Internacional,
10 de abril - Esta mañana dos activistas
de Greenpeace caracterizados como osos polares
subieron a la plataforma de perforación
West Hércules, perteneciente a la empresa
petrolera Statoil, en Ølen, Rogaland,
Noruega occidental, para defender el Ártico
de la explotación industrial. Apenas
unas horas después, la compañía
anunció la cancelación de sus
planes de perforar la zona más frágil
del planeta durante este año. Paralelamente,
la empresa internacional de energía ConocoPhillips
comunicó públicamente que también
prevé cancelar las perforaciones en el
norte de Alaska planeadas para 2014, debido
a "las incertidumbres regulatorias”.
Se trata de una
excelente noticia para el medio ambiente y para
las casi 3 millones de personas que se unieron
al movimiento mundial que exige la prohibición
total de la pesca industrial y la extracción
de petróleo en el Ártico. Aún
cuando estos anuncios significan un alivio temporario,
cualquier contratiempo que sufra la industria
del petróleo en sus planes de explotar
el Ártico es un paso más hacia
la definitiva protección de la región.
La extracción
de petróleo en el Ártico acarrea
graves problemas de seguridad y enormes riesgos,
ya que la región se caracteriza por poseer
un clima extremo de bajas temperaturas, lo que
dificulta al máximo la realización
de perforaciones y potencia el peligro de formación
de hielo en los equipos.
Los activistas
que participaron de la acción en Noruega
habían trepado a la plataforma disfrazados
de “osos polares”e inspeccionado los equipos
de perforación que debían salir
en breve hacia el Ártico como parte del
programa de perforación de Statoil, en
el extremo norte del Mar de Barents, situado
al norte de Noruega y Rusia.
A propósito
de esta arriesgada acción, Martin Norman,
miembro de Greenpeace Nórdico, escribió
una nota de opinión sobre los peligros
que enfrenta la región ártica:
“Estoy comiendo
manteca para mantener mi grasa corporal lo suficientemente
alta como para soportar el frío y reabastecerme
con la energía suficiente. Pero esta
mañana he recibido un impulso de energía
mucho mejor que el aportado por cualquier alimento.
Mis amigos y colegas en Noruega, se pusieron
en acción en la plataforma petrolera
West Hércules, de Statoil, que estaba
a punto de comenzar perforaciones en busca de
petróleo en el Ártico.
Después
de un duro día, recuperando el terreno
perdido debido al fenómeno conocido como
"la deriva", las noticias desde casa
me hacen sentir mejor. Y créanme que
vamos hacia el norte en línea tan recta
como nos resulta posible.
Statoil se ha
asociado con la empresa petrolera rusa Rosneft,
responsable de 14.000 rupturas anuales en sus
tuberías, que dejaron grandes zonas de
Siberia en un estado de desastre ambiental.
En América del Norte, Shell recientemente
tuvo que abandonar sus planes de perforar en
la ladera norte de Alaska debido a un pésimo
desempeño en el 2012. Pero no nos engañemos,
Shell está decidido a regresar al Ártico.
Ahora una de
las amenazas más inmediatas consiste
en los planes de Gazprom para iniciar la producción
de petróleo en el mar Ártico a
finales de año. La lista de villanos
sigue en aumento.
El calentamiento
global ya está derritiendo el hielo sobre
el que camino en este mismo momento a un ritmo
sin precedentes. Y sin embargo, las compañías
petroleras y los gobiernos del Ártico
siguen pensando cómo dividir la región
en su desesperada búsqueda de más
petróleo y gas; combustibles fósiles
que inevitablemente contribuyen al cambio climático
que el mundo ya está enfrentando.
Es para proteger
el Ártico de este tipo de codicia corporativa
sin sentido que nuestra expedición está
camino al Polo Norte. Junto a nosotros hay cuatro
jóvenes embajadores que bajarán
una cápsula de vidrio al fondo del mar
con los nombres de las 2.700.000 personas en
todo el mundo que firmaron para proteger el
Ártico
El futuro pertenece
a personas como estos chicos.”
El de hoy no
es el único revés que tuvo que
enfrentar la industria del petróleo.
Hace aproximadamente un mes, Shell anunció
que después de un año de constantes
contratiempos en Alaska, abandonaba sus planes
para perforar el Ártico durante 2013.
A raíz del fracaso de Shell, Statoil
anunció poco después que ellos
también tendrían que reconsiderar
la perforación en el Mar de Chukchi.
Es decir, tres
empresas en un mes. ¿Estará la
industria del petróleo finalmente viendo
la realidad? Eso esperamos. Por el bien del
medio ambiente y de los millones de habitantes
indígenas cuyo hogar es el Ártico,
los gobiernos deben tener en cuenta estos anuncios
y prohibir toda perforación petrolera
en la región.
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