíz y
la gente que lo cultiva para una vez más
expresar como olmecas, mayas, aztecas o incas,
“el maíz es el eje de la vida” y proponer
que su protección debe ser una tarea
que involucre a los pueblos de América,
independientemente de las fronteras políticas
que los separen”, comentó el doctor Antonio
Serratos.
En sentido contrario a esta
demanda de protección y sobre todo en
contra de los principios de bioseguridad, el
gobierno mexicano, representado por Rafael Elvira
Quesada, secretario de Medio Ambiente y por
quienes han fungido como secretarios de Agricultura
en esta administración, Alberto Cárdenas
y Francisco Mayorga, ha permitido las primeras
siembras de maíz transgénico en
territorio mexicano a pesar de ser centro de
origen de este grano básico de nuestra
alimentación.
“Con el presente documento
queremos evidenciar la apuesta errónea
del gobierno mexicano al haber otorgado 177
permisos de siembra de maíz transgénico
a campo abierto, aún y cuando la comunidad
académica y científica alertó
con anticipación al gobierno sobre los
riesgos. Las políticas públicas
en materia de bioseguridad han sido erráticas
y poco sensatas por lo que actualmente enfrentamos
el riesgo de perder la gran diversidad de maíces
mexicanos”, denunció Aleira Lara, coordinadora
de la campaña de Agricultura sustentable
y transgénicos de Greenpeace.
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