Publicado el
05 diciembre 2012 |
• Los 11 años más calurosos desde
que existen registros históricos (aprox
1850) se han producido a partir de principios
de los años 90.
• Se calcula
que las lluvias en la Península Ibérica
podrían disminuir entre un 18 y un 42%
a finales de siglo.
• El promedio
mundial de aumento del nivel del mar fue de
entre 12 y 22 cm el siglo pasado. Según
las previsiones, podría aumentar hasta
59 cm más durante este siglo.
El clima en España
está cambiando, y con él, nuestro
paisaje y nuestras vidas. Poco a poco, casi
imperceptiblemente, las temperaturas medias
van en aumento y las precipitaciones en descenso.
Los episodios de fenómenos extremos como
inundaciones, olas de calor o sequías
son más virulentos y se suceden con mayor
frecuencia. La nieve, que cubría a menudo
las calles de ciudades como Burgos, Madrid o
León durante gran parte del invierno,
es ahora un recuerdo que los abuelos cuentan
a sus nietos y que encontramos en postales antiguas.
El cambio climático no es una posibilidad
futura, sino que ya hoy muestra sus síntomas.
WWF, con el apoyo de Fundación Biodiversidad,
lanza el documento Adaptación al Cambio
Climático: Soluciones para un nuevo escenario
que analiza los cambios que estamos presenciando
y las claves para anticipar los problemas y
aprovechar las oportunidades de este nuevo escenario.
WWF publica hoy
un documento que analiza de forma esquemática
los principales efectos del cambio climático
en nuestro país y su incidencia sobre
la vida del ser humano. Además, recopila
algunas de las originales medidas de adaptación
puestas en marcha en otros países y,
en muchos casos, el ahorro conseguido. La salud,
la agricultura y la pesca, la construcción,
el turismo o el paisaje son algunos de los puntos
estudiados.
No se trata de un acercamiento catastrofista
al nuevo escenario, sino un dibujo de la situación
y de cómo podemos optimizar nuestra vida
en el futuro. Además de luchar para reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero,
es urgente tener en cuenta estas previsiones
y poner en marcha diferentes medidas de adaptación
que ayuden a las poblaciones a ser más
resistentes a las nuevas situaciones y, en algunos
casos, aprovechar las oportunidades que el cambio
implica. Los países, regiones o sectores
más madrugadores tendrán una clara
ventaja competitiva sobre los demás.
El descenso pronunciado
de las precipitaciones, el aumento de las temperaturas
y el incremento del nivel del mar intensificarán
de forma generalizada fenómenos meteorológicos
extremos y devastadores como olas de calor,
sequías, incendios, plagas o inundaciones.
En España,
14.050 incendios han arrasado 190.000 hectáreas
de bosques este año. El 60% de ellos
en espacios naturales protegidos. Las inundaciones
de este otoño han dejado daños
por valor de cerca de 250 millones de euros
en la Comunidad Valenciana, Andalucía
y Murcia. Los efectos han llegado a alcanzar
a regiones como Aragón y Baleares.
Los 11 años
más calurosos desde que existen registros
históricos (aprox 1850) se han producido
a partir de principios de los años 90.
Se calcula que las lluvias en la Península
Ibérica podrían disminuir entre
un 18 y un 42% a finales de siglo.
Durante el siglo
pasado el nivel del mar subió entre 12
y 22 cm a nivel mundial. Según las previsiones,
podría aumentar hasta 59 cm más
durante este siglo.
Los profesionales
y aficionados a los deportes de invierno cruzan
los dedos cada año para que el Puente
de diciembre y la Navidad lleguen con nieve
y se mantenga hasta Semana Santa. Pero la realidad
es que cada año la nieve llega más
tarde, cae menos y se mantiene menos tiempo.
En el norte de España, las precipitaciones
de nieve se han reducido un 50% desde 1975.
Los glaciares activos de los Pirineos han perdido
casi el 90% de superficie desde principios del
siglo XX. Solo persisten 18 de los 34 glaciares
descritos en 1982.
En lo que se
refiere a la biodiversidad, la previsión
es que especies que habitan en zonas del norte
peninsular, como el urogallo o el oso pardo,
verán reducido su territorio habitable.
Otras, como el alcornoque, comenzarán
a asentarse en lugares más septentrionales
y a mayor altitud. WWF creaba este año
una aplicación online interactiva para
visualizar estos movimientos www.wwf.es/adaptacioncc
Sectores como
la agricultura, la pesca, el turismo o la construcción
también se verán afectados por
los nuevos parámetros climáticos.
Desaparecerán cultivos de algunas zonas
y serán viables en otras nuevas, como
en el caso de la vid. Los períodos turísticos
variarán. Se alargará la temporada
turística en el Norte, ya que habrá
más días de sol y buenas temperaturas
y se reducirá en el Sur durante los meses
de calor excesivo del verano.
La preparación
es esencial
Está demostrado
que resulta más rentable económicamente
conservar los ecosistemas en buen estado, que
intentar reproducirlos de forma artificial o
hacer frente a los daños causados por
no actuar a tiempo.
Ya son muchos
los lugares del mundo en los que se han puesto
en marcha medidas de adaptación para
hacer frente no sólo a los desafíos
del futuro, sino a los que nos encontramos ya
hoy día. Por ejemplo, en la ciudad de
Copenhague existe una tendencia creciente de
episodios de lluvias torrenciales. La ampliación
del sistema de alcantarillado hubiera supuesto
un coste de 2.000 millones de euros. En cambio,
se han construido una serie de reservorios naturales
para almacenar el exceso de agua. También
se ha aumentado la cantidad de vegetación
urbana, incluyendo cubiertas vegetales en muros
y techos de edificios. El coste de estas medidas
‘verdes’ ha supuesto tan sólo 1000 millones
de euros.
En el Monte Santa
Cristina de Ramallosa (Pontevedra), se ha impulsado
una estrategia de gestión forestal sostenible
que incluye la previsión de los impactos
derivados del cambio climático. En las
próximas dos décadas se sustituirán
paulatinamente las masas de eucalipto, por masas
mixtas de pinar y robledal, más resistentes
a perturbaciones como incendios y plagas. La
diversificación hacia otros sectores
forestales, no madereros, como la obtención
de miel y de setas permiten tener un ecosistema
forestal rentable, con mayor biodiversidad y
menos vulnerable al cambio climático.
Algunas de las
medidas para anticiparnos al cambio son lograr
un uso sostenible del agua, la conservación
del buen estado de los espacios naturales evitando
la fragmentación del territorio, la protección
de la costa, la edificación con criterios
climáticos, la investigación e
implantación de sistemas de alerta temprana
de enfermedades y plagas, la correcta gestión
de la biomasa en los bosques, la elección
de variedades agrícolas y ganaderas adaptadas
a las nuevas condiciones o la planificación
de los períodos y actividades turísticas.
Gema Rodríguez,
responsable del proyecto de Adaptación
al Cambio Climático de WWF, explica:
“Es necesario que todos los sectores y políticas
incorporen medidas de adaptación al cambio
climático, que se basen en la conservación
y mejora de los ecosistemas naturales para hacer
a las sociedades más resistentes a los
cambios previstos. No estamos hablando de situaciones
hipotéticas de futuro, las mejoras que
integremos nos ayudarán a evitar problemas
que nos afectan hoy mismo”.
Y añade:
“Tenemos el conocimiento y el tiempo necesario
para anticiparnos a estos nuevos escenarios,
evitar los problemas, aprovechar las oportunidades
y liderar con ventaja. Es importante evitar
que un día nuestros hijos nos recriminen
que, teniendo el conocimiento y el tiempo, decidimos
no hacer nada”.
Estos ejemplos
y muchos más en Adaptación al
Cambio Climático: Soluciones para un
nuevo escenario.
+ Más
Camerún
moviliza 600 soldados de élite contra
los furtivos
Publicado el
18 diciembre 2012 | Bouba N'Djida National Park,
norte de Camerún
A 50 km de la frontera con Chad, el general
Martin Tumenta no se muerde la lengua: "No
se trata de cazadores furtivos ordinarios. Están
muy bien organizados, tienen armamento pesado,
rifles automáticos ... uniformes....
y van detrás de nuestros elefantes y
su marfil". "Se trata de pelotones
armados y entrenados que cruzan nuestras fronteras
para robarnos nuestro patrimonio natural"
El general, que
dirige las operaciones militares en el norte
del país, controla un batallón
de más de 600 soldados y un helicóptero
BIR - Batallón de Intervención
Rápida. La amenaza de una nueva incursión
de cazadores furtivos recuerda demasiado al
incidente ocurrido a principios de este año,
cuando los cazadores furtivos sudaneses viajaban
más de 1.000 kilómetros a caballo
del norte de Sudán a través de
la República Centroafricana y el Chad
para matar a más de 300 elefantes en
el mismo Parque Nacional.
Según
fuentes de WWF, varios grupos de furtivos han
decidido regresar antes de lo habitual, por
el camuflaje que supone la hierba crecida tras
la temporada de lluvias, además del aprovechar
el factor sorpresa.
El anuncio de
Camerún acerca de su respuesta militar
fue aplaudida inmediatamente por el director
general de WWF, Jim Leape, quien calificó
la acción como un "paso audaz y
valiente, que establece un nuevo estándar
para otros gobiernos a la hora de disuadir la
caza furtiva y el tráfico". Y añadió:
"WWF quisiera felicitar al Presidente de
Camerún por la decisión de desplegar
fuerzas especiales para proteger las zonas vulnerables,
las personas y los elefantes".
El desafortunado
incidente en Bouba N'Djida a principios de este
año, subraya el hecho de que el comercio
ilegal de vida silvestre y la caza furtiva se
ha convertido en un asunto de seguridad nacional,
con graves consecuencias para las perspectivas
económicas y sociales de un país.
La matanza de
elefantes africanos por su marfil tiene una
larga historia. Entre 1970 y 1989 la mitad de
los elefantes de África - 700.000 ejemplares
- murieron debido al comercio ilegal de su marfil.
Más recientemente,
la caza furtiva y el comercio ilegal de elefantes
se estima que ha diezmado a la mitad de los
elefantes restantes de África Central
entre 1995 y 2007. La tasa de matanza de elefantes
ha aumentado vertiginosamente desde entonces.
La operación,
llamada "La paz en Bouba N'Djida",
cubrirá un área de unos 12.000
kilómetros cuadrados, incluyendo el parque
y los alrededores. Se trata de un apoyo a los
sesenta rangers de la región, que no
tienen la capacidad para hacer frente a esta
nueva amenaza.
El General Tumenta
avisa: "Nuestras fuerzas estarán
permanentemente, digo permanentemente, y lo
repito permanentemente, en este territorio.
Aconsejo a los cazadores no poner un pie en
este país". |