Publicado el
21 febrero 2013 | WWF y TRAFFIC piden a los
177 gobiernos reunidos en Bangkok (Tailandia)
a principios de marzo en la Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES)
que inicie un procedimiento formal que daría
lugar a restricciones comerciales estrictas
contra los peores infractores en el tráfico
ilegal de marfil. El organismo internacional
debería iniciar los procedimientos para
imponer sanciones a Tailandia, Nigeria y la
República Democrática del Congo.
El tráfico de colmillos causa la muerte
de 30.000 elefantes africanos cada año.
Las pruebas evidencian
que Tailandia, Nigeria y la República
Democrática del Congo (RDC) han fracasado
repetidamente para hacer frente a la venta de
marfil ilegal en sus mercados, una tendencia
descontrolada y en crecimiento. Todo ello a
pesar de las normas de CITES (Convención
sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres ) que
prohíben la venta no regulada de marfil.
Bajo las reglas de los tratados, los 177 estados
miembros de CITES pueden recomendar que las
partes detengan el comercio con esos países
para las 35.000 especies amparadas por la Convención,
desde madera hasta pieles de cocodrilo.
Steven Broad,
Director Ejecutivo de TRAFFIC, explica: "Estos
países han sido identificados en todos
los análisis del comercio de marfil en
la última década como los más
implicados en esta actividad ilegal", dijo.
"Ahora que la demanda de marfil está
disparando los niveles de caza furtiva, los
países miembros de CITES deben exigir
el cumplimiento de la ley internacional".
En Tailandia,
el país anfitrión de la conferencia
de CITES y uno de los mayores mercados de marfil
no regulados del mundo, los criminales aprovechan
las leyes tailandesas que permiten la venta
de marfil de elefantes domésticos para
blanquear grandes cantidades de marfil ilegal
africano. Gran parte de este marfil es comprado
por los turistas extranjeros.
"Tailandia
puede solucionar esta situación mediante
la prohibición de todas las ventas de
marfil en el país, y con ello se eliminaría
la necesidad de imponer sanciones comerciales",
dijo Carlos Drews, director del Programa Global
de Especies de WWF. "WWF está pidiendo
a la primera ministra tailandesa que prohíba
inmediatamente el comercio de marfil. Casi medio
millón de personas en todo el mundo se
han sumado ya a esta llamada".
WWF lanzaba una
petición a escala global instando a la
primera ministra tailandesa, Shinawatra Yingluck,
A que prohíba completamente el comercio
de marfil en Tailandia con el fin de frenar
la matanza ilegal de elefantes africanos.
La República
Democrática del Congo y Nigeria fueron
identificados como los dos países más
problemáticos en África como emisores
de marfil ilegal, tanto por servir de puente
para otros países, como por albergar
dos de los mercados domésticos más
importantes del continente.
La República
Democrática del Congo es una fuente importante
de marfil que se exporta, en gran parte, a otros
países africanos cercanos como Uganda,
Kenia y Tanzania. Además, continúa
teniendo un gran mercado doméstico de
marfil que se vende abiertamente en las calles
del país.
Con una población
de elefantes muy pequeña en su propio
país, Nigeria raramente suministra marfil
de sus poblaciones locales, pero con frecuencia
funcionan como almacén y punto de salida
del marfil hacia otros lugares, en especial
para la exportación ilícita hacia
Asia.
WWF y TRAFFIC
instan también a China a rectificar sus
graves carencias en la aplicación de
la ley en sus mercados nacionales de marfil
legal. CITES debería requerir que estas
mejoras se lleven a cabo y debería considerar
la imposición de restricciones comerciales
el próximo año si no se observa
un progreso significativo.
Las organizaciones
recomiendan también una serie de medidas
como el establecimiento de un mecanismo para
el seguimiento de las existencias mundiales
de marfil, el registro obligatorio de todos
los decomisos de marfil a gran escala y la colaboración
en la investigación entre fuerzas policiales
de diferentes países.
"Actualmente
se está perdiendo información
vital de los decomisos de marfil a gran escala.
¿Quién está detrás
de cada envío? ¿Cómo accedió
al medio de transporte? ¿quién
se beneficia a su llegada?… No se está
siguiendo la cadena ni intercambiando información.
No es de extrañar que haya una escalada
en el tráfico de marfil ", dijo
Broad.
La difícil
situación de los rinocerontes de África
también es motivo de preocupación
para WWF y TRAFFIC. Un récord de 668
rinocerontes en Sudáfrica fueron asesinados
por sus cuernos el año pasado. Vietnam
ha sido identificado como el principal país
consumidor de cuernos de rinoceronte, aún
así, ha hecho muy poco para detener a
los traficantes.
Tanto Vietnam
como Mozambique, por su implicación en
el contrabando de cuernos de rinoceronte, deberán
demostrar progresos en la próxima reunión
de CITES.
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