Noticia - 10
diciembre, 2012 - Doha, 8 de diciembre de 2012
- Greenpeace lamenta el fracaso de las negociaciones
en la Conferencia sobre Cambio Climático
de la ONU (COP 18) que se realizÓ en
Doha, Qatar. Si bien se acordó un segundo
período de compromiso del Protocolo de
Kyoto (1), tendrá poco o ningún
efecto sobre las emisiones de carbono (2).
El Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional,
Kumi Naidoo, realizó las siguientes declaraciones
al respecto:
"En Doha,
hoy les preguntamos a los políticos:
¿En qué planeta viven? Evidentemente
no en el planeta donde la gente se muere debido
a tormentas, inundaciones y sequías.
Ni en el planeta donde las energías renovables
están creciendo a ritmo acelerado mientras
aumentan las restricciones al uso de combustibles
contaminantes como el carbón. Sabíamos
que las conversaciones sobre el clima en Doha
iban a ser modestas, pero no llegaron ni a alcanzar
las expectativas más bajas".
"¿Dónde
está la urgencia? El ritmo del progreso
es glacial. La incapacidad de los gobiernos
para encontrar un terreno común de lucha
contra una misma amenaza es inexplicable e inaceptable.
Al parecer, los gobiernos están poniendo
los intereses nacionales a corto plazo por delante
de la posibilidad de supervivencia global a
largo plazo".
"Sólo
tres días después de que el tifón
Pablo golpeara a las Filipinas y mostrase el
costo humano de experimentar condiciones climáticas
extremas en países vulnerables, la decisión
de los políticos de no aumentar la velocidad
o escala de los esfuerzos para reducir las emisiones
de carbono es inexcusable. El proceso internacional
renguea mientras la crisis se acelera. Pero
con el creciente impacto del cambio climático,
la presión se intensificará para
lograr un acuerdo serio y global en el 2015".
Al reflexionar
sobre el comportamiento de algunos de los gobiernos,
Kumi Naidoo añadió:
"Esta vez
Europa, que por lo general es vista como líder
en materia de cambio climático, se quedó
con las manos sucias. Debido a la falta de coraje
político, los gobiernos europeos decidieron
ponerse del lado de Polonia, que exigía
el derecho a quedarse con créditos de
“aire caliente” (3) de Kyoto, que les fueron
otorgados en la década de 11000. Europa
también se negó a plantearse un
objetivo mayor al 20% en cuanto a disminución
de emisiones, lo que apenas significaría
una pequeña baja de los niveles de emisiones
actuales (son del 18•%). Se esperaba al menos
un comportamiento responsable por parte de los
europeos, con la propuesta de alguna promesa
de financiamiento climático. Ahora Europa
tiene un largo camino por recorrer si quiere
recuperar algo de credibilidad sobre el tema
del clima."
"Los Estados
Unidos siguen manteniéndose fuera del
Protocolo de Kyoto, incluso su delegación
llegó a Doha y de inmediato se dedicó
a bloquear los progresos en casi todos los frentes.
A pesar de la devastación provocada por
Sandy y de encuestas que muestran un apoyo mayoritario
a la política climática, el equipo
de Obama no mostró mejorías en
comparación a las COPs anteriores. Si
se tienen en cuenta los subsidios de su gobierno
a la exportación de combustibles fósiles,
que podrían negar la reducción
de la contaminación local de carbono,
el legado del presidente Obama podría
no ser mejor que el de su predecesor".
"Las economías
emergentes como China, India, Sudáfrica
y Brasil deberían dar un paso adelante
y asumir un papel más progresista en
la construcción de un acuerdo climático
para 2015. También deberían ajustar
sus objetivos en cuanto a corte de emisiones
antes del 2020."
"Los gobiernos
tendrían que seguir el ejemplo de República
Dominicana, que a pesar de poseer sólo
una fracción de la riqueza que tienen
los países industrializados comprometidos
en Doha, se propuso tener para el 2030 un tope
de emisiones de un 25% por debajo de los niveles
de 11000. Y, además, se pondría
a actuar sin condiciones y con su propio dinero."
"Al terminar
las negociaciones climáticas, Greenpeace
anunció que su buque Esperanza abandonará
el puerto de Manila para responder a la crisis
humanitaria en Mindanao, cancelando el trabajo
local de protección de océanos
para transportar suministros de emergencia y
trabajar con los organismos de socorro locales.
Es la solidaridad la que debe dominar en las
negociaciones sobre el clima en Doha en tiempos
de crisis, y no la pasividad y las conversaciones
inútiles”.
Notas:
1.1-Se extendió
el Protocolo de Kyoto hasta 2020, pero con la
firma de pocos países clave: los miembros
de la UE y Australia, entre los grandes emisores
y otros varios países, pero menores en
relevancia para las negociaciones internacionales
y en materia de emisiones. Kyoto II comenzará
a partir de 2013.
2.Los acuerdos que se han aprobado en Doha están
lejos de estar a la altura de la ciencia, porque
no recogen la trayectoria de reducción
de emisiones que recomiendan los científicos
de Naciones Unidas ni compromisos de reducción
de emisiones adecuados. Tampoco se incluyen
compromisos de financiación concretos
a medio plazo, ni las vías por las que
se van a alcanzar las cantidades comprometidas
en la cumbre de Copenhague (100.000 millones
de euros anuales a 2020).
3.Los países ex URSS son los que poseen
estos créditos de "hot air"
(emisiones excedentes) debido al apagón
industrial soviético post caída
del Muro, que le da un balance positivo entre
las emisiones actuales y la de los ´90.
Estos países transforman en una oportunidad
de negocio el comercio de emisiones, ya que
los que no reducen sus emisiones con proyectos
internos pueden adquirir este excedente para
compensar sus emisiones.
+ Más
WWF y Greenpeace
piden en Doha una reducción real de las
emisiones
Reportaje - diciembre
4, 2012 - La semana decisiva de la Cumbre de
Naciones Unidas sobre Cambio Climático
(COP 18) comienza con la discusión sobre
el “aire caliente” o los derechos de emisión
sobrantes del primer periodo del Procolo de
Kioto, debido al establecimiento de compromisos
demasiado bajos y al exceso en el reparto de
derechos de emisión.
WWF y Greenpeace
piden que se cancelen los derechos de emisión
sobrantes del Protocolo de Kioto porque su mantenimiento
equivaldría a renunciar al reto de no
superar los 2ºC de temperatura global.
Cuando la COP18
entra en su segunda semana crucial, los observadores
están diciendo abiertamente que el segundo
período de compromiso del Protocolo de
Kioto (PK2) - el único acuerdo legalmente
vinculante en el mundo sobre el cambio climático
- está en riesgo. WWF y Greenpeace apuntan
a que este peligro se debe, principalmente,
a las posturas de Rusia y Polonia que insisten
en el pleno traspaso de ‘aire caliente’ para
el segundo período de compromiso y más
allá (post-2020).
En 1997, se concedió
a las economías en transición
de Europa oriental objetivos superiores a los
mecanismos de gestión tradicional. Al
inicio del Protocolo de Kioto, algunos países
recibieron un límite superior a sus emisiones
en forma de créditos de carbono - se
conoce como unidades de asignación atribuida
(UCA). Si estos países emitían
menos de su límite, podían negociar
el excedente en forma de créditos de
carbono. Cada crédito equivale a una
tonelada de CO2 en la atmósfera y contribuye
al cambio climático.
Esto ha generado
lo que se conoce como 'Aire caliente', que es
la mayor laguna en el PK. Se ha estimado que
quedarán hasta 13 millones de toneladas
cuando termine el primer período de compromiso
del Protocolo de Kioto a finales de 2012. Según
las organizaciones, la razón principal
de un excedente de UCA en algunos países
es la caída de las economías de
los países de Europa, como Rusia, Ucrania
y Polonia.
Europa está
profundamente dividida por este tema y Polonia
insiste en el pleno traspaso de ‘aire caliente’
para el segundo período de compromiso
y más allá (post-2020). La mayoría
de los países europeos occidentales prefieren
tener un acuerdo con integridad ambiental, pero
están dejando Polonia la última
palabra. Si la UE se rinde al carbón
de Polonia, Europa podría terminar perdiendo
su credibilidad como líder climático.
"Los ministros
europeos tienen que luchar esta semana por retirar
las 13 millones de toneladas de CO2 y comprometerse
a un objetivo comunitario de reducción
de emisiones del 30% para 2020. En caso contrario,
pondrán en riesgo el clima y la supervivencia
de millones de personas. Ceder a las posiciones
de Polonia o Rusia solo sirve a los intereses
de la industria de los combustibles fósiles
e imposibilitará grandes inversiones
en energías renovables ", dice Martin
Kaiser, activista de cambio climático
de Greenpeace climático. "Los ministros
europeos tienen que decidir si votan por el
cambio climático catastrófico
o por la supervivencia de millones de personas".
Samantha Smith,
líder del Clima Global del WWF y de la
Iniciativa de Energía afirma que los
países en Doha deben reconocer lo que
la ciencia dice sobre el estado del clima mundial:
"La realidad de un mundo 4 grados más
caliente nos está mirando a la cara.
En las negociaciones de Doha, los ministros
de países de la UE, Rusia y Ucrania tienen
la obligación de actuar con urgencia
y hacer cuanto esté en su mano para alcanzar
reducciones reales a las emisiones de CO2. No
podemos permitir que estos países bloqueen
la necesidad de aumentar la ambición
en estas reuniones, al permitir el comercio
de la UCA en virtud del segundo período
del Protocolo de Kioto". Y concluye: "La
idea de negociar con el" aire caliente
"se debe detener si queremos tener alguna
posibilidad de frenar el calentamiento global.
Su omisión será una vergüenza
y pone en riesgo los acuerdos del Protocolo
de Kioto 2”.
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