Viena,
26 de abril de 2013.- Los gobiernos reunidos
para discutir las respuestas ante la oleada
de crímenes a nivel mundial exhortan
a las naciones a imponer castigos severos a
quienes trafiquen con productos de especies
silvestres, como el marfil que proviene del
elefante y el cuerno de rinoceronte. Este viernes,
los miembros de la Comisión de Naciones
Unidas para la Prevención del Delito
y la Justicia Penal aprobaron una resolución
en la que se exhorta a los estados miembros
a “hacer del tráfico ilegal de la vida
silvestre un crimen grave” y a asegurarse de
que los grupos de crimen organizado sean perseguidos.
Bajo las normas
de la ONU, los crímenes graves deben
recibir sentencias hasta de cuatro o más
años de prisión. Actualmente,
muchos traficantes de productos de especies
silvestres son liberados con pagar multas considerablemente
menores al valor de los bienes ilegales con
los que negociaron.
“Hoy en día,
los comisionados dieron un enorme paso adelante
al reconocer la naturaleza seria, trasnacional
y organizada de los crímenes contra la
vida silvestre y los bosques. Estos crímenes
no sólo ponen en riesgo la supervivencia
de especies en peligro de extinción,
sino que amenazan la seguridad y el desarrollo
económico sostenible,” dijo Wendy Elliot,
líder de la campaña de WWF contra
los crímenes relacionados con la vida
silvestre. “Exhortamos a los gobiernos mundiales
a utilizar cualquier herramienta que esté
a su disposición para combatir estos
crímenes, que incluso arrebatan vidas
humanas.”
Durante la reunión
de la comisión contra el crimen, los
gobiernos identificaron vínculos entre
el tráfico ilegal de productos provenientes
de la vida silvestre, aquellos elaborados con
madera, y otros crímenes trasnacionales
organizados como el tráfico de drogas
y armas, la trata de personas, el lavado de
dinero y el terrorismo.
Yury Fedotov,
Director Ejecutivo de la Oficina de las NacionesUnidas
contra la Droga y el Delito declaró a
la prensa, “los crímenes contra la vida
salvaje y los bosques deben considerarse como
crímenes graves con castigos de al menos
cuatro años para que todo el peso de
la ley recaiga sobre los criminales. Sin embargo,
la tarea más difícil será
reducir la demanda.”
La caza furtiva
de elefantes y rinocerontes ha alcanzado niveles
nunca antes vistos en África, sin embargo
es necesario incrementar la eficacia en el cumplimiento
de la ley a lo largo de la cadena comercial
en países consumidores como China, Tailandia
y Vietnam.
Cada año,
hasta 30,000 elefantes son asesinados debido
a sus colmillos de marfil. En África
Central, el epicentro de la caza furtiva, los
gobiernos se reunirán la próxima
semana para discutir la crisis actual de seguridad
que es exacerbada por la proliferación
de traficantes fuertemente armados.
“Somos conscientes
de que el asesinato de la vida silvestre va
cada vez más de la mano con horribles
actos de violencia contra guardaparques y otros
miembros de la comunidad, quienes se encuentran
en medio de estos criminales y sus objetivos.
Ya es tiempo de implementar castigos equiparables
a los crímenes en este tipo de casos,”
dijo Elliot.
Los gobiernos
también aprobaron una propuesta de Noruega
para hacer frente a crímenes marítimos
que significan un gran impacto en el ambiente,
incluyendo los crímenes pesqueros. La
pesca ilegal socava los esfuerzos realizados
por gobiernos y pescaderos responsables para
gestionar pesquerías sustentables. Esta
actividad también representa una amenaza
para el sustento, la seguridad alimentaria y
el desarrollo sustentable; que además
genera un costo de $23 mil millones de dólares
a la economía mundial. |