Noticia - 10
septiembre, 2012 - Ayer, la petrolera anunció
que comenzó su programa de perforación
a 70 millas de la costa noroeste de Alaska.
La empresa obtuvo el permiso para excavar sólo
en la capa de fondo oceánico situado
por encima de las reservas
de petróleo.
Ante la noticia de que el
coloso petrolero Shell ha comenzado los preparativos
de perforación de un pozo en el Mar de
Chukchi, en el Ártico de Alaska, Kumi
Naidoo, Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional
declaró:
“El problemático y
vergonzoso verano de Shell debería ser
una advertencia para los inversores de todo
el mundo. Desde errores humanos hasta fuertes
tormentas, la compañía ha demostrado
su ‘habilidad’ para desafíos únicos
como operar en el Ártico, uno de los
ambientes más hostiles del mundo. El
gasto de $4,5 mil millones de dólares
para realizar sólo trabajos preparatorios
para un bien individual no es sólo un
pobre rendimiento de la inversión, sino
supone una grave amenaza para la reputación
global de la compañía”.
“No a menudo Greenpeace puede
sentarse para ver a una multinacional petrolera
socavarse así misma frente al Gobierno
Federal de Estados Unidos, frente al público
y ante sus propios accionistas. Este proyecto
calamitoso sería risible si no fuera
tan increíblemente peligroso. Shell no
es confiable para operar en el Ártico
y no se le debe permitir regresar el próximo
año”.
Ayer, la petrolera anunció
que comenzó su programa de perforación
a 70 millas de la costa noroeste de Alaska.
La empresa obtuvo el permiso para excavar sólo
en la capa de fondo oceánico situado
por encima de las reservas de petróleo.
El mar de Chukchi, en el Ártico, es una
zona en la que la expedición científica
de Greenpeace encontró abundancia de
corales milenarios en el fondo del mar, mismos
que hoy están en riesgo de desaparecer
por las actividades petroleras.
Shell ha ignorado las investigaciones
de científicos de todo el mundo, que
en repetidas ocasiones han advertido del peligro
en que se encuentra el Ártico por los
índices de deshielo, tampoco ha tomado
en cuenta a millones de personas que se oponen
a que esta empresa comience a perforar en la
zona.
Shell considera que se coloca
a la vanguardia en la fiebre suscitada por el
petróleo del Ártico; sin embargo,
no considera que un movimiento mundial esta
creciendo para evitar que esto suceda y se logre
mantener la región helada a salvo de
desastres petroleros. Únete a nosotros
en www.salvaelartico.org
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Nadando en petróleo
En esta página Noticia
- 12 septiembre, 2012 - En México nadamos
en petróleo. Eso afirma Petróleos
Mexicanos ante el anunciado hallazgo de yacimientos
de crudo en el Golfo de México.
Las comunidades del Istmo de Tehuantepec lo
han corroborado de la peor manera. A más
de un mes del hundimiento de la monoboya número
3 de Pemex en la costa de Oaxaca, el derrame
de crudo al mar sigue causando estragos en playas
y fauna marina.
Había que recordarle
a Pemex el desastre ambiental que ha dejado
a lo largo de 200 kilómetros de litoral:
afectaciones en 20 playas, lagunas, pozos de
agua potable y criaderos de tortugas. Por eso,
esta mañana, en el marco del Congreso
Nacional del Petróleo 2012, en el mismo
sitio donde se discuten los avances tecnológicos
de la extracción petrolera y la abundancia
de hidrocarburo en el territorio mexicano, las
organizaciones COSTASALVAjE A.C. y Greenpeace,
acompañados de los principales afectados
por los derrames petroleros de la costa oaxaqueña,
exigieron un alto a la ineficacia técnica
y negligencia de la paraestatal ante los continuos
accidentes en el manejo de crudo y su grave
impacto ambiental.
Un grupo de 30 personas conformado
por miembros de los municipios oaxaqueños
afectados: Salina Cruz, Tehuantepec, San Pedro
Huamelula y Santiago Astata, surfistas que han
visto mermada su fuente de trabajo ante la retirada
del turismo local, pescadores cuya fuente de
subsistencia fue contaminada por los derrames
de hidrocarburo y ambientalistas que exigen
la limpieza de playas, lagunas y pozos de agua
potables, denunciaron la indiferencia de Pemex
ante el desastre ecológico.
Las semanas se acumulan a
la par de la devastación sin que la paraestatal
haya emitido un reporte total de los daños,
del impacto generado a los ecosistemas, de cuáles
y hasta cuándo serán las labores
de limpieza y remediación, así
como tampoco sobre las compensaciones correspondientes
para la población afectada.
Al menos 60 tortugas marinas
han muerto en las playas de Morro Ayuta y La
Escobilla, ambas cruciales para la sobrevivencia
de tortugas marinas y donde se concentran al
año en anidación masiva casi 2
millones de la especie golfina.
El desastre ambiental de Oaxaca
contrasta con las pretensiones de Pemex en la
perforación en Aguas Profundas del Golfo
de México. Si lo ocurrido en Salina Cruz,
es muestra inobjetable de la incapacidad de
la paraestatal para atender este tipo de emergencias
en aguas someras, cabe cuestionarse lo que sucederá
si se suscita un derrame petrolero en Aguas
Profundas.
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