Noticia - 22
febrero, 2013 - Organizaciones de la sociedad
civil presentaron los cinco puntos básicos
que a su consideración debe incluir la
Estrategia Nacional de Energía 2013-2027
(ENE), principal instrumento en política
energética para México, entre
los que destaca la reducción del uso
de combustibles fósiles y el impulso
a las energías renovables como mecanismos
para enfrentar los impactos del cambio climático.
El Centro Mexicano
de Derecho Ambiental; Comunicación y
Educación Ambiental; el Centro para el
Transporte Sustentable-EMBARQ México;
Equidad de Género, Ciudadanía,
Trabajo y Familia; FUNDAR; Heinrich Böll
Stiftung; Greenpeace México; el Instituto
para las Políticas para el Transporte
y el Desarrollo; y Transparencia Mexicana señalaron
que si la ENE apuesta por fuentes de energía
como petróleo y gas no convencionales,
o incluso energía nuclear, existe un
gran riesgo de que la política energética
de nuestro país en lugar de ayudar a
reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero
las aumente.
Recordaron que
el Presidente Enrique Peña Nieto ha dicho
que la política climática: “(debe
ser) más audaz para reducir las emisiones
de gases de efecto invernadero”, por lo que
la ENE tendrá que cumplir con este objetivo.
La propuesta
de las organizaciones civiles es la siguiente:
Armonizar metas
y objetivos con la Ley General de Cambio Climático.
Considerando que el 67.3 por ciento de las emisiones
de Gases de Efecto Invernadero (GEI) –responsables
del calentamiento global- provienen del sector
energético, la ENE requiere facilitar
y promover la reducción del 30 por ciento
de las emisiones de Bióxido de Carbono
equivalente (CO2eq) al 2020. Esto significa
reducir 150 millones de toneladas de CO2eq por
año en la producción y consumo
energético.
Establecer metas
concretas para el aprovechamiento de energías
renovables y la mayor eficiencia energética.
Los últimos estudios anuncian la capacidad
económicamente competitiva de instalar
19 gigawatts (GW) con fuentes renovables al
2018, el 29 por ciento de la matriz de energía
eléctrica. En materia de eficiencia energética,
se requiere de metas concretas, considerando
las crecientes necesidades energéticas
de todos los sectores del país.
No promover la
explotación de petróleo y gas
no convencionales, ni de energía nuclear.
Los recursos que se asignan a este tipo de proyectos
deben ser redirigidos a la promoción
de fuentes de energía renovable. Los
proyectos petroleros en aguas profundas conllevan
riesgo ambiental, su desarrollo contradice el
criterio de reducir progresivamente los impactos
ambientales del sector energético. Después
de Fukushima, no debe haber incremento en la
participación de la energía nuclear
por el riesgo que representa.
Reducir el consumo de combustibles fósiles
en el transporte. El transporte constituye el
22 por ciento de las emisiones totales de GEI,
lo que equivale a 166 millones de toneladas
de CO2e. La ENE debe promover combustibles limpios,
particularmente con bajo contenido de azufre,
que permitan la adopción de tecnologías
de punta para el control de emisiones dentro
del sector transporte, así como la eficiencia
energética mediante la implementación
de normas vehiculares.
Metodología
para contabilización de externalidades.
La ENE debe garantizar que la producción
de energía incorpore criterios que no
son tomados en cuenta en los costos y que tienen
impactos que pueden ser cuantificados económicamente.
Es el caso de criterios ambientales como la
emisión de CO2, residuos, afectación
a la biodiversidad, entre otros; así
como criterios sociales: mala calidad del aire,
impactos a la salud, afectación del entorno
y de los derechos humanos y de la situación
de las mujeres, de los pueblos indígenas
y tribales.
+ Más
Shell abandona
su Programa de Perforación del Ártico
2013
Noticia - 27
febrero, 2013 - La compañía Royal
Dutch Shell cesó sus planes de perforar
el Ártico de Alaska en búsqueda
de petróleo, al menos en 2013, noticia
que Greenpeace recibió con satisfacción.
Phil Radford, director ejecutivo de Greenpeace
Estados Unidos declaró que "esta
es la primera cosa que Shell hace bien en Alaska.
Se suponía que Shell era la mejor compañía
de su ramo, pero ha sumado una larga lista de
desgracias y desastres en sus intentos por perforar
el Ártico, demostrando así que
ni la mejor empresa puede tener éxito”.
Recordó
que fueron el presidente de Estados Unidos,
Barack Obama y el secretario del Interior, Ken
Salazar, quienes dieron la oportunidad para
que Shell perforara y “ahora deben tomar la
decisión responsable de evitarlo para
siempre”, dijo.
Radford dijo
que con su decisión “Shell tomó
la delantera para salvar el Ártico de
la explotación, porque no solo se protege
al frágil ecosistema de la zona, sino
a las comunidades que dependen de ella. Además,
envía una poderosa señal a otras
naciones de que la perforación en el
Ártico nos llevará hacia un cambio
climático catastrófico, por lo
que debe terminar ahora. Es momento de poner
fin a nuestra adicción a los combustibles
fósiles”.
Añadió
que el anuncio de Shell da la razón a
más de 2.7 millones de personas en todo
el mundo que se han sumado a la campaña
#SaveTheArctic y “ahora Obama tiene que escucharnos
y prohibir la perforación del Ártico
para siempre”, concluyó. |