Publicado el
20 diciembre 2012 | WWF comparte la preocupación
mostrada por varias ONG y administraciones canarias
ante el Proyecto de Ley de Presupuestos para
2013 de la Comunidad, que no garantiza el futuro
de sus Parques Nacionales.
Desde que en
el año 2009 la Administración
Central traspasara la gestión y organización
de sus 4 Parques Nacionales al Gobierno de Canarias,
los presupuestos destinados a la conservación
de estos espacios protegidos han venido descendiendo
de forma alarmante.
Concretamente
en el Proyecto de Ley de Presupuestos para 2013
de la región, se observa una reducción
del 58% de los recursos económicos destinados
al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente
(La Palma), que incluso llega al 80% en algunos
capítulos del presupuesto.
La situación
para otros Parques Nacionales es similar. En
Garajonay (La Gomera), la reducción en
inversión llega hasta el 70%, una cifra
que pone en peligro la recuperación de
la quinta parte de la superficie del parque,
afectada por el reciente incendio que asoló
a la isla de La Gomera. El mismo porcentaje
se aplicaría también a los Parques
Nacionales del Teide y Timanfaya.
En el caso de
que se aprueben estos presupuestos, se verán
comprometidas las labores de prevención
y restauración frente a los incendios,
las tareas de mantenimiento, limpieza y señalización
(senderos, miradores, áreas recreativas
y de acampada). También la gestión
de centros de visitantes, puntos de información
y aulas de la naturaleza, actividades educativas,
recuperación de las especies de flora
y fauna amenazada, restauración y vigilancia
de las áreas degradadas, proyectos de
investigación, etc
La categoría
de Parque Nacional es el mayor título
que puede ostentar un espacio protegido, y se
otorga en base a unos estrictos criterios ambientales
y de gestión. Si la reducción
presupuestaria se mantiene en el tiempo, se
podrían incumplir los requisitos mínimos
fijados en la Ley de Parques Nacionales y se
produciría una degradación significativa
de los valores naturales por los que se les
otorgó esta condición.
Con estos recortes
presupuestarios no sólo están
en peligro los inmensos valores naturales y
culturales que atesoran estos espacios, sino
además el futuro de uno de los principales
motores económicos de las islas.
Los Parques Nacionales
de Canarias reciben alrededor de 6 millones
de visitantes cada año. En el 2011 el
Parque Nacional del Teide fue el más
visitado de España, 2.731.484 de visitas,
mientras que el Parque Nacional de Timanfaya
con 1.549.003 visitantes se situó en
tercer lugar.
WWF solicita
al Parlamento y al Gobierno de Canarias que
en la aprobación definitiva de los Presupuestos
generales de la Comunidad Autónoma para
2013 se asegure una gestión real y efectiva
de sus Parques Nacionales.
+ Más
El nuevo informe
de ‘progreso’ de la reforma de la PAC debería
llamarse de ‘retroceso’, alertan SEO/BirdLife
y WWF España
Publicado el
19 diciembre 2012 | Los avances en la negociación
son un paso atrás en la sostenibilidad
• SEO/BirdLife y WWF solicitan a los jefes de
Estado y a los Eurodiputados responsabilidad
y búsqueda de un uso eficiente de los
fondos públicos desde una perspectiva
estratégica de largo plazo
Madrid,19/12/12.-
Después de seis meses de debate, se cierra
la presidencia chipriota de la UE con la presentación
hoy del llamado “informe de progreso” sobre
la reforma de la Política Agraria Común
(PAC), durante el último Consejo de Agricultura
del año. Sin embargo, los acuerdos y
desacuerdos de los Estados Miembro hasta la
fecha en aspectos clave, como los pagos verdes
(greening) o la condicionalidad, parecen alejar
la reforma de los objetivos iniciales sobre
una política más justa con los
agricultores y más respetuosa con el
medio ambiente. En algunos aspectos son incluso
un retroceso sobre los avances alcanzados en
los últimos años.
SEO/BirdLife
y WWF España han analizado los avances
presentados en diversos aspectos clave de la
futura PAC, en base a cuatro preguntas, cuyas
respuestas no dejan lugar a dudas:
• ¿Quién
contamina, paga? En realidad, no. Y los Estados
miembro están haciendo todo tipo de esfuerzos
por reducir la ya escasa capacidad de la condicionalidad
de la PAC, basada en que al menos los infractores
de la legislación ambiental, entre otras,
no cobren ayudas públicas. Eliminar requisitos
de las Directivas de Aves y Hábitats,
y que no se incluyan la Directiva Marco de Agua
ni la de Usos Sostenible de Fitosanitarios son
algunas de las propuestas que van en contra
del mencionado principio.
• ¿Un
sistema más justo de ayudas? Tampoco,
visto que la redistribución de los pagos
básicos de manera más equitativa
no se hará efectiva de momento. En la
actualidad, los derechos históricos que
generan diferencias entre agricultores han perdido
su razón de ser. Actualmente estos derechos
son los causantes de que el 18% de los beneficiarios
de la ayudas de la PAC acaparen el 86% de los
fondos, incluyéndose entre los principales
perceptores grandes grupos comerciales o de
distribución. Sin embargo, los topes
máximos planteados son inútiles
y países como el nuestro proponen largos
periodos transitorios para el reajuste, retrasándolo
indefinidamente y manteniendo la desequilibrada
e injustificable situación actual. Por
ejemplo, intentando favorecer en mayor medida
a los cultivos intensivos de regadío
frente a los de secano.
• ¿Una
PAC más verde? Difícilmente será
así. Si salen adelante los intentos del
Consejo para diluir una de las principales propuestas
de la Comisión al respecto, el llamado
pago verde o greening en el marco de los pagos
directos. Este pago pretende extender la sostenibilidad
ambiental mínima a la mayor superficie
agraria posible. Reducir el presupuesto propuesto
para el greening e incluir mayor flexibilidad
o equivalencias en las prácticas y más
concesiones automáticas de estos pagos
a sectores o sistemas de dudoso valor ambiental
son las demandas de los Estados, que llevarían
a una mayor complejidad para mantener la situación
actual y ningún beneficio ambiental adicional.
• ¿Un
presupuesto más inteligente, integrador
y sostenible? Parecen objetivos imposibles.
En primer lugar, por el recorte de fondos que
sufrirán las ayudas al desarrollo rural
(que podría alcanzar hasta el 25% con
respecto al actual período de programación),
así como por el rechazo a blindar un
mínimo del presupuesto de este pilar
para medidas con objetivos ambientales. En segundo
lugar, las propuestas sobre el greening y su
relación con las medidas del pilar II
podrían suponer casos de doble financiación,
reduciendo la eficacia y la optimización
del gasto, algo muy grave en los actuales tiempos
de crisis.
Lo cierto es
que aún no está nada decidido
y mucho dependerá del resultado de la
negociación sobre el presupuesto global
europeo; incluso, se pueden identificar algunos
avances positivos, pero hace falta mucho más.
Por ello, SEO/BirdLife
y WWF solicitan a los jefes de Estado y a los
Eurodiputados (la otra parte implicada en la
negociación) un ejercicio de responsabilidad
y la búsqueda de un uso eficiente de
los fondos públicos desde una perspectiva
estratégica de largo plazo. Sin duda,
“una PAC más verde no es un lujo, sino
una necesidad, vista la falta de legitimidad
y los impactos sobre el medio que aún
tiene el modelo actual. España debería
ver la oportunidad de una nueva PAC que apoya
y apuesta por los valores sociales y ambientales
de la agricultura, en vez de empeñarse
en defender un modelo a todas luces fallido”,
concluyen las organizaciones.
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